VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
lunes 29 de agosto de 2011 12:00 AM
La balanza de pagos del Banco Central de Venezuela revela que el Gobierno se endeuda a elevadas tasas de interés mientras deposita miles de millones de dólares en fondos que le permiten gastar sin las rigideces del presupuesto nacional.
El Banco Central indica que los depósitos en dólares colocados en "el Fondo Gran Volumen asociado al convenio con China, el Fondo de Desarrollo (Fonden), Fondo Súbito Social, la Tesorería Nacional, Pdvsa" y el propio BCV, suman 35 mil 172 millones de dólares al cierre de junio de este año tras una inyección de 15 mil 260 millones en los últimos seis meses.
Al mismo tiempo que el Gobierno aumenta los dólares depositados en estos fondos, se endeuda velozmente, y la deuda en divisas, de acuerdo con el BCV, se ubica al cierre de junio en 84 mil 719 millones de dólares, una magnitud que se traduce en un salto de 7 mil 548 millones en lo que va de año.
Así, el manejo financiero del Gobierno es similar al de alguien que decide endeudarse con la tarjeta de crédito mientras ahorra en la cuenta corriente.
El resultado no es positivo porque la deuda que se adquiere con la tarjeta es a una tasa de interés muy superior a la que reciben los depósitos en la cuenta corriente.
Analistas financieros consideran que por los depósitos en los fondos paralelos el Gobierno recibe, a lo sumo, una tasa de interés de 2% anual mientras que por la última emisión de bonos del Ministerio de Finanzas la República pagará una tasa de 11,95%.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que este manejo financiero se explica porque "hay un desorden fiscal muy fuerte y además hay que tomar en cuenta que el endeudamiento se produce principalmente para entregarle dólares al sector privado".
A través de Cadivi y el Sitme el sector privado no recibe todas las divisas que requiere, por lo tanto, el Gobierno les inyecta dólares a través de un mecanismo que eleva la deuda.
Básicamente las empresas compran con bolívares bonos en divisas que luego revenden en el exterior para obtener los dólares, el problema, es que regularmente hay que emitir nuevos bonos y la deuda crece constantemente.
El circuito
La mayor parte de las divisas que recibe el país por la venta de petróleo nutren al Fonden y al resto de los fondos con los que el Gobierna gasta de forma paralela al presupuesto que aprueba la Asamblea.
El movimiento de ingresos y egresos de divisas del Banco Central y la balanza de pagos reflejan que en los primeros seis meses de este año Pdvsa le entregó al BCV 18 mil 370 millones de dólares, una magnitud que solo representa 42% de lo que obtuvo la República por la venta de petróleo.
Si bien este manejo cumple con las normas, desde que en 2005 una reforma legal liberó a Pdvsa de la obligación de entregar todos los petrodólares al Banco Central, tiene consecuencias importantes para el sector privado.
Con los petrodólares que recibe de manos de Pdvsa el BCV alimenta la cuenta de las reservas internacionales, de donde salen las divisas que obtienen las empresas tras la aprobación de Cadivi.
La telaraña
Otro factor importante en la estrategia financiera del Gobierno es que Pdvsa obtiene financiamiento de distintos organismos públicos.
Los estados financieros de Pdvsa desnudan una madeja de transacciones tejidas entre 2008 y 2010 donde el Banco Central de Venezuela, la Oficina Nacional del Tesoro, Bandes, Fogade y el Banco del Tesoro le inyectan recursos a la petrolera que, todo indica, ha sufrido problemas de flujo de caja a pesar de los altos precios del crudo.
A través de pagarés y certificados de inversión este conjunto de organismos públicos, que en las notas a los estados financieros consolidados se denominan "entidades relacionadas", le han inyectado a Pdvsa 36 mil 567 millones de bolívares, magnitud que al tipo de cambio oficial de cada año representa 10 mil millones de dólares.
Pdvsa ha cancelado parte de los pagarés y certificados de inversión, otros los ha renovado y en el caso del Banco Central ha alargado los vencimientos pagando con bonos que expiran entre 2014 y 2017.
La deuda con el Banco Central se origina en diciembre de 2010 cuando Pdvsa recibe 15 mil 050 millones de bolívares a cambio de un lote de pagarés con tasas anuales de 2,64% y 4%.
