Desandando el camino de Chávez

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Editorial de www.analítica.com

Es necesario que entiendan que ya no son mayoría y que por lo tanto las instituciones deben reflejar la composición real de las fuerzas políticas y sociales del país

Maduro y su gobierno están tratando cada día de encontrar fórmulas para enmendarle la plana a la herencia que les dejó Chávez. Pareciera como si ellos no hubiesen sido parte integral del gobierno en estos últimos 14 años y ahora descubren que los motorizados son anárquicos y los amenazan con todo el peso de la ley si siguen comportándose como se les había permitido. Por otro lado, mientras se sigue demonizando al capital, se reúnen con empresarios para encontrarle un atajo a la crisis alimentaria del país.

Si bien esos hechos en si no son negativos, hace falta mucho más para recomponer el país. En primer lugar tienen que dejar de lado la ceguera ideológica que nos ha llevado al borde del abismo. En segundo lugar, tienen que entender que no hay salida viable sin un gran acuerdo nacional. En tercer lugar, es necesario que entiendan que ya no son mayoría y que por lo tanto las instituciones deben reflejar la composición real de las fuerzas políticas y sociales del país.

Antes de proceder a unas nuevas elecciones que relegitimen el poder es indispensable designar un nuevo CNE que inspire confianza a todos los venezolanos y que tendría que estar integrado por dos representantes del oficialismo, dos de la oposición y el quinto miembro o presidente designado por un común acuerdo.

Pero eso en sí no es suficiente para garantizar la paz y la seguridad, además se requiere la designación de un Contralor General de la Republica que no sea parte del oficialismo, una Fiscalía y Defensoría del Pueblo que no respondan al ejecutivo y por último, un poder judicial plural e independiente.

Y no puede soslayarse la imperiosa necesidad de declarar una amnistía general para todos los presos políticos y de conciencia, civiles y militares.

Sin esto todo lo que se haga serán reformas cosméticas de corto plazo y la crisis seguirá inevitablemente su camino hasta el derrumbe final