Junts pel Sí, la formación de
Artur Mas, tendrá que pactar con la izquierda alternativa
Los soberanistas rozan, pero no
alcanzan, la mayoría absoluta de votos
El
independentismo catalán vio cumplido este domingo su objetivo de
ganar claramente las elecciones en Cataluña al lograr Junts pel Sí y la CUP la
mayoría absoluta del Parlamento autónomo. Pero los dos partidos no lograron
rebasar el 50% de los votos, lo que puede dar alas al Gobierno para frenar el
plan secesionista que ha liderado el presidente catalán, Artur Mas. Ciudadanos,
segunda fuerza,destronó al PSC y al PP como principales
formaciones no independentistas en Cataluña.
Mas y el
conjunto del independentismo había planteado el 27-S como un plebiscito sobre
la independencia, algo que el resto de partidos acabaron por asumir no sin
avisar antes de que nunca aceptarían la secesión unilateral. La candidatura de
Mas ganó claramente las elecciones, pero no el plebiscito, ya que el
independentismo se quedó con el 47,8% de los votos. Con todo, la victoria de
los independentistas en las elecciones es inapelable. Con el l 97,8% de los
votos escrutados, Junts pel Sí consiguió 62 escaños, a los que hay que sumar
los diez de la CUP. Con 72 escaños el independentismo tiene la mayoría absoluta
del Parlamento, situada en los 68 diputados, pero ahora tendrá que lidiar con
la falta de una mayoría popular clara, con un Gobierno hostil y, desde hoy
mismo, con la heterodoxa composición tanto de Junts pel Sí como de la CUP. De
hecho, desde hoy estará en juego incluso la continuidad de Mas, pues la CUP
aseguró que no piensa votar favorablemente su investidura, algo que los
resultados de ayer hacen imprescindible. Esta situación quedó reflejada en la
cara del presidente, muy tensa, que contrastaba con la algarabía de las bases
soberanistas. A la misma hora, el candidato de la CUP, Antonio Baños, ya lanzó
un aviso: “Mas no es imprescindible”.
El
presidente catalán dijo contar con “gran legitimidad” para avanzar hacia la
independencia y pidió al Gobierno “que acepte la victoria de Cataluña y del
sí”. También negó que deban contarse los votos en lugar de los escaños. “Si
hubiéramos hecho un referéndum como el escocés, hubiéramos contado solo votos”,
dijo.
Este lunes comenzarán las
negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP. Los dos partidos tienen el
objetivo de alcanzar la independencia de Cataluña, pero difieren en la forma y
en los tiempos de hacerlo, lo que puede complicarlo mucho todo.
El
proyecto de la lista que comparten Artur Mas y Oriol Junqueras comienza con una
declaración de inicio del proceso de independencia, que se realizaría en el
Parlamento autónomo en las primeras semanas de la legislatura. El conjunto del
plan hacia la independencia se llevaría a cabo en 18 meses. La CUP, en cambio,
es partidaria de una declaración de independencia inmediata y de una ruptura
general del actual sistema político.
Ciudadanos
fue el gran vencedor de la noche, pese a quedar a casi 40 escaños del ganador.
El partido logró el segundo puesto del Parlamento catalán con 25 diputados, un
resultado inimaginable para la formación de Albert Rivera hace apenas dos años.
Ciudadanos ha capitalizado, pues, el voto de los contrarios a la independencia
por desespero de los socialistas y, especialmente, del PP, que se han visto
relegados.
La
candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, hizo anoche una declaración de
intenciones tras imponerse como segunda fuerza en buena parte de las grandes
ciudades. Pidió la dimisión de Mas y nuevas elecciones en Cataluña argumentando
que “la mayoría de ciudadanos ha dado la espalda al proyecto independentista”.
Los otros
partidos de ámbito nacional cosecharon malos resultados. Solo el PSC salvó los
muebles gracias a la extraordinaria movilización del cinturón industrial de
Barcelona, que llevó la participación global hasta el 77%. El partido de
Miquel Iceta perdió cuatro de los 20 diputados que tenía, un resultado
mediocre que quedó disimulado por la falta de una mayoría absoluta de Junts pel
Sí y por el desplome del PP que se quedó en el penúltimo puesto del Parlament
con solo 11 escaños.
También
obtuvo un pésimo resultado la confluencia entre Podemos e Iniciativa (Catalunya
sí que es Pot). La formación que ha avalado el líder de Podemos, Pablo
Iglesias, se ha quedado con 10 escaños, tres menos de los que logró ICV en
solitario hace tres años. Ello obligará a replantear la estrategia de Podemos
con vistas a las generales y a su expansión territorial. Peor le fue todavía a
Unió Democràtica, la escisión de CiU, que se presentaba con un programa
nacionalista no rupturista. No logró ni un solo diputado. Su líder, Josep
Antoni Duran, puso el cargo a disposición del partido.
El resultado será complicado de
gestionar tanto para los ganadores como para el Gobierno. El Ejecutivo de
Mariano Rajoy, satisfecho por la falta de una mayoría independentista en votos,
no piensa hacer nada hasta las elecciones de diciembre. Las urnas dirán después
quién debe gestionar la carpeta catalana.
Vía El País. España
Que pasa Margarita
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