Nueva York, Estados Unidos.- Vianel García cuenta con una
vista privilegiada desde su peluquería en el barrio neoyorquino de East Harlem:
al frente tiene la escuela que el papa Francisco visitará en septiembre.
Así que la dominicana ya ha invitado a toda su familia a dormir en el establecimiento la noche anterior al 25 de septiembre, con la esperanza de que sus parientes no se pierdan al pontífice cuando llegue al barrio hispano de Manhattan, destacó AP.
"Las clientas también quieren venir pero no tenemos tanto espacio", comenta García, de 35 años, quien también quiere poner un cartel en la entrada que diga "Bienvenido Papa".
Hispanos de todas las nacionalidades en la costa noreste de Estados Unidos empiezan a pensar ya en la visita del pontífice argentino: piden entradas en sus parroquias para poder ir a verle y organizan viajes a Filadelfia para acudir al Encuentro Mundial de las Familias, donde el papa podría hablar ante más de un millón de personas.
Otros se esmeran en organizar talleres en sus iglesias sobre las enseñanzas de Francisco y cómo aplican éstas a los inmigrantes y las dificultades que pasan.
Todavía faltan dos meses para que el papa aterrice en suelo estadounidense y las arquidiócesis de Washington DC, Nueva York y Philadelphia no han repartido aún entradas para sus actos, pero el entusiasmo ya se palpa en el ambiente.
"Hay una sencillez que él tiene, para decirle a la gente sus verdades", comenta Alma Reyes, una mexicana de 53 años que limpia casas y que viajará en autobús el sábado 26 de septiembre a Philadelphia. "Lo que él habla lo habla desde el corazón. Es espontáneo", añadió.
En su iglesia del condado de Queens, la iglesia de San León, Reyes está ayudando a organizar una serie de charlas para hablar sobre el papa y lo que éste enseña en base a una encíclica suya titulada La alegría del evangelio.
"Todos somos indocumentados y en la encíclica se habla de todo eso: del racismo, las dificultades... son temas que nos afectan a los hispanos", dijo Reyes, quien organiza los talleres como parte del grupo Faith in New York, una federación de congregaciones que forma parte de la red de grupos religiosos PICO National Network.
El mensaje de Francisco, el primer papa latinoamericano, resuena con fuerza entre los inmigrantes. Con frecuencia el pontífice ha condenado la indiferencia ante el drama de la inmigración ilegal y ha pedido más implicación de los gobiernos en su ayuda a inmigrantes.
Se calcula que 55,4 millones de hispanos viven en Estados Unidos, lo que representa la mayor minoría del país. Según el Centro de Investigación Pew, 11 millones de inmigrantes viven sin autorización en la nación y de éstos aproximadamente el 78% son hispanos. El mismo centro asegura que más de la mitad de los hispanos adultos en Estados Unidos son católicos.
Francisco llegará a Washington el 22 de septiembre y luego pasará por Nueva York y Philadelphia. Se reunirá con niños hispanos y afroamericanos en la escuela católica de East Harlem Our Lady Queen of Angels y justo después, en el gimnasio del recinto, con inmigrantes, refugiados y menores centroamericanos que cruzaron la frontera solos y que son ayudados por el grupo Caridades Católicas.
El Papa "es hijo de inmigrantes. El comprende el problema de los inmigrantes", opina el reverendo argentino Carlos Mullins, quien lleva 40 años en Nueva York y conoce a Francisco. "Sabiendo que los inmigrantes están esperando la reforma migratoria, seguro habla de eso", agregó.
Abel Núñez, director ejecutivo, del Central American Resource Center en Washington DC, más conocido como Carecen, cree que muchos hispanos viajarán desde otros estados para ver al pontífice.
"Él ha dicho muchas cosas en la defensa de los pobres, de los humildes...Eso ha traído un orgullo. No es sólo su herencia latina, son también las posiciones que está tomando", dijo Núñez.
En la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, en Queens, donde casi todos los feligreses son hispanos, el equipo pastoral ha organizado reuniones mensuales en septiembre para dialogar sobre los mensajes del pontífice.
"Es un entusiasmo respetuoso", dijo el padre Raymond Roden. "No como si viniera una estrella de cine, sino que se siente como si viniera un abuelo querido". acotó.
En Washington, la iglesia católica ha invitado a los residentes de la capital a comprometerse por escrito a rezar o realizar actividades comunitarias como una manera de homenajear al pontífice.
Los hispanohablantes pueden enviar sus compromisos al sitio web en español https://walkwithfrancis.org/en-espanol, publicarlos en las redes sociales usando #CaminaConFrancisco, o simplemente entregarlos por escrito en una misa prevista a comienzos de septiembre.
