Rocío San Miguel
21 Marzo, 2013
El poder en Venezuela se sustenta en el petróleo y la Fuerza Armada Nacional. Una ecuación que ha funcionado a todo lo largo del siglo XX y parece querer mantenerse como impronta de nuestra Nación en la primera parte del siglo XXI. De allí que sea imposible hablar de escenarios Pos-Chávez ignorando el enorme peso especifico que la institución militar está llamada a jugar en el futuro del país.21 Marzo, 2013
El mayor reto para Capriles, en caso de ser elegido Presidente, será el de la definición con acierto de los mandos militares, para contener la amenaza del chavismo radical en la FAN. Y hacerlo sin rebanar promociones, escogiendo a oficiales con ascendencia sobre subalternos y dispuestos a dar estricto cumplimiento a los artículos 328 y 330 de la Constitución. Esa posibilidad existe y es real.
El reto de Maduro será lidiar con las profundas divisiones existentes entre los diversos grupos militares, cada cual con un cacique distinto. Algunos con una acumulación de poder inimaginable en todos los órdenes, poco dispuestos a subordinarse y ser obedientes al nuevo mando presidencial.
Y ustedes preguntarán: ¿Por qué esta amenaza para Maduro no es la misma para Capriles? Maduro arranca su interinato atado de manos en lo militar. Y debe además honrar la voluntad de Chávez, que solo le autorizó a ser su heredero político y no su heredero militar. De allí las invenciones del “Alto Mando Político-Militar” o la de “Comandante Supremo” que hemos visto en estos días para perpetuar en la cadena de mando a un Chávez que ha muerto pero impide claramente a Maduro ejercer a plenitud la jefatura del comando de la FANB. Esto será una constante en la eventualidad de un gobierno de Maduro, complejizándose con la presencia de militares intocables por Chávez que ejercerán su propio poder e impondrán al sistema diferentes centros de gravedad.
Chávez resolvió en su enfermedad la sucesión política, que no llevaba endosada la sucesión militar.
Y la FAN sin un eje solido de poder, se atomiza. Este será el más pesado fardo a cargar por Maduro de ser elegido en la presidencia. En esa hipótesis, estará por verse el nivel de pragmatismo en los grupos militares existentes o el de voracidad. El primero podría conducirlos a la coexistencia. El otro a la destrucción.
Lamentablemente la FAN es una institución que continúa siendo una caja negra en la realidad político nacional. Aun para el PSUV, incluido Nicolás Maduro.
Esperemos que no lo sea para la oposición en los tiempos por venir, donde lo militar tendrá un lugar preponderante en la historia del primer cuarto de siglo de este país.
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