THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
jueves 21 de febrero de 2013 12:00 AM
No debió ser muy gracioso salir de la Cancillería para encargarse de la economía venezolana, y que lo primero que le dijeran a Nicolás Maduro fuera: "Tienes que devaluar". De no estar enfrascado en los dimes y diretes de un Gabinete económico, pasó a encabezarlo y de golpe y porrazo su primera decisión fue nada menos que devaluar la moneda y aplicar correctivos. Se le notó, por la cantidad de afirmaciones en la prensa que lo primero que habrá preguntado fue algo como: Pero bueno vale ¿y dónde están los reales? Con un barril de petróleo a ciento y pico. Pues los reales no están.
Pero Maduro como canciller sabe que de cada 100 dólares que le entraron a Arabia Saudita, se quedaron con 63. Lo mismo ocurrió con Qatar, con los Emiratos o con Noruega. Sabe que los más listillos fueron los chinos, que de cada 100 dólares que recibieron se quedaron con 75, hasta llegar a tener 1,6 trillones (millones de millones de dólares) invertidos nada menos que en bonos del tesoro estadounidense a diciembre del 2012 (Reserva Federal) y otra tanto más en deuda europea. En fin, que sabe que los chinos y los rusos terminaron siendo hoy los más grandes inversionistas de Estados Unidos.
Pero hoy en plena devaluación y en pleno boom petrolero, Nicolás Maduro se ha dado cuenta de lo mismo que vienen gritándole algunos sectores serios de la oposición, que de los 980 millardos de dólares que entraron al BCV (sin contar lo que no le entró) de cada 100 dólares que ingresaron, 99 dólares se pintaron de colores. Pero la explicación debió ser aún más terrible, porque seguramente lo primero que le vino a la cabeza fue confirmar que los dólares se estaban regalando. Le habrán resonado aquellas palabras de Chávez en el 2011 "vean ustedes la arepera, a 7,50 la arepa.. ¡precio único eh! "¿cuánto vale un café grande con leche?, cinco", "El almuerzo a 18 bolos", "Maduro ¿cuál es la que más te gusta a ti?"- (AP#372 pág. 12).
Pronto entendió Nicolás Maduro que lo segundo más barato que existe en nuestro país, es el billete verde. Incluso irónicamente habrá podido hacer un chiste, "el dólar es tan, pero tan barato, que cuesta menos que un café en una arepera socialista". El dólar, es tan pero tan barato en Venezuela, que por el precio de un almuerzo navideño en una arepera socialista, se pudieron comprar 12 dólares. Una arepa Socialista "Solidaria" en Venezuela es más cara que un dólar, y una Arepa Socialista "Especial" cuesta 3,5 dólares (Aporrea 31/7/11), por lo que Maduro habrá pensado que cuesta lo mismo comprarla en Miami o en Madrid.
Habrá sacado cuentas y pensado que en 2012 era más barato un plato de sopa en un restaurant barato de París, que en una arepera Bolivariana (precio obtenido de Prensa Minppal) o que el plato navideño (hallaca y pernil incluidos) en establecimientos venezolanos en Barcelona o en Múnich era más barato que en una arepera socialista. El despilfarro de los dólares y la magnitud del drama está reseñado por la oposición diariamente, por todos los economistas del país que desde el 2000 alertaban la incongruencia de una política monetaria desbocada. Lo sabía todo el mundo en Venezuela, menos el gobierno.
Y así llegó la devaluación, que sigue dejando al dólar más barato que una arepa socialista de las solidarias (léase jamón y queso, caraota, queso blanco y sardina) (ibid. Aporrea). Y la presión continuará siendo brutal porque cualquier colombiano que compró dólares en 2003 a 2.800 pesos, hoy tendría que vender los dólares a 1.800 y habría perdido nada menos que 1.000 pesos por dólar producto de la revaluación, pero por cada venezolano que compró en la misma fecha 1,6 bolívares hoy obtendría 6,3 o una fortuna en el mercado cuya cifra la conoce todo el mundo, pero no se puede ni mencionar.
Los dólares no solo se regalaron y fueron vendidos al irrisorio precio de una arepa solidaria, para pagar el gasto corriente y las necesidades de los pobres, sino que se despilfarraron más o menos así: 120 millardos pagados en servicio de deuda externa, 80 millardos en comida que pudimos producir, 68 millardos de dólares en importación de petróleo, 22 millardos entregados en pago de servicios médicos a extranjeros, 21 millardos en armas de guerra, 12 millardos de dólares en expropiaciones, 78 millardos en importación de vehículos, aeronaves y barcos (Seniat capítulos 85-88) que duplicaron en 8 años el parque automotor venezolano y que duplicó el consumo de la gasolina. 66 millardos en televisores y aparatos eléctricos (Seniat Capítulo 83) 12 millardos en importación de productos que antes se manufacturaban en la CVG, 10 millardos en productos de vestido y calzado que antes se producían en Venezuela y pare Usted de contar.
