Este
gobierno se coloca al margen de la carta magna y de las leyes cuando procede,
por ejemplo, a la inhabilitación de María Corina Machado, quien ya había sido
destituida arbitrariamente de su condición de diputada; Enzo Scarano; Manuel
Rosales; Pablo Pérez y Daniel Ceballos, verdaderos símbolos de la lucha por la
libertad
No nos cansaremos de repetir que
ante la crisis es imperativo alcanzar la unidad más amplia, la unidad nacional.
Esta no es hora de odios ni de venganzas, que tenemos que cerrar el ciclo que
se expresa en vaciar las cárceles por un lado, y llenarlas con el otro ciclo
reiterado en la historia de Venezuela. Hay que ponerle fin a este ciclo y abrir
nuevas perspectivas para el desarrollo armónico del país que no puede
conseguirse mientras esté dividido en dos, lo que significa, como decíamos
antes, concebir al país como una sola unidad integrada por venezolanos y
venezolanas plurales.
De acuerdo con la Constitución,
la cual violan diariamente los actores gobernantes, la pluralidad es un mandato
constitucional. Para hablar en los términos de Gorbachov, expresados en sus
memorias, todo país es plural y el absurdo es pretender imponer un pensamiento
único que por demás donde quiera que se ha tratado de aplicar ha fracasado.
De acuerdo con la Constitución,
Venezuela es y será para siempre democrática. Este mandato de la carta magna le
abre una perspectiva a la nación venezolana, y ella es la democracia. En ninguna
parte de la Constitución se habla de Poder Comunal, ni de revolución, ni de
socialismo y esto debe ser tomado en cuenta a la hora de afirmar a la Nación
venezolana como plural y democrática. Así de simple. Este gobierno se coloca al
margen de la carta magna y de las leyes cuando procede, por ejemplo, a la
inhabilitación de María Corina Machado, quien ya había sido destituida
arbitrariamente de su condición de diputada; Enzo Scarano; Manuel Rosales;
Pablo Pérez y Daniel Ceballos, verdaderos símbolos de la lucha por la libertad,
candidatos por la MUD para los comicios de diciembre.
No hay salida a la crisis
mientras no se logre un consenso que una a los venezolanos y se ponga fin a
esta dictadura militar. Hay una esperanza: las próximas elecciones parlamentarias.
Se trata de ganarlas y producir un cambio político que debe evolucionar hacia
una sociedad democrática que respete a todas las libertades democráticas hoy
conculcadas por una cúpula militar-civil que se quiere perpetuar en el poder.
Hay que estar alerta y en
movilización permanente para enfrentar las maniobras de un CNE acostumbrado a
facilitarle al gobierno su “Victoria”. Todo indica que las fuerzas del cambio
obtendrán mayoría en la asamblea y se abrirá un nuevo capítulo en el
restablecimiento del funcionamiento democrático de las instituciones.
Vía Tal Cual
Que pasa Margarita
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