Por Juan Carlos Zapata
Un ex-directivo del BCV agrega una nueva preocupación respecto al manejo de las reservas en oro. Como se sabe, el traspaso de reservas del BCV al Fonden –un millardito hoy, otro mañana- se produce cuando los niveles totales sobrepasan un monto que se ha considerado como nivel adecuado, según la visión de Jorge Giordani y Hugo Chávez. Es decir, $30 mil millones.
Si se supone que el BCV tiene $5 mil millones en reservas operativas y $24 mil millones en oro a una determinada fecha, a un precio xxxx la onza de oro, para un total de reservas de $29 mil millones, en teoría no pasa nada.
Luego, por efecto de un repunte del precio en el mercado de oro (xxxx + yy), el monto de las reservas en oro pasan a valer $30 mil millones, que sumados a las reservas operativas daría un total de reservas de $35.000 millones, o sea, $5.000 millones por encima del nivel adecuado de reservas, ¿qué pasaría? ¿Se impone el criterio Giordani?
Apunta la fuente que, entonces, lo que habría que determinar es si en caso de aumento del precio del oro, el BCV ha traspasado reservas al Fonden, pues si lo ha hecho estaría disminuyendo las reservas operativas con base al aumento contable del oro, exponiendo al instituto a un riesgo de pérdida, pues no puede descartarse que el precio del oro vuelva a niveles más bajos. Y ya los dólares transferidos, habrán sido quemados en el Fonden.
¿Se ha dado la operación contable oro-reservas-Fonden? ¿Puede el BCV suministrar esta información? No lo va decir. El Gobierno no informa. Giordani se jacta de cifras globales en inversión social, sin especificar los supuestos proyectos y su estado de ejecución, con indicación de sus costos y las disponibilidades que actualmente tiene el Fonden. ¿Cómo creerle? El economista Miguel Angel Santos acuña esto: “Cuando se escriba la historia de estos años no me cabe ninguna duda de que el Fonden será considerado la mayor estafa de nuestra breve historia, de las mayores perpetradas por gobierno alguno en América Latina”.
Se habla –el analista Miguel Octavio ha hecho el cálculo- de un gran hueco de $29.000 millones en el Fonden.
Y el diputado Miguel Angel Rodríguez, en el debate escenificado en la Asamblea Nacional la semana pasada, fue lo bastante claro enumerando lo prometido que se iba a ejecutar con los recursos del Fonden y lo que realmente ha ocurrido con buena tajada del dinero: robo.
Santos agrega: “Financiamiento político en el exterior, robo, armamento, corrupción, seguro habrá algo de eso”.
Si antes, en los anteriores gobiernos hubo corrupción, en este lo que ha habido es un saqueo a gran escala. Las reservas internacionales –oro y divisas- conforman la prueba. Pero los datos son secretos. Y es a esta altura de la historia que puede decirse que sacar a PDVSA de la SEC o que una de las razones para Chávez mantenerse alejado del FMI y sus visitas anuales podría encontrarse en la necesidad de guardar secreto sobre cifras como las movidas del Fonden; información necesaria para determinar el carácter y profundidad de la situación económica y financiera del Gobierno. No hay que perder de vista las divisas de Fonden, los fondos chinos e iraní, el Banco del Tesoro, Bandes y otros entes públicos. Caja negra es lo menos que puede decirse.
Señala la fuente que la ausencia de datos confiables sobre los movimientos de fondos entre el BCV y Fonden, así como los relacionados con las actividades de este último, plantean la necesidad de que se arroje una mayor transparencia en una materia de alto interés nacional. De lo contrario se tendría que el traspaso de montos de las reservas internacionales del BCV al Fonden, mecanismo a todos luces inconstitucional, ya que se hicieron sin contraprestación alguna para el BCV y ocasionándole pérdidas, se haya basado además en la revalorización del oro u otras manipulaciones simplemente contables, para entregarle a Fonden reservas operativas y exponer al BCV a mayor riesgo de pérdidas de su patrimonio.
El experto lo dice de esta manera: las reservas internacionales supuestamente excedentarias podrían no responder a ingresos efectivos de divisas sino a la liquidación del oro por vía contable, dando lugar a un riesgo de pérdida para el BCV en caso de que dicho activo baje de precio en el futuro. El BCV y el gobierno deben suministrar información relevante para despejar cualquier duda al respecto.
Aquí también cabe la observación hecha por la Escuela de Economía de la UCV: "Ya de por sí es evidentemente alarmante la situación de nuestras reservas internacionales, las cuales alcanzan tan solo 3,5 meses de cobertura de la demanda total de divisas anual, o alrededor de 13% del PIB, cuando se sabe que las mismas representaron 16,2 meses en 1975 y 45% del PIB en 1984”.
De modo que la traída del oro, además de costosa, es contradictoria con la necesidad de contar con activos que generen liquidez en el exterior, en caso de que se produzca un bajón en las reservas operativas.
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