Bienvenido Nicolás Maduro a las críticas opositoras (serias) que buscan corregir el nuevo despilfarro del último boom petrolero de Venezuela. En sus manos está corregir el rumbo y que la Nación no fracase, esperemos que lo entienda.
Pero Maduro como canciller sabe que de cada 100 dólares que le entraron a Arabia Saudita, se quedaron con 63. Lo mismo ocurrió con Qatar, con los Emiratos o con Noruega. Sabe que los más listillos fueron los chinos, que de cada 100 dólares que recibieron se quedaron con 75, hasta llegar a tener 1,6 trillones (millones de millones de dólares) invertidos nada menos que en bonos del tesoro estadounidense a diciembre del 2012 (Reserva Federal) y otra tanto más en deuda europea. En fin, que sabe que los chinos y los rusos terminaron siendo hoy los más grandes inversionistas de Estados Unidos.
Pero hoy en plena devaluación y en pleno boom petrolero, Nicolás Maduro se ha dado cuenta de lo mismo que vienen gritándole algunos sectores serios de la oposición, que de los 980 millardos de dólares que entraron al BCV (sin contar lo que no le entró) de cada 100 dólares que ingresaron, 99 dólares se pintaron de colores. Pero la explicación debió ser aún más terrible, porque seguramente lo primero que le vino a la cabeza fue confirmar que los dólares se estaban regalando. Le habrán resonado aquellas palabras de Chávez en el 2011 "vean ustedes la arepera, a 7,50 la arepa.. ¡precio único eh! "¿cuánto vale un café grande con leche?, cinco", "El almuerzo a 18 bolos", "Maduro ¿cuál es la que más te gusta a ti?"- (AP#372 pág. 12).
Pronto entendió Nicolás Maduro que lo segundo más barato que existe en nuestro país, es el billete verde. Incluso irónicamente habrá podido hacer un chiste, "el dólar es tan, pero tan barato, que cuesta menos que un café en una arepera socialista". El dólar, es tan pero tan barato en Venezuela, que por el precio de un almuerzo navideño en una arepera socialista, se pudieron comprar 12 dólares. Una arepa Socialista "Solidaria" en Venezuela es más cara que un dólar, y una Arepa Socialista "Especial" cuesta 3,5 dólares (Aporrea 31/7/11), por lo que Maduro habrá pensado que cuesta lo mismo comprarla en Miami o en Madrid.
Habrá sacado cuentas y pensado que en 2012 era más barato un plato de sopa en un restaurant barato de París, que en una arepera Bolivariana (precio obtenido de Prensa Minppal) o que el plato navideño (hallaca y pernil incluidos) en establecimientos venezolanos en Barcelona o en Múnich era más barato que en una arepera socialista. El despilfarro de los dólares y la magnitud del drama está reseñado por la oposición diariamente, por todos los economistas del país que desde el 2000 alertaban la incongruencia de una política monetaria desbocada. Lo sabía todo el mundo en Venezuela, menos el gobierno.
Y así llegó la devaluación, que sigue dejando al dólar más barato que una arepa socialista de las solidarias (léase jamón y queso, caraota, queso blanco y sardina) (ibid. Aporrea). Y la presión continuará siendo brutal porque cualquier colombiano que compró dólares en 2003 a 2.800 pesos, hoy tendría que vender los dólares a 1.800 y habría perdido nada menos que 1.000 pesos por dólar producto de la revaluación, pero por cada venezolano que compró en la misma fecha 1,6 bolívares hoy obtendría 6,3 o una fortuna en el mercado cuya cifra la conoce todo el mundo, pero no se puede ni mencionar.
Los dólares no solo se regalaron y fueron vendidos al irrisorio precio de una arepa solidaria, para pagar el gasto corriente y las necesidades de los pobres, sino que se despilfarraron más o menos así: 120 millardos pagados en servicio de deuda externa, 80 millardos en comida que pudimos producir, 68 millardos de dólares en importación de petróleo, 22 millardos entregados en pago de servicios médicos a extranjeros, 21 millardos en armas de guerra, 12 millardos de dólares en expropiaciones, 78 millardos en importación de vehículos, aeronaves y barcos (Seniat capítulos 85-88) que duplicaron en 8 años el parque automotor venezolano y que duplicó el consumo de la gasolina. 66 millardos en televisores y aparatos eléctricos (Seniat Capítulo 83) 12 millardos en importación de productos que antes se manufacturaban en la CVG, 10 millardos en productos de vestido y calzado que antes se producían en Venezuela y pare Usted de contar.
Bienvenido Nicolás Maduro a las críticas opositoras (serias) que buscan corregir el nuevo despilfarro del último boom petrolero de Venezuela. En sus manos está corregir el rumbo y que la Nación no fracase, esperemos que lo entienda.
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