Tuesday, September 8, 2015

El chavismo ya sabe que va a perder las elecciones

EN: http://konzapata.com/2015/09/el-chavismo-ya-sabe-que-va-a-perder-la-asamblea-nacional/

Por Pedro Benítez @PedroBenitezF.­

Como por arte de magia los estudios de opinión pública desparecieron del espectro radio eléctrico afín al chavismo. Durante años el oficialismo venezolano hacía alarde del respaldo a las denominadas misiones sociales. Pero de un tiempo para acá brillan por su ausencia los numeritos que José Vicente Rangel exhibía al final de su programa televisivo.

Como alternativa, en Aporrea.org prefieren informar que el 64% de colombianos desaprueba la gestión de Santos. A lo mejor les sirve de consuelo. Por otra parte, Oscar Schemel aparece con menos frecuencia en los medios oficiales, oficiosos y amistosos del gobierno, probablemente porque después de todo explicar lo inexplicable tiene un límite.

Es un tema que los opinadores chavistas prefieren (por ahora) evadir en sus columnas semanales (Roberto Malaver, Clodovaldo Hernández, etc.). Sus análisis y comentarios se circunscriben a respaldar la agenda de la hegemonía comunicacional dictada desde Miraflores: los problemas de la vecina Colombia, las miserias del capitalismo, las obsesiones conspirativas con la Republica del Norte, o los errores reales o supuestos de los dirigentes de la “derecha venezolana”.

Pero hay sus excepciones. Temir Porras, admite que la MUD puede ganar las elecciones parlamentarias:

http://www.notiminuto.com/noticia/cambio­de­que/.

Podemos estar seguros que él será sólo el primero de los públicamente se pasearan por ese escenario en las próximas semanas. Mientras tanto, en privado, y no tan en privado, dirigentes del chavismo hacen la misma pregunta: ¿Cómo se comportaría la oposición con mayoría en la Asamblea Nacional? ¿Sería una oposición “responsable” o desestabilizadora?

Elucubran sobre la magnitud de la victoria opositora y la legitimidad de la misma.

Para eso apelan sus recurridos argumentos ad hominem. Descalificar al mensajero y evadir así la veracidad del mensaje. La oposición es maluca por naturaleza. No tiene proyecto. No es alternativa. Va a regalar el país al capitalismo. No se puede creer en ella. Realiza una oferta engañosa al prometer un “cambio” que desde el Palacio Federal Legislativo no podrá cumplir, etc., etc., etc.

Pero donde suelen regodearse con más amplitud es sobre el cuestionamiento a la dirigencia opositora, donde consiguen amplio material en las normales diatribas del otro lado de la talanquera.

En eso no andan muy descaminados. Ellos saben que hay un sector muy amplio de los votantes que es crítico del oficialismo, pero también de la oposición. De hecho, una buena parte de población (incluyendo opositores de la primera hora) tiene serias objeciones y reparos a la MUD, a los partidos que la conforman, a cómo se eligieron la mayoría de sus candidatos, a algunos aspirantes en particular, a los comunicados de la Unidad opositora o a la falta de ellos, etc.

Y no obstante, pese a todo lo anterior, esos mismos votantes van a votar por la tarjeta de la MUD, así sea “con el pañuelo en la nariz” como dijo Rómulo Betancourt del Congreso gomecista de 1936.

¿Por qué razón? Porque hay un mal mucho peor: el gobierno de Maduro. Y algo más…el creciente convencimiento ciudadano que hay algo de fondo que funciona demasiado mal en el “modelo” instaurado por Hugo Chávez.

Eso explicaría la crisis de la identidad chavista. Porque si el problema fuera solo la incapacidad de Maduro, el PSUV puede simplemente pasar a la oposición. No es la primera vez que eso ocurriría. Ya Luis Alfaro Ucero hizo lo mismo con Carlos Andrés Pérez en un pasado no tan lejano.

Pero el chavismo está atrapado por el chavismo. Maduro es la encarnación de la última voluntad política de su antecesor, y esa voluntad opera a modo de maldición gitana. Romper con él es romper con esa voluntad. Y después de todo, el hombre ha hecho lo que sus aptitudes le han permitido en aras de preservar el famoso legado.

Por eso es que (en parte) estrategias como las de Marea Socialista no parecen calar, suenan mucho a eso de en vez de lanzarnos del quinto piso mejor lo hagamos del décimo. TODOS los estudios de opinión indican que para la abrumadora mayoría de la población “la dirección del país es equivocada”. ¿De qué dirección se habla? De la dirección al socialismo. Eso es lo que se ha vendido desde diciembre de 2006: que vamos rumbo al socialismo.

Como viene sosteniendo el asesor de campañas electorales Edgard Gutiérrez, “ha ocurrido un quiebre”.

Contrariando las lógicas expectativas (solía decir Raymond Aron que la política frecuentemente desafiaba la lógica), el importante desprendimiento de la base electoral chavista que ocurrió desde inicios del 2014 no se movió hacia la moderación. Si no que se ha integrado de lleno en el bloque opositor “sin pasar por Go ni cobrar 200”.

Con Acción Democrática y Copei ocurrió lo mismo en los años noventa, aunque no con la velocidad que ha ocurrido con el chavismo.

Revisando las encuestas, y leyendo a los conocedores de la materia, pareciera que un sector de los votantes desafectos del chavismo, eso que ahora se denomina tercera vía, está dispuesto a dar su voto por los candidatos de la MUD.

¿Cuándo fue la última vez que usted leyó o escuchó hablar de chavismo light? Esa tendencia se evaporó.

Y la evaporó la brutal crisis económica. El aceleradísimo empobrecimiento que ha diluido todo aquello que los apologistas del chavismo creen que todavía pueden reivindicar del proceso.

TODOS eso estudios de opinión también indican que la mayoría de la población no sólo rechazan al gobierno. Además rechazan al sistema político. Y con motivos de sobra. Por cierto, aquello que denominan “ni­ni” nunca se concretó en expresión político­electoral.

Vamos a un cuadro de pronóstico reservado si la victoria opositora no llena las expectativas o esperanzas de cambio de la (insisto) abrumadora mayoría de población que no está dispuesta a esperar soluciones a partir del 2019:http://konzapata.com/2015/09/solo­la­abstencion­podra­evitar­la­victoria­opositora/. Con una situación económica que va a ser peor el año que viene, una mayoría social, literalmente desesperada por el cambio, puede provocar (por alguna vía) ese cambio.

Pero todo lo anterior no lo ven, o no lo quieren ver, los opinadores chavistas que siguen atados al esquema chavismooposición del 2002.

¿Puede cúpula de cívico­militar del poder chavista evitar eso por medio de la simple fuerza? El fracaso de la OLP en Caracas, particularmente en la Cota 905, indicaría que no.

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