Alex Vásquez
El panel político del foro Lo que viene en Venezuela, escenarios políticos y económicos, que organizó Prodavinci, inició y culminó con una certidumbre compartida entre sus participantes: el cambio político luce inevitable.
Y es que ninguno de los invitados, ni Colette Capriles ni Edgard Gutiérrez, Ramón Piñango o Eugenio Martínez duda de que el 6 de diciembre comenzará una transformación en la arena política venezolana, que nadie sabe hacia dónde va.
Gutiérrez, el más optimista por demás, lo ve ratificado en cada encuesta; Capriles percibe en el ambiente una nostalgia por la vuelta del pluralismo, con una nueva Asamblea Nacional como palanca para lograrlo; Martínez, a pesar de las trabas del Consejo Nacional Electoral, apuesta por la mayoría simple de la oposición (con lo que disipa su escepticismo de hace unos meses), y Piñango considera que la nueva situación abre un reto complejo para el liderazgo político.
La conversación, conducida por Willy McKey, también dejó una preocupación en el aire: ¿Están preparados los dirigentes de la oposición para manejar la responsabilidad que les quedará entre manos el 7 de diciembre? Lo cierto, y así lo dijo Gutiérrez con la anuencia de sus compañeros, es que “el año que viene será de candela extrema en lo político”.
Colette Capriles y la nostalgia por el pluralismo
Sí, el deseo de cambio, y así lo expresan los sondeos, luce abrumador. La psicóloga social Colette Capriles coincidió en eso con sus compañeros de panel Ramón Piñango, Edgard Gutiérrez y Eugenio Martínez. Pero Capriles tiene una preocupación: nadie sabe en qué consiste ese cambio y en que se podrá convertir, pues los mismos sondeos evidencian que cada quien lo amolda a sus aspiraciones: algunos quieren que sea político y económico; otros que se limite a la economía, no al gobierno, y otros tantos, la mayoría, quiere a Nicolás Maduro fuera del gobierno.
Lo cierto, y lo asevera sin titubeos Capriles, es que luego del 6-D ese cambio se materializará, aunque no se sepa cómo: “Estamos viviendo la agonía de un ciclo político”. A su juicio, la gente lo que quiere es una transformación de las reglas de juego político para reivindicar el pluralismo en detrimento de la exclusión. Capriles considera que:
“Desde 1999 existe un gobierno hegemónico, una lucha existencial entre yo o el otro. Es tan insurgente ese proceso que hasta insurgió contra su propia Constitución. Pero hoy se da una demanda de nuevas reglas. Se amerita una articulación para validar la nostalgia del pluralismo”.
Aclaró que lo fundamental, en primera instancia, no es cambiar el gobierno, sino justamente las reglas de juego: “Esa demanda de cambio tendrá su expresión el 6-D. no se puede vislumbrar un cambio si se profundiza la pugna y la lógica hegemónica. El cambio vendrá por esa nostalgia del pluralismo”.
Capriles advirtió que los líderes políticos de la oposición no necesariamente están en capacidad de administrar el cambio político que se dará en las parlamentarias. Dijo que es importante comprender la necesidad de generar consenso político en beneficio del país, el cese del conflicto que la sociedad anhela. “¿Se dará, como se hacía antes, la segunda vicepresidencia del Parlamento al chavismo?”, se preguntó.
Edgard Gutiérrez y “la pela” inevitable
Por mucho, el consultor político Edgard Gutiérrez fue el más optimista de la noche. No sólo porque coincidió con todos sus compañeros en que el 6-D comienza un proceso de cambio, sino porque se atrevió a otorgar 103 diputados a la Mesa de la unidad Democrática.
Y es que, reveló, en el último estudio de Venebarómetro se refleja que 86% de los consultados quieren un cambio, la mitad de ellos desea que Nicolás Maduro se vaya ya; a lo que hay que sumarle un 20% que no se conforma con la partida del mandatario, sino que agrega a esa lista a todos los ministros y 13% de los chavistas quiere que el presidente siga en el poder, pero están ávidos de cambios en la política económica.
Gutiérrez confesó que la gente no se cree las cifras que le otorgan amplia ventaja a la oposición en intención de votos. A los incrédulos, les aconsejó: “Tenemos que aprender a desaprender lo que hemos aprendido”.
Aseveró que, aunque la gente no cree, no existe una encuesta seria que no dé una ventaja mayor a 20 puntos para la oposición, una cifra que ascendió a 35 en la medición de Datanálisis en noviembre. “Señores, eso es una pela. En nuestra última encuesta la intención de voto quedó 54% por la oposición contra 32% para el chavismo”.
