HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
martes 19 de febrero de 2013 12:00 AM
En mi artículo de la semana pasada "El despelote cambiario actual", analicé algunas de las muchas fallas del sistema cambiario vigente. El vice NM dijo hace un par de semanas que se mejoraría dicho sistema, por lo que yo esperaba que alguito de eso iban a hacer nuestros eximios conductores de la economía, JG y NM. No esperaba mucho, por supuesto, porque no se le pueden pedir peras al olmo, pero sí algo. Iluso que es uno.
Pero ¡oh sorpresa!, ¿qué mejoraron? ¡Absolutamente nada! Veamos.
Lo único de importancia que anunciaron JG y NM fue que el $ pasaba a 6,30, y que se eliminaba el Sitme, esto último por razones que ignoro pues no vi la rueda, pero es claro que fue porque el mismo era chimbo, según confesó JG unos días después. ¿Ahora es que lo vinieron a descubrir?
Todo lo demás de importancia quedó igual.
Conservaron por supuesto el control de cambio, con todas las nefastas consecuencias que mencioné en el artículo anterior: espanta la inversión, base del desarrollo; entraba al aparato productivo; genera mucha burocracia y enorme corrupción; y no evita la fuga de divisas.
Pasaron el cambio de Bs. 4,30 a Bs. 6,30, así que deben haber cuadrado sus cuentas, pero esa subida constituye una devaluación insuficiente que mantiene una gran sobrevaluación del bolívar, con sus negativas secuelas: las exportaciones no petroleras seguirán en cifras miserables; las importaciones continuarán en niveles escandalosamente altos si los petrodólares alcanzan; seguirá la quiebra de empresas con la consiguiente merma de nuestro aparato productivo; y continuarán los absurdos como darle $ a los que viajan por placer, al mismo precio que se los dan a los que traen productos de primera necesidad.
También conservaron la ley de los ilícitos cambiarios, con lo que sigue la tranca para los productores a quienes Cadivi les niegue o rebaje los $ para importar sus insumos, y el BCV seguirá sin poder intervenir en el mercado negro.
Así que en definitiva, nada importante cambió, excepto lo mencionado.
Aprovecho para comentar lo absurdo del Sitme, porque olvidé hacerlo en el artículo anterior. Este sistema consistía simplemente en que el Gobierno, el BCV o Pdvsa emitían bonos en $, y los vendían aquí en Bs. Los compradores daban media vuelta y los vendían en los mercados internacionales en $, obteniendo las divisas que necesitaban o querían. Así, entre otros beneficiarios, les daban más $ baratos a los ricachones que viajaban. ¿Qué sentido tenía todo esto? Aún no lo he entendido, pues era más lógico emitir los bonos, recabar los $, y asignarlos a través de Cadivi, pero como esta gente tiene por costumbre enredarlo todo, usaban esa tortuosa vía.
Otras medidas: en un gesto de noble magnanimidad para con los empresarios privados (a quienes Chávez y los eximios adoran), cambiaron el porcentaje del dinero proveniente de sus exportaciones que éstos pueden retener en divisas, del 30% anterior al 40%, aumento absolutamente ridículo, pues si con la sobrevaluación que tenemos, algún empresario logra la hazaña de exportar algo, deberían dejarlo retener la totalidad de lo que percibe, con lo cual se estimularían algo más las exportaciones. No lo hacen porque son buena gente, ya que el problema es que los empresarios se harían más ricos y no podrían ir al cielo, por aquello del camello y el ojo de la aguja que explicó Chávez.
Además tomaron varias medidas sobre las cuentas en $ abiertas en Venezuela, las cuales no entendí (no hice mayor esfuerzo), pero que evidentemente no tienen ninguna trascendencia.
