La Razón / Enrique Meléndez.- El historiador Guillermo Morón no concibe, según sus palabras, como los políticos de la oposición no apelan al artículo 350 de la Constitución, y mediante el cual se llama al desconocimiento de un gobierno que se considere ilegítimo, como sería este de Nicolás Maduro; pues Morón considera que hasta que no se produzca un recuento de los votos, éste no puede asumirse como primer magistrado.
¿Qué piensa usted del señalamiento que se hace en el sentido de que se ha producido una especie de golpe de Estado en el Legislativo?
-No se puede hablar de que se ha producido un golpe de Estado en el Legislativo, ya que este es un poder que lo que hace es responsable a medias. Sucede que el legislativo depende del poder Ejecutivo; de modo que todo lo que se haga en el poder legislativo, todo lo que se haga en el poder judicial, todo lo que se haga en el poder electoral y en cualquiera de los otros poderes nacionales no responde sino por el Ejecutivo. En Venezuela se perdió, desde que el presidente Chávez llegó al poder, toda la independencia de los poderes, bajo la tutela del Ejecutivo.
¿Pero no está disolviendo el diputado Diosdado Cabello el parlamento, cuando le niega el derecho de palabra a uno de sus homólogos?
-Por supuesto, y es la primera vez que en Venezuela ocurre un hecho semejante en la democracia; pero también durante el siglo XIX. Hay un acontecimiento que se registra el 24 de enero de 1848, cuando José Tadeo Monagas se convirtió en dictador, y entonces liquidó el poder legislativo. Pero el hecho no fue preparado por el presidente del entonces congreso; sino que ocurrió desde fuera.
-Es decir, que José Tadeo Monagas, en vista de que el congreso era en su mayoría conservador, y llegó a la presidencia bajo la tutela de José Antonio Páez, en un primer momento se asimiló como tal; pero cuando se posesionó en el poder, volvió a lo suyo, puesto que él no era sino del partido liberal. Aquel congreso no se iba a someter a un dictador, y ¿qué hizo Monagas? Acabar con el congreso. Mandó a las fuerzas armadas, hubo muertos, figuras muy importantes. Pero eso no fue orquestado desde adentro del recinto parlamentario, como en este caso de Cabello, sino una agresión del poder Ejecutivo al Congreso. De donde viene la célebre frase de José Tadeo Monagas de que la Constitución sirve para todo.
De acuerdo a una interpretación histórica, esto lo hace Monagas porque aquel Congreso pretendía destituirlo, y él ni corto ni perezoso le sale adelante a la jugada, ¿o no?
-No, así no es. El asunto está en que ese congreso era, mayoritariamente, conservador, y como José Tadeo Monagas había ganado la presidencia bajo el alero de José Antonio Páez, quien se voltea es éste. Entonces el Congreso lo que pretendía era juzgarlo como presidente de la República; cosa que es, perfectamente, natural. El congreso puede juzgar a cualquier alto funcionario, incluyendo, al presidente de la República. Pero, para evitar que lo juzgaran, José Tadeo Monagas, se les adelantó: envió la tropa. Yo lo describo en mi libro sobre la Historia de Venezuela.
¿Pero no hay allí una ruptura con la hegemonía paecista, y de la cual el país ya estaba agotado? ¿No era Páez para el momento una figura todopoderosa?
-Lo que pasa es que José Antonio Páez es el fundador de la República, ésta que tenemos. Porque eso de la primera, de la segunda República, todo eso es falso. Eso no existió. La República de Venezuela existe ya sin solución de continuidad desde 1830, cuando la funda José Antonio Páez. Este fue un buen gobernante, además de haber sido un Libertador.
-Porque quien ganó la batalla de Carabobo fue José Antonio Páez, no Bolívar, y quien sólo participó en esta batalla desde el punto de vista teórico. Pero quien la ganó en los hechos fue Páez. Aunque eso no importa. Pero Páez hizo un buen gobierno, y permitió las elecciones. No gobernó él solo desde 1830 a 1848, sino que hubo varios presidentes, entre ellos, el primer civil que se recuerda, que fue José María Vargas, y a quien le dieron un golpe de Estado. ¿Quién lo restituyó en el poder? José Antonio Páez.
¿Cómo compara usted los parlamentos, que hubo durante los gobiernos de la democracia, con este, manejado por Diosdado Cabello?
