Thursday, December 29, 2016

La batuta de Gustavo Dudamel recibirá al 2017

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2017 entrará por la Sala Dorada del Musikverein. El complejo abrirá las puertas una vez más para el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, tradicional encuentro que se celebra cada primero de enero desde 1941.

En esta nueva edición, la número 76, los músicos seguirán la batuta de Gustavo Dudamel. Con 35 años de edad, el venezolano es el director más joven en dirigir este popular concierto. “La Filarmónica de Viena lo ha elegido por votación y está muy contenta de poder trabajar con él. Será un debut para él, y los músicos esperan un concierto lleno de energía”, informó una portavoz de la orquesta a principios de 2016.

El larense se convertirá en el segundo latinoamericano en dirigir el concierto que es seguido en los más de 90 países donde se transmite por televisión y que suele registrar una audiencia de entre 40 millones y 50 millones de espectadores en el mundo. El primer maestro latinoamericano en llevar la batuta de esta gala fue el argentino-israelí Daniel Barenboim, que estuvo presente en 2009 y en 2014. 

Como todos los años, el programa se centrará en los valses, polkas, galops y marchas de Johann Strauss, padre, y de sus tres hijos, Johann II, Josef y Eduard. El recital se divide en dos partes con un interludio. En el primer apartado la orquesta interpretará la “Marcha Nechledil” de Franz Lehár; “Los Patinadores” de Emite Waldteufel; “Solo hay una ciudad imperial, solo hay una Viena”, “La llamada infernal de Mefisto”, “No estamos angustiados”, todas de Johann Strauss II; y “Alegría del invierno” de Josef Strauss.

La segunda parte del concierto incluye la obertura de “La dama de espadas” de Franz von Suppé, “¡Vamos adentro!” de Carl M. Ziehrer, “La salida de la luna” de Otto Nicolai. De Johann Strauss se ejecutarán “II Pepita”, "II Rotonda”, “II Los extravagantes”. De Johann Strauss II se escucharán “¡A bailar!”, “Las mil y una noches” y “Tic-tac”.

Luego de cumplir con el repertorio, la orquesta realiza tres repeticiones o bises. Durante la segunda repetición (“El Danubio Azul”, de Johann Strauss II), el público interrumpe con aplausos en los primeros compases y el director, en representación de la orquesta, desea al público un Feliz Año Nuevo. Para cerrar la velada, las palmas del público siguen el ritmo de la “Marcha Radetzky” de Johann Strauss.

Este programa es el mismo que se ejecutará en dos conciertos previos: un ensayo general que se realizará el viernes, un recital de Noche Vieja pautado para el sábado. 

El italiano Renato Zanella será el coreógrafo del concierto, cuya transmisión suele estar acompañada con escenas de danza clásica. Diez bailarines del Ballet Estatal de Viena fueron filmados en el Palacio Hermesvilla de Viena bailando el vals “¡Vamos adentro!” y la polca rápida “¡A bailar!”. El vestuario de los bailarines es de Christ of Cremer.

En la sala del Musikverein hay 1.744 butacas y espacio para que 300 personas estén de pie. De ese total, 700 puestos están dispuestos para la venta (los precios suelen superar los 1.000 euros) y el resto se sortea entre las más de 60.000 solicitudes que llegan de diversas partes del mundo. (Las inscripciones se abren anualmente entre el 2 y el 23 de enero y los ganadores son notificados en marzo).

Las primeras filas del Concierto de Año Nuevo están reservadas para personalidades, anunciantes del evento y amigos de los músicos.
 
90 Países verán la transmisión del concierto en vivo. La emisión suele registrar una audiencia de entre 40 millones  y 50 millones de espectadores.

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