La recuperación del PIB refuerza
la idea de que la Reserva Federal subirá tipos de interés antes de que acabe el
año
La
economía de Estados Unidos repuntó en el segundo trimestre a una tasa
anualizada del 2,3% del producto interior bruto (PIB) —equivalente a un 0,6%
intertrimestral—, frente a un crecimiento del 0,6% en el arranque de 2015. Es
medio punto menos de lo que esperaba Wall Street. La recuperación, aun siendo
más modesta de lo anticipado, sugiere que la mayor potencia del planeta estaría
preparada para soportar un alza en los tipos de interés antes de que acabe el
año.
El dato
de crecimiento del segundo trimestre es especialmenterelevante de
cara a la reunión de la Reserva Federal en septiembre. La opción de que el banco
central estadounidense proceda entonces a la primera subida de tipos en nueve
años está ahí, aunque necesita más pruebas. Wall Street se había puesto como
vara de medir para ello una expansión de al menos el 2,5%. Todo lo que
estuviera por encima de ese valor elevaba las opciones.
Se trata
en cualquier caso de la primera lectura, que está sujeta a dos revisiones. El
indicador empieza a utilizar, además, un nuevo modelo más refinado para
calcular el avance de la actividad económica y que elimina la volatilidad en
algunos componentes. Por ejemplo, anteriormente se dio una contracción del 0,2%
para el primer trimestre, que habría sido la tercera desde el fin de la crisis.
Se sometieron también a revisión años anteriores.
La fuerte
contracción del 2,1% que acompañó a las severas nevadas en el inicio de 2014
queda ahora en un negativo más manejable del 0,9%. Pero en términos generales,
el crecimiento medio entre 2011 y 2014 queda ahora en el 2%, tres décimas menos
de lo que se calculaba. Esto se explica principalmente por un recorte de siete
décimas en el crecimiento de 2013, que queda ahora en un mero 1,5%, y a que se
mantiene el 2,4% para 2014.
Entrando
en el detalle, el consumo repuntó al 2,9% en el segundo trimestre frente a un
1,8% en el primer trimestre. El incremento de la contratación y la caída en el
precio de la gasolina incentivan el gasto. Eso permitió compensar a su vez el
lastre que sufre la economía por el impacto del abaratamiento de la energía en
la industria petrolera y de la apreciación del dólar en el sector exportador.
La vivienda, mientras, mejoró un 6,6% y se moderó la contracción en la
inversión empresarial.
En línea con las proyecciones
La nueva
manera de medir el PIB, sin embargo, no cambia mucho las cosas a largo plazo.
La última proyección de la Reserva Federal, hecha pública en junio, es de
un crecimiento del 2% para el conjunto de 2015 y que repunte medio punto
porcentual en 2016 para mantenerse ahí en 2017. Es una expansión que está por
debajo del potencial, lo que le obligará a la autoridad monetaria medir lo pasos.
En su
decisión de este jueves calificó la expansión de moderada aunque citó que el
mercado laboral sigue mejorando, con “sólidas” ganancias del lado de la
creación de empleo y un descenso del paro. También ve progresos en el sector
inmobiliario. Sin embargo, no hay un equilibro del lado de la inflación, que
sigue calificando de “baja” y eso crea cautela a la hora de empezar a encarecer
el precio del dinero.
Lo que se espera, por tanto, es
que el crecimiento se mantenga a un ritmo sólido durante la segunda mitad de
2015 y eso daría la cobertura suficiente al equipo de Janet Yellen para subir los tipos de interés antes de que
acabe el año. La presidenta de la Fed dijo días atrás ante el Congreso de EE UU que es una “necesidad”.
Aunque precisó que el encarecimiento del dinero será en todo caso “gradual”.
Vía El País.
España
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