Saturday, November 28, 2015

Venezuela, elecciones y fraudes

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Venezuela, elecciones y fraudes





Una experiencia. La votación de noviembre 1952 sorprendió a la oposición y al gobierno. Con absoluta ausencia de escrúpulos y las armas, Pérez Jiménez se impuso. Las elecciones son uno –no el único- de los instrumentos para desplazar la dictadura; el mejor, por pacífico y participativo, facilita la transición a la democracia. Es posible ganar y cobrar. En Venezuela el 6 de diciembre, el gobierno cree que puede perder, y perderá; la oposición cree que puede ganar, y ganará. ¿Qué pasará el 7 de diciembre? Todo depende de estar preparados para el día siguiente.
Alejandro Arratia Guillermo
Iberoamericanos Blog
Noviembre 19, 2015
http://www.iberoamericanos.com.es/venezuela-elecciones-y-fraude/
El fraude electoral perpetrado por Marcos Pérez Jiménez en 1952 es conocido y comentado con cierta frecuencia. Unión Republicana Democrática (URD), uno de los tres partidos nacionales importantes para la época, concentró el apoyo de la población y ganó ampliamente las elecciones al gobierno. El Consejo Supremo Electoral y la prensa dieron los primeros resultados, la dictadura impuso el silencio, cambió actas y nombró presidente provisional a Pérez Jiménez. La Asamblea Nacional Constituyente, producto de la trapacería oficial, el 19 de abril 1953 lo invistió con el "honor" de presidente Constitucional. Múltiples detalles compiten en importancia histórica, o como experiencia política, hoy queremos hacer referencia a una situación menos comentada, quizás por poco heroica.

Los resultados de las elecciones sorprendieron a tirios y troyanos. La oposición estupefacta; el gobierno, casi igual; pero con la absoluta ausencia de escrúpulos y las armas de su lado, se impuso. Héctor Rodríguez Bauza, un actor en primera línea de aquellos sucesos, los explica con sencilla e insustituible prosa en el libro testimonial de reciente publicación, Ida y vuelta de la utopía (2015):
<<otro capítulo de esta "comedia de las equivocaciones" en que ha devenido la historia de Venezuela. El cuadro que surge de las elecciones, desconcierta a todos por igual:

El gobierno creía ganar y perdió

La oposición creía perder y ganó.

En efecto, el gobierno nunca pensó que pudiera perder, y no preparó el fraude electoral, para luego querer hacerlo.

[…]

Nosotros nunca pensamos que íbamos a ganar. […] Estábamos seguros no solo de que harían el fraude previo, también pensábamos que el miedo, la debilidad y relativa desorganización del movimiento popular harías difícil la victoria>>

Desconcierto y crisis general. En las fuerzas armadas aún quedaban mandos militares democráticos para quienes la dictadura representaba un período transitorio. El presidente del Consejo Supremo Electoral renunció y la mayoría de los miembros del Consejo se negaron a firmar las actas falsificadas. URD, cautivo de la misma incertidumbre de toda la oposición, no pudo ni quiso ni se atrevió a encabezar un movimiento nacional contra la usurpación y buscó el acuerdo y las combinaciones de palacio. COPEI no estaba preparado para la derrota del gobierno y no hizo mayor oposición al fraude. Los socialcristianos tenían posiciones encontradas en cuanto a la relación con la dictadura. Adecos y comunistas, sin coordinación, improvisaban llamados a la resistencia.

Las elecciones en dictadura dejan enseñanzas -como siempre, salvando las diferencias y respetando las particularidades- hay que repasarlas antes de presentar un nuevo examen. Los opositores del ’52 hicieron una excelente campaña electoral y fueron premiados con la mayoría de los votos. Descuidaron el "pequeño detalle": confrontaban un adversario que utilizaba las elecciones obligado por las circunstancias, pero sin pensar en abandonar el gobierno. Para las dictaduras no existe la alternabilidad, eso es invento de los demócratas. Fue históricamente imperdonable no estar preparado para las diversas artimañas desde el poder. ¿Y en años recientes? Ahora ¿están tomadas las previsiones ante las posibles marrullerías?

