EDITORIAL
EL NACIONAL
En
declaraciones para el diario español ABC, el obispo de Coro,
monseñor Roberto Lückert, observa cosas extrañas en los estados de excepción
impuestos por Maduro en las entidades fronterizas. Considera que, antes que un
movimiento de control de delitos y desmanes en esas pobladas jurisdicciones, el
régimen prepara el escenario para evitar el desarrollo de las elecciones
parlamentarias, o para conducirlas por camino torcido.
“El
régimen totalitario que tenemos en Venezuela es capaz de suspender las
elecciones del próximo 6 de diciembre. Los estados de excepción son un tubo de
ensayo para ver cómo condicionar las elecciones e incluso suspenderlas”. Tales
son, fielmente y sin recorte, las declaraciones del prelado. ¿Está delirando un
conocido pastor que hasta ahora se ha caracterizado por la lucidez? ¿Pronostica
maniobras insensatas y oscuras que jamás sucederán?
Desde
luego, monseñor Roberto Lückert no presenta pruebas en torno a las razones de
su alarma porque esa no es su misión, solo pone a funcionar de forma preventiva
una nariz que habitualmente ha acertado en el descubrimiento de pestilencias.
Pero sucede que simultáneamente, desde Bogotá, Jorge Quiroga, ex presidente de
Bolivia, hace una solicitud en el mismo sentido a Brasil que, en el fondo,
avala los temores del conocido y tenaz sacerdote.
El ex
presidente Jorge Quiroga va directo al grano y hace un pedido concreto a la
presidente de Brasil, Dilma Rousseff, para que encabece una petición de
observación internacional en las referidas elecciones parlamentarias pautadas
para el cercano 6 de diciembre.
Como esas
elecciones son fundamentales para el destino de la democracia en Venezuela y su
preparación está rodeada de sospechas, el ex presidente Quiroga acude a un país
que considera fundamental para que no ocurran en diciembre, llevadas a cabo por
el régimen, las trampas, los chanchullos y las presiones que ya se pronostican.
“Brasil es el líder de la comunidad hemisférica, el hermano mayor, y debe tomar
una posición clara”, afirmó el ex presidente boliviano.
Es
evidente que coincide con los temores del obispo de Coro, aunque cuando el ex
presidente Quiroga habló del tema desconocía lo que monseñor Lückert ya había
opinado sobre el mismo asunto al periódico español ABC.
Quiroga
hablaba desde Bogotá, acompañado por los ex presidentes colombianos César Gaviria
y Andrés Pastrana, quienes también se unieron a la petición y manifestaron su
angustia por las presiones del oficialismo venezolano y por la parcialidad del
CNE frente a los venideros sufragios. Además, anunciaron que otros ex
mandatarios latinoamericanos coinciden en la apreciación. Algo huele mal desde
ahora en torno a las parlamentarias decembrinas, por lo tanto.
De momento, conviene no perder de
vista lo dicho por el obispo sobre los estados de excepción. ¿Realmente
atienden problemas de soberanía nacional y de seguridad fronteriza, realmente
cumplen la misión de combatir el contrabando, o llevan en la mochila un gato
encerrado electoral?
Vía El Nacional
Que pasa Margarita
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