Edgard Gutiérrez desestimó las afirmaciones de que esa brecha nacional no puede trasladarse de forma automática a cada circuito del país:
“Si la ventaja fuera de unos 5 puntos, quizá no influiría. Pero una ventaja de 30 puntos no se limita a Chacao, Baruta, El Hatillo, Lecherías y Cabudare. Estamos hablando de 10 u 8 millones de votos. El gobierno está perdiendo circuitos en Guárico, Portuguesa o Trujillo. El sistema de votación le tiene mucho cariño al ganador y desprecio al perdedor, y el perdedor ustedes saben quién es” (al pronunciar estas palabras, el auditorio estalló en aplausos).
Pero el optimismo desbordado tropezó, hacia el final de su intervención, con una pared de realidad: “Tengo dos incertidumbres: ¿qué va a hacer la oposición con el triunfo? No hay que olvidar que hay desacuerdos entre los más encumbrados líderes políticos de la oposición”.
Ramón Piñango y la clave de “mantener la esperanza”
El sociólogo y profesor del IESA, Ramón Piñango, consideró que el mayor reto para la oposición el próximo año será mantener viva la esperanza en la ciudadanía aunque las mejoras en el país no ocurran de manera inmediata. “Muchos esperan que el 6 de diciembre sea un suiche que cambie la situación de un día para otro. Eso no es así, será una transición lenta, complicada y con penurias a ratos”, advirtió Piñango.
El sociólogo explicó que son fundamentales dos factores para que la esperanza pueda continuar más allá del día de la elección: la efectividad del liderazgo opositor y su capacidad de demostrar en el corto plazo que es efectivo construyendo soluciones y mejoras. “Para los opositores la tarea es difícil debido a que los cambios necesarios no son sencillos y deben demostrar que son capaces de liderarlos”, agregó.
Aunque el sociólogo espera que la MUD salga victoriosa en las elecciones del 6 de diciembre, tiene dudas sobre cuál será la respuesta del chavismo. Piñango explicó:
“Temo a la violencia el día de la elección y después. Me repugna a la razón un escenario de paz en el que aceptan sin problemas el triunfo del otro. En el escenario actual tenemos tres constataciones: 1. Una mayoría creciente quiere cambio. 2. El régimen no está dispuesto a abandonar el poder y 3. Hay una completa ausencia de árbitros institucionales”.
Según el experto, existe la posibilidad de que la reacción del chavismo para mantener el poder sea más grande conforme la victoria opositora sea más avasallante.
Eugenio Martínez y el “compromiso de los nuevos diputados”
El periodista experto en temas electorales, Eugenio Martínez, aseguró que la MUD tiene opciones de ganar 98 diputados a pesar de todo el ventajismo del chavismo y las limitaciones impuestas por el sistema electoral. Sin embargo, advirtió que será clave la fuerza del compromiso que tengan los diputados ganadores con la responsabilidad recién adquirida. Martínez recordó que:
“Muchos de los candidatos están haciendo campaña como si se postularan a gobernadores o alcaldes. En el periodo que va a terminar, 30 diputados de ambos bloques dejaron su curul para optar a otros cargos. Incluso la MUD perdió un escaño porque el principal y el suplente ganaron alcaldías”.
De igual forma, remarcó la importancia que tendrá la actitud que asuman los ganadores y perdedores del 6 de diciembre para que haya posibilidad de construir consenso dentro de la Asamblea y acordar soluciones para los problemas del país. “Es cierto que hay que saber perder, pero también hay que saber ganar. Hay que saber administrar la victoria, que es un asunto de cómo se asume esa situación y cómo se trata al derrotado”, remarcó el periodista y columnista de Prodavinci.
Aunque el gran descontento que ha generado la situación económica ha dado a la oposición la primera opción de triunfo de cara al 6 de diciembre, el experto remarcó que es importante recordar que el chavismo también juega y lo hace desde una posición de mucho poder. Eugenio Martínez considera que:
“En estas elecciones se juega en una cancha inclinada y favorable al oficialismo. Los partidos de oposición deben competir contra todo el Estado venezolano y los abusos del CNE, que permite que haya más propaganda a favor del Gobierno mientras limita la de la oposición, aumentó el número de diputados que se escogen en zonas chavistas y creó centros con el nombre de Chávez”.
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