-Es que no tiene comparación, porque el parlamento del régimen chavista no se puede considerar tal; sólo con reparar en los golpes, que le propinaron a esos parlamentarios, mientras había un sonriente Diosdado Cabello, disfrutando con la escena de sus lacayos desatados, agrediendo a sus homólogos. Eso, ¿qué es? No se puede comparar uno y otro parlamento. Eso es un atropello, eso es una brutalidad.
-Ahora, eso está apoyado también por quien se dice presidente de la República, a quien yo no reconozco tampoco como legítimo, en tanto no se cuenten los votos. Yo todavía no entiendo por qué los políticos de la oposición no acuden al artículo 350 de la Constitución. Yo lo he mencionado varias veces a lo largo de los años, con motivo de las arbitrariedades de la tiranía de Chávez.
-Me voy a permitir leérselo: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicanaza, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación y autoridad, que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos”. Por tanto este artículo nos invita a desconocer la tiranía de Hugo Chávez, como la dictadura de Maduro.
¿Qué lo llevó a usted a declarar que Henrique Capriles es una especie de reencarnación del Libertador, y que le valió una respuesta de parte de Nicolás Maduro; pues, según él, esta reencarnación la constituye Hugo Chávez?
-Yo no he dicho eso en ninguna parte. Eso es totalmente falso. Yo no he comparado a Capriles ni a nadie con Simón Bolívar. Simón Bolívar es una figura única en la historia de Venezuela, en la historia de América y en la historia Universal. De modo que yo nunca he comparado al nuevo líder de la oposición, y el nuevo líder de la democracia con Simón Bolívar. Sería ridículo compararlos. No, quien dijo que Capriles era descendiente de Bolívar fue un genealogista, y a mí no me interesan las genealogías.
-De modo que para mí lo importante es que Capriles se ha convertido en un dirigente político de primerísimo orden que real y, verdaderamente, creo yo, está por probarse, que ganó las elecciones. Porque es que el CNE ha hecho fraudes y fraudes continuos. De modo que la sospecha que existe en este momento, y por la cual la oposición que está en la AN, así como yo, creemos que el gobierno de Nicolás Maduro no es todavía legítimo. Sería legítimo si se recontaran los votos, y se demostrara que él ganó las elecciones.
¿Se puede considerar que, según dicen los seguidores de Hugo Chávez, él viene a ser el “segundo libertador de Venezuela”, partiendo de la ruptura que él lleva a cabo con respecto a los vínculos que tenía el país con los grandes capitales transnacionales?
-Eso es absolutamente ridículo pensar eso. Chávez ganó, legítimamente, las elecciones del año 1998, ¿por qué? En primer lugar, porque los dos partidos, que gobernaron durante los gobiernos civiles que tuvimos desde 1958 hasta 1998 se deshicieron. AD se convirtió en polvo; el presidente Rafael Caldera destruyó, personalmente, a su partido Social Cristiano Copei, y constituyó un partido, que él llamaba de “el chiripero”. Esto significa que se deshizo el sistema democrático, que había funcionado muy bien, desde 1958 hasta 1998.
-Ahora, ¿en manos de quién llega Chávez a la presidencia? Llega en manos de la burguesía; lo que se conoce aquí en Venezuela como las clases medias altas. Yo lo recuerdo muy bien, andando por todo el país, cuando era escoltado por los ricos de Caracas, por los ricos de Valencia, por los ricos de Maracaibo, por los ricos de Carora, por los ricos de Barquisimeto. ¡Por los ricos de todo el país! De modo que Chávez se hizo rico durante la campaña, ¿por qué?, porque todo el mundo se sugestionó con la idea de que había que apoyarlo, y que iba a gobernar muy bien, y lo que resultó fue lo contrario; que Chávez no era gobernable.
Con motivo de las exequias, que hemos visto a raíz de la muerte de Hugo Chávez, se ha observado todo un pueblo volcado a las calles; mucho llanto, mucho dolor; que es lo que evidencia la condición de líder popular del ex presidente, muy arraigado en el seno de nuestra comunidad. ¿Usted cree que eso amerita que sea llevado al Panteón Nacional?
-¡Claro que no! Pero si fue un tirano. Si Chávez destruyó las instituciones; si Chávez destruyó la economía; si Chávez todavía mantiene a los pobres de la desgracia, que ocurrió en el año 1999 en Vargas, en refugios. Pero si durante 14 años la pobreza ha crecido en Venezuela. Chávez no ha sido sino un magnífico demagogo, y, por supuesto, un hombre con una gran fuerza, una gran inteligencia; porque para ejercer el poder hay que tener una inteligencia especial.