En la mayoría de los países se prohibe que los bancos centrales financien al Gobierno porque para hacerlo crean billetes sin respaldo que impulsan la inflación.
El Banco Central indica que los depósitos en dólares colocados en "el Fondo Gran Volumen asociado al convenio con China, el Fondo de Desarrollo (Fonden), Fondo Súbito Social, la Tesorería Nacional, Pdvsa" y el propio BCV, suman 35 mil 172 millones de dólares al cierre de junio de este año tras una inyección de 15 mil 260 millones en los últimos seis meses.
Al mismo tiempo que el Gobierno aumenta los dólares depositados en estos fondos, se endeuda velozmente, y la deuda en divisas, de acuerdo con el BCV, se ubica al cierre de junio en 84 mil 719 millones de dólares, una magnitud que se traduce en un salto de 7 mil 548 millones en lo que va de año.
Así, el manejo financiero del Gobierno es similar al de alguien que decide endeudarse con la tarjeta de crédito mientras ahorra en la cuenta corriente.
El resultado no es positivo porque la deuda que se adquiere con la tarjeta es a una tasa de interés muy superior a la que reciben los depósitos en la cuenta corriente.
Analistas financieros consideran que por los depósitos en los fondos paralelos el Gobierno recibe, a lo sumo, una tasa de interés de 2% anual mientras que por la última emisión de bonos del Ministerio de Finanzas la República pagará una tasa de 11,95%.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que este manejo financiero se explica porque "hay un desorden fiscal muy fuerte y además hay que tomar en cuenta que el endeudamiento se produce principalmente para entregarle dólares al sector privado".
A través de Cadivi y el Sitme el sector privado no recibe todas las divisas que requiere, por lo tanto, el Gobierno les inyecta dólares a través de un mecanismo que eleva la deuda.
Básicamente las empresas compran con bolívares bonos en divisas que luego revenden en el exterior para obtener los dólares, el problema, es que regularmente hay que emitir nuevos bonos y la deuda crece constantemente.
El circuito
La mayor parte de las divisas que recibe el país por la venta de petróleo nutren al Fonden y al resto de los fondos con los que el Gobierna gasta de forma paralela al presupuesto que aprueba la Asamblea.
El movimiento de ingresos y egresos de divisas del Banco Central y la balanza de pagos reflejan que en los primeros seis meses de este año Pdvsa le entregó al BCV 18 mil 370 millones de dólares, una magnitud que solo representa 42% de lo que obtuvo la República por la venta de petróleo.
Si bien este manejo cumple con las normas, desde que en 2005 una reforma legal liberó a Pdvsa de la obligación de entregar todos los petrodólares al Banco Central, tiene consecuencias importantes para el sector privado.
Con los petrodólares que recibe de manos de Pdvsa el BCV alimenta la cuenta de las reservas internacionales, de donde salen las divisas que obtienen las empresas tras la aprobación de Cadivi.
La telaraña
Otro factor importante en la estrategia financiera del Gobierno es que Pdvsa obtiene financiamiento de distintos organismos públicos.
Los estados financieros de Pdvsa desnudan una madeja de transacciones tejidas entre 2008 y 2010 donde el Banco Central de Venezuela, la Oficina Nacional del Tesoro, Bandes, Fogade y el Banco del Tesoro le inyectan recursos a la petrolera que, todo indica, ha sufrido problemas de flujo de caja a pesar de los altos precios del crudo.
A través de pagarés y certificados de inversión este conjunto de organismos públicos, que en las notas a los estados financieros consolidados se denominan "entidades relacionadas", le han inyectado a Pdvsa 36 mil 567 millones de bolívares, magnitud que al tipo de cambio oficial de cada año representa 10 mil millones de dólares.
Pdvsa ha cancelado parte de los pagarés y certificados de inversión, otros los ha renovado y en el caso del Banco Central ha alargado los vencimientos pagando con bonos que expiran entre 2014 y 2017.
La deuda con el Banco Central se origina en diciembre de 2010 cuando Pdvsa recibe 15 mil 050 millones de bolívares a cambio de un lote de pagarés con tasas anuales de 2,64% y 4%.
En la mayoría de los países se prohibe que los bancos centrales financien al Gobierno porque para hacerlo crean billetes sin respaldo que impulsan la inflación.
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