LA NACIÓN. BUENOS AIRES. / GDA.
Mientras han sido deportados cientos de cubanos que han llegado a Estados Unidos, la represión de disidentes en la isla no se ha detenido. El médico Oscar Elías Biscet, presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos y del Proyecto Familia Pro Vida, que combate las políticas abortistas, fue arrestado.
Biscet, que sufrió la cárcel castrista en distintas oportunidades y por varios años, había difundido la convocatoria de los miércoles —en diferentes espacios públicos de La Habana— organizada por distintos sectores sociales y políticos, entre otros por el Partido Unión por Cuba Libre. Mientras el mundo aplaude el fin de “la guerra fría” entre Estados Unidos y Cuba, el gobierno castrista persigue opositores.
Raúl Castro acaba de asistir al despliegue militar que en Venezuela ha puesto en escena Nicolás Maduro. Además de no cumplir con el revocatorio constitucional, suspender las elecciones para gobernadores e impugnar las decisiones de la Asamblea Nacional, ha recrudecido su actividad dictatorial al encarcelar al diputado Gilber Caro y a Stayci Escalona, activistas de Voluntad Popular, partido de Leopoldo López, preso político desde hace tres años.
A su vez, fueron detenidos tres concejales del Zulia y el general Raúl Baduel, chavista en su origen. Resulta muy desalentador que los demócratas del mundo se manifiesten con tibieza o callen frente a tan cruel realidad.
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