-Lo que pasa es que la inteligencia de los políticos es distinta a la inteligencia suya o a la inteligencia mía o a la inteligencia de un sabio. Hay que tener presente que Chávez se mantuvo en el poder porque, en primer lugar, le entregó Venezuela, nada menos, que a Fidel Castro, tomando en cuenta que quien gobierna este país desde hace años es Fidel Castro. El señor maduro es simple, y sencillamente, un servidor de Fidel Castro.
-¿Qué es lo primero que hizo? No fue ir a Colombia, a Argentina, a Brasil, que son vecinos nuestros. ¡No! Se fue a postrársele a la tiranía de Cuba. Porque esa gente nos gobierna a nosotros a través de Maduro, y aunque yo considero que Chávez es una figura importante para la historia de Venezuela, creo que el más grande error, que él cometió, fue haber entregado Venezuela a Fidel Castro.
Eso que usted dice, como responden los voceros del oficialismo, ¿no forma parte de una campaña anticubana, orquestada por el imperialismo norteamericano?
-¿Cuál imperialismo es ese? EEUU ya no es un imperio. La potencialidad de EEUU ha entrado en su decadencia. Dentro de poco saldrá un ensayo mío, en el cual he trabajado durante 40 años en esta biblioteca, donde estamos ahora, y que lleva por título: “Los Imperios y El Imperio”. Se trata de un ensayo, no la historia de todos los imperios; pues, para escribir la historia de todos los imperios, hay que dedicarle a esa temática la vida entera. Siempre las grandes culturas han producido grandes civilizaciones, y todas imperiales.
-Ahí están los imperios del Africa, los imperios del Asia, los imperios de Europa; los tres imperios Americanos, que son los Mayas, los Incas y los Aztecas, y, desde luego, el auge y la decadencia de EEUU. Este país todavía es un poder; pero ya no es un imperio. El imperio ahora se llama China. De modo que pensar que los EEUU van a intervenir o intervienen a nuestro país, eso es una hipocresía. Porque, ¿quién compra y paga de contado nuestro petróleo? EEUU. ¿De dónde se importa la gasolina? De EEUU. ¿De dónde se importa la mayor parte de los bienes? De EEUU.
A su juicio, ¿estamos ante un régimen de corte socialista y bolivariano, como indican los voceros del oficialismo?
-No, cuál socialista va a ser. El socialismo lo conozco yo en Europa. ¿Sabe dónde hay socialismo? En Suecia, en Noruega. Allá hay socialismo verdadero, en Dinamarca, en Francia. El socialismo que ha existido en Europa sólo ha tenido un fracaso, y que sería en España con el Psoe; porque esta gente destruyó la política del estado del bienestar en este país. De modo que el socialismo puede ser bueno cuando se aplica, adecuadamente; como sucede en los países nórdicos de Europa. Pero en Venezuela no ha habido nunca un socialismo. El presidente Chávez lo que implantó fue una tiranía militar.
¿Cuál es el balance que usted tiene de lo que han sido gobiernos militaristas y gobiernos civilistas?
-Pues muy fácil: nosotros hemos tenido sólo dos períodos democráticos. El primero de ellos lo tuvimos desde 1936, hasta el 18 de octubre de 1945, y con dos militares, curiosamente; que son Eleazar Gómez Contreras, que había sido gomecista toda su vida, y que fue el último ministro de Guerra, como se decía entonces, de Juan Vicente Gómez, y quien, una vez nombrado presidente de la República, de acuerdo la Constitución de la época, lo primero que hizo fue quitarse el uniforme. En segundo lugar, rebajó se siete a cinco años su presidencia. En tercer lugar, comenzó a gobernar civilmente; reordenando todo lo que se podía hacer en ese momento.
-En ese sentido, se puede considerar que el verdadero fundador de la democracia en Venezuela se llama Eleazar López Contreras, e, inmediatamente, viene Isaías Medina Angarita, que también era un general, pero que lo era de conducta moral y también intelectual distinta a la de su antecesor. López Contreras era un hombre que escribía libros, mientras que Medina Angarita era un hombre sencillo. El también se quitó el uniforme. Asimismo, durante el periodo de gobierno del presidente Medina, que fue desde 1941, hasta 1945, hubo una democracia total. Yo estaba ahí; ya yo era un hombre; cursaba los años finales del bachillerato, y era jefe de redacción de El Impulso de Barquisimeto. Durante esos cuatro años no hubo ni un solo preso ni un solo exiliado político.
