Saturday, November 28, 2015

Los costes económicos del terrorismo

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Los costes económicos del terrorismo



Se estima que en 2014 los costes económicos globales del terrorismo alcanzaron los 52.900 millones de dólares (unos 49.000 millones de euros), con un impacto económico total de 105.800 millones. Estas cifras han sido calculadas utilizando la metodología sobre el coste económico de la violencia del IEP, que mide los costes directos e indirectos de la pérdida de vidas, la destrucción de la propiedad y las pérdidas por el pago de rescates.
Institute for Economics and Peace
Noviembre 15, 2015
http://www.esglobal.org/los-costes-economicos-del-terrorismo/
La cuantificación de los costes económicos globales totales del terrorismo es complicada. Los costes directos incluyen la pérdida directa de vidas y los daños a la propiedad producidos por un ataque terrorista. La medición de los costes indirectos es menos tangible y precisa. Por ejemplo, los estudios que tratan de evaluar el coste de los ataques del 11 de septiembre resultan en estimaciones que van desde los 35.000 millones de dólares a los 109.000 millones. Además, hay muchos tipos y métodos de ataques terroristas diferentes. La diferencia en el tipo, dimensión y gravedad de los atentados hace que una generalización del coste económico de un ataque sea difícil de cuantificar.

La metodología utilizada para calcular los costes económicos del terrorismo es conservadora. Principalmente implica contabilizar los sueldos perdidos de los heridos y fallecidos y el flujo inmediato de los efectos sobre la familia y amigos. El estudio no considera costes adicionales, como el aumento del nivel de guardias de seguridad o las primas de seguro más altas, o impactos económicos más amplios, como la parálisis que se produce en una ciudad tras un atentado. Al comparar los costes del terrorismo con los de otras formas de violencia, como los homicidios, se han adoptado enfoques de coste similares para hacerlas comparables.

Para la mayoría de los países, el terrorismo no tiene un impacto significativo en el crecimiento económico y la inversión extranjera directa (IED). Sin embargo, en casos de sucesos terroristas de grandes dimensiones o de países con niveles muy altos de terrorismo, sí pueden producirse impactos económicos muy notables.

Por ejemplo, los ataques de gran envergadura, como los del 11 de septiembre, pueden tener un impacto económico significativo. La pérdida de vidas y la destrucción de la infraestructura provocadas por el 11 de septiembre se valora en 14.000 millones de dólares solo en Nueva York. Los niveles muy significativos de terrorismo pueden causar también grandes disminuciones en la producción. En Nigeria, la IED disminuyó en un 30% debido al aumento de los niveles de terrorismo en 2010. Además, se ha afirmado que los actos terroristas producidos en Israel en 2001 redujeron el PIB en un 1%.

Los costes globales directos del terrorismo en 2014 ascendieron a 52.900 millones de dólares. Esto supone un aumento del 61% respecto al total del año anterior, que fue de 32.900 millones de dólares, y una cifra que se ha multiplicado por más de 10 desde 2000. La gran mayoría de los costes se derivan de lesiones y muertes.

Desde 2000, se ha registrado una tendencia creciente hacia los bombardeos y explosiones menores y una disminución en los grandes ataques contra la propiedad, que se definen como aquellos que causan daños por valor de más de un millón de dólares.

Las pérdidas por el terrorismo en 2014 fueronde 52.900 millones de dólares, en comparación con los 1,7 billones de dólares de pérdidas por crímenes violentos y homicidios. Esto equivale a una cifra 32 veces menor.


Las respuestas gubernamentales
A medida que aumenta la actividad terrorista, también se incrementa la inseguridad dentro de las sociedades, y los gobiernos responden a ella gastando en medios para la lucha contra el terrorismo, en agencias de seguridad nacional y en el Ejército.

Desde el 11 de septiembre, diversos gobiernos nacionales, entre ellos el de Estados Unidos, han ampliado significativamente su arquitectura de seguridad nacional. Las agencias de seguridad nacional son definidas generalmente como organizaciones gubernamentales encargadas del seguimiento, la recopilación y el procesamiento de información con fines de inteligencia y contrainteligencia. Según la investigación de Hippner y el Instituto para la Economía y la Paz (IEP en sus siglas en inglés), los costes de las agencias de seguridad a nivel global ascendieron a 117.000 millones de dólares en 2014. Las actividades de estas organizaciones están relacionadas con una variedad de funciones de seguridad y no es posible desagregar la proporción de la actividad de las agencias de seguridad nacional que está específicamente relacionada con la actividad terrorista.

Estados Unidos acumula el 70% del total del gasto mundial en agencias de seguridad nacional. Se estima que de 2001 a 2014 el gasto en agencias de seguridad interna en EE UU ha sido de 1,1 billones de dólares, una media de 73.000 millones al año. Aunque el gasto en agencias de seguridad nacional no se dedica en exclusiva a la lucha contra el terrorismo, es un componente importante de la mayoría de las agencias de inteligencia en el mundo desarrollado. Se calcula que el 44% de los gastos efectuados por los organismos de seguridad nacional de Estados Unidos se dedica a actividades antiterroristas. En el Reino Unido el 81% de los recursos del presupuesto del MI5 se destina a la lucha contra el terrorismo nacional e internacional. El gasto del MI5 para actividades antiterroristas relacionadas únicamente con Irlanda del Norte ascendió a más de 2.280 millones de dólares en 2014. Esto pone de relieve la gran inversión que para los diversos gobiernos supone hacer frente a los grupos terroristas clandestinos.