Las elecciones son uno –no el único- de los instrumentos para desplazar la dictadura; el mejor, por pacífico y participativo, pues facilita la transición a la democracia. Es posible ganar y cobrar. En Latinoamérica hay experiencias: Manuel Odría, en Perú, convocó elecciones en 1956, perdió y entregó; Joao Baptista Figueiredo, en Brasil, perdió la mayoría y cedió el poder en 1985. Actualmente en Birmania (rebautizada Myanmar por los dictadores) ocurre un proceso sugestivo: la Liga Nacional para la Democracia (NLD), el partido de Aung San Suu Kyi (Premio Nobel de la Paz 1991), ganó con el 75% de los votos (el ventajismo oficial exigía 67% para controlar el parlamento). La dictadura de 50 años desconoció un triunfo similar en 1990, ahora va a entregar el poder y el NLD podrá formar gobierno.

En Venezuela, el 6 de diciembre, el gobierno cree que puede perder, y perderá; la oposición cree que puede ganar, y ganará. ¿Qué pasará el 7 de diciembre? <<Los dados están cargados en las elecciones de Venezuela>> dijo en Madrid, Oscar Arias (ex presidente de Costa Rica y Nobel de la Paz). Las decisiones se toman en la Habana. Un cuadro complicado, pues Cuba -milagrosamente transformada en potencia petrolera- no puede correr riesgos con la provincia de Venezuela. En la isla la apertura producirá dividendos a largo plazo; por los momentos no llegan los dólares, y cuatro turistas más son insuficiente en la anti-economía comunista. Panorama complicado; sin embargo, que no arrebaten el triunfo en las parlamentarias depende de estar preparados para el día siguiente.
De los libros

<<Si me he detenido un poco en el relato de lo sucedido en 1952, es porque pienso que los dirigentes democráticos deben tener conocimiento de las experiencias y errores cometidos anteriormente para no reincidir. Esperemos que para las elecciones futuras tengamos los planes de contingencia que sean necesarios. Tengamos claro que las elecciones son un proceso conformado por tres etapas: La campaña electoral, el acto electoral y las consecuencias de los resultados del acto electoral. Para cada una de esas fases del proceso debemos estar preparados y tener alternativas. Las alternativas no brotan espontáneamente. Hay que prepararlas con gran cuidado y para esto es sumamente importante, básico, la información. Solo la información nos salva de cometer errores que luego lamentaremos>> (p.117)
Rodríguez Bauza, Héctor (2015): Ida y vuelta de la utopía. Edit. Punto. Caracas.

Alejandro Arratia Guillermo. Venezolano, residenciado en Madrid. Sociólogo por la Universidad Central de Venezuela (UCV) y magíster en Comunicación en las Organizaciones de la Universidad Complutense de Madrid. (UCM). Investigador en Ciencias Sociales. Profesor (J) de Estructura y Teoría Social en la Escuela de Psicología (UCV). Experto en gerencia de la administración pública. Jefe de la Oficina Central de Personal (OCP) de la Presidencia de la República de Venezuela (1991-1999). Autor del libro, Ética y Democracia en Fermín Toro. Editorial Monte Ávila, Caracas, 1993. Coautor del cuaderno de formación, ¿Qué es el seguro de paro forzoso? Editores INAESIN. Caracas, 1990 y del libro, Sociología de las Organizaciones Editorial CEATPRO. Caracas, 2003. Ha publicado artículos en revistas especializadas que recogen su amplia experiencia, entre otros: "Introducción al estudio de la noción Organización" (2006), "Anotaciones para el estudio del aparato administrativo público" (2007) y "La ineficaz sabiduría anticorrupción" (2008). Es miembro de la Asociación Madrileña de Sociología (AMS) y del Consejo Académico del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE Libertad). Actualmente se dedica a la investigación y publicación de trabajos acerca de América Latina y el Caribe; además, está coordinando la publicación de un libro sobre la región, en el que participan profesores españoles y venezolanos.

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