-Ese es el primer periodo democrático, y el segundo periodo, que es el que más se nombra, que son los gobiernos civiles que tuvimos desde 1958, hasta 1998.
Usted ha sido identificado como un hombre de la derecha, y quien militó en el Movimiento Desarrollista, que aupó Pedro R. Tinoco, como decir, la máxima expresión de la reacción venezolana. ¿Qué piensa usted de esa ubicación donde se le tiene desde un punto de vista ideológico?
-Yo no soy ni derechista ni izquierdista. Yo lo que soy es católico, apostólico y caroreño. Soy un hombre que cree en la democracia, y por eso, cuando comenzó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, a raíz de la muerte de Delgado Chalbaud, siendo yo profesor de secundaria en el liceo Lisandro Alvarado de Barquisimeto, y secretario privado del doctor Carlos Felice Cardot, un gran historiador, mi mamá se dio cuenta de que venía un régimen muy represivo, y así que me aconsejó que lo mejor era que me fuera del país; porque yo todavía no era doctor, y ella quería tener un doctor en su casa.
-Entonces me mandó para España, de modo que el régimen de Pérez Jiménez yo lo pasé en España. Allí me gradué en el año 1954 de doctor en historia, el primer doctor en historia de Venezuela; pero no egresado de la Universidad Central de Venezuela, como me hubiera gustado, sino en España, enviado por mi mamá. No exiliado político.
-De allí pasé a Inglaterra a estudiar, no sólo inglés, sino también a un historiador inglés de nombre Cristopher Thompson. Después de eso, me radiqué en Alemania a terminar de estudiar griego, latín y lo que yo no había podido estudiar aquí en Venezuela. Allá en Alemania fui profesor asistente en la Universidad de Hamburgo de la cátedra de Románicas, cuyo titular era un filólogo, llamado Rudolf Groosmann. De modo que yo me formé en Europa, mas había comenzado aquí, en el Instituto Pedagógico, porque yo lo que soy es maestro de escuela.
¿Cómo ve usted la evolución de los partidos políticos? ¿Piensa que hay una recuperación de los partidos tradicionales?
-De ninguna manera, los partidos de la democracia: AD, Copei, el PCV, URD y otros, cuyo nombre no recuerdo; esos fenecieron. El hecho de que todavía exista AD y Copei, no significa que cuenten aún con la fuerza, que ostentaron en otra época, a lo largo de 40 años de democracia. Ahora no son los partidos políticos los que están activos, como sí el pueblo, principalmente, la juventud. La mayor parte de la gente que votó por Capriles son jóvenes, y a los que no los pudo atraer el chavismo, y, a ese respecto, fracasó, es decir, ellos querían basar la fuerza del chavismo en la juventud, en especial, la juventud de los barrios, y fue esta juventud la que votó contra Maduro.
-Yo conozco a Chávez y conozco a toda su familia; puesto que llevé trato con su papá y con su mamá, y te repito que su más grande error, con independencia de los otros garrafales que cometió, fue haberse entregado a Fidel Castro, y ese es un error que le cobra el pueblo.
¿Cómo conoció usted a la familia de Chávez? ¿En qué condiciones lo conoció?
-Mi hermano mayor Armando, que fue superintendente de educación escolar desde 1952, hasta 1958 comenzó por el pueblito, donde nació Chávez, Sabaneta de Barinas. El papá de Chávez por entonces tenía una escuelita de tres grados. El era un hombre del campo, que no pasaba de usar alpargatas, pero era un buen maestro de escuela, y la que barría la escuela era la mamá de Chávez. Mi hermano escogió Sabaneta de Barinas, porque el pueblo más lejano, que tenía asignado en su jurisdicción, y allá conoció al papa de Chávez.
-Mi hermano convirtió esa escuelita de tres grados en una de seis grados. En ese sentido, se llevó a dos primos nuestros, que eran maestros profesionales, y a Hugo de los Reyes lo hizo normalista por correspondencia, repartiendo entre ellos los diferentes grados, mientras que a la barrendera, que es hoy en día doña Elena de Chávez, la nombró bedel. El cargo de bedel en una escuela era, sumamente, importante. De modo que por esta vía, unido a vínculos que tengo con Barinas, yo conocí a los Chávez, pues me pareció que era una familia muy distinguida, muy humildes, sólo que cuando llegó Hugo Rafael al poder se hicieron multimillonarios.
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