Los gastos directos en la contención del terrorismo son en general mucho mayores que las pérdidas económicas causadas por este. Por ejemplo, en 2014 EE UU gastó 115 dólares per cápita en las agencias de seguridad nacional. Sin embargo, las pérdidas económicas per cápita causadas por el terrorismo fueron de solo 61 centavos de dólar por año. Esto no significa que se debería gastar más o menos en la contención del terrorismo porque los datos fundamentales para saber cómo de efectivo es cada dólar que se gasta en la lucha antiterrorista simplemente no están disponibles. Además, debido a que los sucesos terroristas tienen una naturaleza de cisne negro, en el sentido de que pueden ser grandes, impredecibles y ocurren con poca frecuencia, los marcos de riesgos racionales son muy difíciles de aplicar al gasto contra el terrorismo.

A la inversa, cuando se observa el ratio equivalente en relación a la violencia interpersonal y el gasto policial, Estados Unidos gasta 281 dólares per cápita en servicios policiales y se encuentra pérdidas por valor de 988 dólares per cápita derivadas de homicidios y asaltos violentos. Un ratio similar de gasto respecto a pérdidas es el que puede apreciarse en el Reino Unido, donde las pérdidas per cápita por terrorismo fueronde solo 15 centavos de dólar, mientras que se gastaron 40 dólares per cápita en programas de lucha contra el terrorismo. En contraste, el Reino Unido tenía un promedio de 888 dólares per cápita en pérdidas por violencia interpersonal en comparación con los 231 dólares de gastos para la contención de esa violencia mediante actividad policial. Las comparaciones relativas de gasto policial frente a gasto de las agencias de seguridad nacional en Estados Unidos y el Reino Unido revelan que se dedica más gasto por crimen a la prevención de la violencia del terrorismo que a la violencia interpersonal. El importante gasto en la lucha contra el terrorismo pone de relieve el impacto que el miedo al terrorismo tiene en la población general.
¿Cómo afecta al crecimiento económico?
Muchos países que experimentan altos niveles de terrorismo también tienen altos niveles de conflicto armado interno. Como consecuencia, es difícil separar los efectos del primero sobre el rendimiento económico de estos países del impacto económico del conflicto.

Si bien el crecimiento económico y la producción pueden verse afectados negativamente por actos de terrorismo, no existe una relación uniforme en todos los países. La literatura que define los efectos económicos indirectos del terrorismo muestra resultados diversos y a menudo contradictorios. Además, el efecto que tiene el terrorismo sobre la producción se ve significativamente afectado por el tipo de gobierno, el nivel de desarrollo y la ubicación.

La naturaleza variada del terrorismo, la resiliencia de una economía y el nivel de seguridad son todos factores que influyen en determinar lo costoso que puede ser el terrorismo para la economía de un país. La investigación muestra que los atentados del 11-S tuvieron poco efecto sobre la inversión extranjera directa estadounidense, y que la IED en España de hecho aumentó en 6.000 millones en 2005 tras los atentados contra los trenes de Madrid de 2004. Por el contrario, la disminución de los flujos de IED en los 80 y 90 fue atribuida al terrorismo en Grecia y España y calculada en el equivalente a 500 millones de dólares para cada nación. Del mismo modo, el efecto del terrorismo sobre la IED en Nigeria fue sustancial. Se ha estimado que los flujos de inversión extranjera directa cayeron en 6.100 millones de dólares en 2010 a causa de Boko Haram, lo que representa una disminución de casi el 30% con respecto al anterior año fiscal. Esto se ve respaldado además por un estudio reciente que encontró que las tasas de crecimiento del PIB de los 10 países más afectados por el terrorismo habían disminuido entre el 0,51% y el 0,8%, al tiempo que se reducía el crecimiento
de la inversión entre el 1,3% y el 2%. Utilizando una metodología similar, el IEP ha calculado que Irak ha perdido 159.000 millones de dólares desde 2005.

Aunque el terrorismo tiene un impacto en los resultados económicos, este solo es visible en Estados que experimentan un gran número de ataques. El terrorismo a menudo se produce en países con limitada capacidad institucional o bajos niveles de desarrollo. En estas circunstancias, los sucesos terroristas pueden tener un efecto significativo sobre la producción, la inversión y el crecimiento.

Traducción Natalia Rodríguez.
El índice de paz global(global peace index, en inglés) es un indicador que mide el nivel de paz de un país o región. Lo elabora el Institute for Economics and Peacejunto a un panel internacional de expertos provenientes de institutos para la paz y think tanks, junto con el Centre for Peace and Conflict Studies, de la Universidad de Sydneycon datos procesados por la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist. La lista se publicó por primera vez en mayo del 2007 y luego en mayo del 2008, 2 de junio 2009, 10 de junio de 2010, 25 de mayo de 2011 y más recientemente en junio de 2012, afirmando ser el primer estudio en establecer una clasificación de los países en función de su ausencia de violencia. La clasificación incluye 158 países (121 en 2007). La concepción de dicho estudio fue obra del empresario australiano Steve Killeleay ha recibido el apoyo de personalidades como el Dalái Lama, el arzobispo Desmond Tutu, Muhammad Yunus, la ex-presidenta de Irlanda Mary Robinsony el ex-presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter.1Los parámetros considerados en el estudio incluyen variables internos como los niveles de violencia y criminalidad, pero también externas, como el gasto military las guerras en las que se está participando.

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