Aquí en Venezuela hay un dicho que utilizamos cuando alguien pone la torta después de haber hecho algo más o menos bueno: decimos que "Fulano, lo que hace con las manos, lo destruye con los pies". Me gustaría saber cuándo, en materia económica, esta gente va a hacer algo con las manos, pues hasta ahora todo lo que han hecho ha sido con los pies, aunque reconozco que en materia social sí han hecho algunas cosas con las manos.
Pero ¡oh sorpresa!, ¿qué mejoraron? ¡Absolutamente nada! Veamos.
Lo único de importancia que anunciaron JG y NM fue que el $ pasaba a 6,30, y que se eliminaba el Sitme, esto último por razones que ignoro pues no vi la rueda, pero es claro que fue porque el mismo era chimbo, según confesó JG unos días después. ¿Ahora es que lo vinieron a descubrir?
Todo lo demás de importancia quedó igual.
Conservaron por supuesto el control de cambio, con todas las nefastas consecuencias que mencioné en el artículo anterior: espanta la inversión, base del desarrollo; entraba al aparato productivo; genera mucha burocracia y enorme corrupción; y no evita la fuga de divisas.
Pasaron el cambio de Bs. 4,30 a Bs. 6,30, así que deben haber cuadrado sus cuentas, pero esa subida constituye una devaluación insuficiente que mantiene una gran sobrevaluación del bolívar, con sus negativas secuelas: las exportaciones no petroleras seguirán en cifras miserables; las importaciones continuarán en niveles escandalosamente altos si los petrodólares alcanzan; seguirá la quiebra de empresas con la consiguiente merma de nuestro aparato productivo; y continuarán los absurdos como darle $ a los que viajan por placer, al mismo precio que se los dan a los que traen productos de primera necesidad.
También conservaron la ley de los ilícitos cambiarios, con lo que sigue la tranca para los productores a quienes Cadivi les niegue o rebaje los $ para importar sus insumos, y el BCV seguirá sin poder intervenir en el mercado negro.
Así que en definitiva, nada importante cambió, excepto lo mencionado.
Aprovecho para comentar lo absurdo del Sitme, porque olvidé hacerlo en el artículo anterior. Este sistema consistía simplemente en que el Gobierno, el BCV o Pdvsa emitían bonos en $, y los vendían aquí en Bs. Los compradores daban media vuelta y los vendían en los mercados internacionales en $, obteniendo las divisas que necesitaban o querían. Así, entre otros beneficiarios, les daban más $ baratos a los ricachones que viajaban. ¿Qué sentido tenía todo esto? Aún no lo he entendido, pues era más lógico emitir los bonos, recabar los $, y asignarlos a través de Cadivi, pero como esta gente tiene por costumbre enredarlo todo, usaban esa tortuosa vía.
Otras medidas: en un gesto de noble magnanimidad para con los empresarios privados (a quienes Chávez y los eximios adoran), cambiaron el porcentaje del dinero proveniente de sus exportaciones que éstos pueden retener en divisas, del 30% anterior al 40%, aumento absolutamente ridículo, pues si con la sobrevaluación que tenemos, algún empresario logra la hazaña de exportar algo, deberían dejarlo retener la totalidad de lo que percibe, con lo cual se estimularían algo más las exportaciones. No lo hacen porque son buena gente, ya que el problema es que los empresarios se harían más ricos y no podrían ir al cielo, por aquello del camello y el ojo de la aguja que explicó Chávez.
Además tomaron varias medidas sobre las cuentas en $ abiertas en Venezuela, las cuales no entendí (no hice mayor esfuerzo), pero que evidentemente no tienen ninguna trascendencia.
Aquí en Venezuela hay un dicho que utilizamos cuando alguien pone la torta después de haber hecho algo más o menos bueno: decimos que "Fulano, lo que hace con las manos, lo destruye con los pies". Me gustaría saber cuándo, en materia económica, esta gente va a hacer algo con las manos, pues hasta ahora todo lo que han hecho ha sido con los pies, aunque reconozco que en materia social sí han hecho algunas cosas con las manos.
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