Así que la dominicana ya ha invitado a toda su familia a dormir en el establecimiento la noche anterior al 25 de septiembre, con la esperanza de que sus parientes no se pierdan al pontífice cuando llegue al barrio hispano de Manhattan, destacó AP.
"Las clientas también quieren venir pero no tenemos tanto espacio", comenta García, de 35 años, quien también quiere poner un cartel en la entrada que diga "Bienvenido Papa".
Hispanos de todas las nacionalidades en la costa noreste de Estados Unidos empiezan a pensar ya en la visita del pontífice argentino: piden entradas en sus parroquias para poder ir a verle y organizan viajes a Filadelfia para acudir al Encuentro Mundial de las Familias, donde el papa podría hablar ante más de un millón de personas.
Otros se esmeran en organizar talleres en sus iglesias sobre las enseñanzas de Francisco y cómo aplican éstas a los inmigrantes y las dificultades que pasan.
Todavía faltan dos meses para que el papa aterrice en suelo estadounidense y las arquidiócesis de Washington DC, Nueva York y Philadelphia no han repartido aún entradas para sus actos, pero el entusiasmo ya se palpa en el ambiente.
"Hay una sencillez que él tiene, para decirle a la gente sus verdades", comenta Alma Reyes, una mexicana de 53 años que limpia casas y que viajará en autobús el sábado 26 de septiembre a Philadelphia. "Lo que él habla lo habla desde el corazón. Es espontáneo", añadió.
En su iglesia del condado de Queens, la iglesia de San León, Reyes está ayudando a organizar una serie de charlas para hablar sobre el papa y lo que éste enseña en base a una encíclica suya titulada La alegría del evangelio.
"Todos somos indocumentados y en la encíclica se habla de todo eso: del racismo, las dificultades... son temas que nos afectan a los hispanos", dijo Reyes, quien organiza los talleres como parte del grupo Faith in New York, una federación de congregaciones que forma parte de la red de grupos religiosos PICO National Network.
El mensaje de Francisco, el primer papa latinoamericano, resuena con fuerza entre los inmigrantes. Con frecuencia el pontífice ha condenado la indiferencia ante el drama de la inmigración ilegal y ha pedido más implicación de los gobiernos en su ayuda a inmigrantes.
Se calcula que 55,4 millones de hispanos viven en Estados Unidos, lo que representa la mayor minoría del país. Según el Centro de Investigación Pew, 11 millones de inmigrantes viven sin autorización en la nación y de éstos aproximadamente el 78% son hispanos. El mismo centro asegura que más de la mitad de los hispanos adultos en Estados Unidos son católicos.
Francisco llegará a Washington el 22 de septiembre y luego pasará por Nueva York y Philadelphia. Se reunirá con niños hispanos y afroamericanos en la escuela católica de East Harlem Our Lady Queen of Angels y justo después, en el gimnasio del recinto, con inmigrantes, refugiados y menores centroamericanos que cruzaron la frontera solos y que son ayudados por el grupo Caridades Católicas.
El Papa "es hijo de inmigrantes. El comprende el problema de los inmigrantes", opina el reverendo argentino Carlos Mullins, quien lleva 40 años en Nueva York y conoce a Francisco. "Sabiendo que los inmigrantes están esperando la reforma migratoria, seguro habla de eso", agregó.
Abel Núñez, director ejecutivo, del Central American Resource Center en Washington DC, más conocido como Carecen, cree que muchos hispanos viajarán desde otros estados para ver al pontífice.
"Él ha dicho muchas cosas en la defensa de los pobres, de los humildes...Eso ha traído un orgullo. No es sólo su herencia latina, son también las posiciones que está tomando", dijo Núñez.
En la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, en Queens, donde casi todos los feligreses son hispanos, el equipo pastoral ha organizado reuniones mensuales en septiembre para dialogar sobre los mensajes del pontífice.
"Es un entusiasmo respetuoso", dijo el padre Raymond Roden. "No como si viniera una estrella de cine, sino que se siente como si viniera un abuelo querido". acotó.
En Washington, la iglesia católica ha invitado a los residentes de la capital a comprometerse por escrito a rezar o realizar actividades comunitarias como una manera de homenajear al pontífice.
Los hispanohablantes pueden enviar sus compromisos al sitio web en español https://walkwithfrancis.org/en-espanol, publicarlos en las redes sociales usando #CaminaConFrancisco, o simplemente entregarlos por escrito en una misa prevista a comienzos de septiembre.
Vía El Universal
Que pasa Margarita
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