CLAUDIO
NAZOA @CLAUDIONAZOA
¿Serán los cuentos infantiles, la
razón de tanta delincuencia desatada? Veamos:
1.- La caperucita roja
Irresponsabilidad materna,
sadismo, asesinato, gerontofilia y travestismo.
Una madre irresponsable envía
sola y con una minifalda roja a una pequeña de siete años quien, para llegar a
casa de su abuelita, debe cruzar un espeso bosque en donde vive un animal
sádico que persigue a niñas indefensas. Otro personaje de este cuento es el
lobo, quien además de sádico y travesti, padece también de una desviación
llamada gerontofilia, es decir, no encuentra satisfacción sexual sino
acostándose con viejitas. En el cuento, el lobo se raspa a la vieja y a falta
de Perrarina, se “jarta” a la abuela. Luego se disfraza con la ropa de ella,
pero la cosa no termina allí, de pronto aparece el amante de la abuela (el
cazador), y delante de la niña (la caperucita) mata al lobo, le abre la barriga
y saca a la anciana medio digerida pero viva.
2.- Hansel y Gretel
Privación ilegítima de la
libertad, maltrato físico a menores, práctica de brujería y canibalismo.
Dos inocentes niños pasean por un
horrible bosque. Se encuentran con una casita de chocolate que resulta ser una
trampa de una bruja caníbal, que acostumbra encerrar a los niños para
engordarlos y luego comérselos.
3.- Juancito y las habichuelas
mágicas
Incitación a la insalubridad
pública, invasión a la propiedad privada, estafa y asesinato.
Juancito es un niño irresponsable
y medio pendejo. La mamá lo manda con una vaca a hacer cola en un mercado para
que la cambie por comida, ya que se están muriendo de hambre debido al
desabastecimiento. En el camino, se encuentra con un estafador que le cambia la
vaca por tres caraotas gigantes, diciéndole que son mágicas. Llega a su casa y
la mamá, con toda razón, le da una pela y arroja las semillotas por la ventana.
En la noche creció una mata de caraota gigantesca. El niño sube por ella y al
final, encuentra un castillo en donde vive un gigante, quien es engañado por
Juancito y lo empuja desde las nubes. El gigantón cae muerto en medio del
pueblo.
Transcurridos tres días, nadie
pudo mover los cuarenta metros del cadáver del gigante, quien, al pudrirse,
desató una gigantesca epidemia que acabo con todos los personajes de este
cuento y con los personajes de otros libros de la biblioteca.
Don Quijote de La Mancha, saltó
de un grueso libro con su Rocinante, lanzando una españolada digna de él:
¡Joder!, ¿podrían ponerme lejos de los cuentos infantiles?
Vía El Nacional
Que pasa Margarita
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