REYES THEIS , CARLOS ROMERO , DOCTOR EN CIENCIAS POLÍTICAS | EL UNIVERSAL
sábado 2 de febrero de 2013 12:00 AM
El doctor en Ciencias Políticas, Carlos Romero, considera que ni Fidel Castro hubiera cometido el error en el que incurrió el presidente cubano Raúl Castro, de insultar a la oposición venezolana en el seno de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Señala que la experiencia le ha enseñado a Cuba que cuando trata de intervenir en los asuntos de otras naciones, le va mal, y que por eso mismo reflexionan sobre la larga estadía en la Isla del presidente venezolano Hugo Chávez.
-¿Cuál es su opinión sobre el ataque de Raúl Castro a la oposición venezolana?
-Me extrañó mucho, primero porque hubiera sido más importante decir que era un triunfo de Cuba haber sido elegida en la Secretaría pro tempore de la Celac, pero la noticia no fue esa, sino que se metió en los asuntos internos de Venezuela. Yo estoy convencido que Fidel Castro no hubiera hecho eso y que en algunos sectores de la diplomacia cubana, así como en algunas cancillerías, no cayó bien.
-¿Por qué Raúl Castro hace ese comentario en este momento que los venezolanos están muy sensibles con el tema cubano?
-Creo que los cubanos tienen una posición de jugar cerrado en la política venezolana en el plano regional. Se sienten confiados porque la comunidad latinoamericana y caribeña ha tenido posiciones favorables al Gobierno (de Venezuela) y ha sido muy pro en cuanto a la decisión del TSJ (que dictaminó la continuidad administrativa del Gobierno de Chávez). Los cubanos por eso se sienten confiados en que pueden tener esa posición tan radical en contra de la oposición venezolana.
-¿No evidenciaría también cierto nerviosismo de Cuba ante la posibilidad de una transición en Venezuela y que se pierda el control?
-Creo que el nerviosismo no viene tanto por los escenarios futuros que se están planteando. Ellos siempre han sido muy prudentes porque tienen una experiencia histórica. Cuando se meten en los asuntos internos de los países salen mal. Cuando se metieron con Chile echaron a perder el proyecto socialista democrático chileno. Quienes escriben sobre ese tema han coincidido que ese mes en que estuvo que Fidel Castro en Chile en 1972, fue perjudicial para el Gobierno de Allende. Cuando se metieron en Grenada en 1983, jugaron al radicalismo en contra del primer ministro y llevó a la invasión norteamericana; en África, cuando se metieron en Guinea Ecuatorial, también salieron con las tablas en la cabeza. Con esa experiencia yo me imagino que están evaluando las consecuencias de la permanencia de Chávez en Cuba y el manejo que se ha hecho por parte de la dirección política de la Revolución Bolivariana, porque hay signos de que mucha gente en Venezuela piensa que Chávez ha ido demasiado lejos en su permanencia en Cuba, y porque la dirección política venezolana se ha ufanado de tomar decisiones en territorio cubano e incluso de decir que se han tomado con la presencia de los hermanos Castro y la oposición venezolana ha hecho de esto un issue político.
-¿Cuál es el rol verdadero de Cuba sobre Venezuela?
-En varias ocasiones durante estos 14 años, Chávez ha comentado cosas increíbles como la eventual fusión de Cuba y Venezuela en un estado federado. Más que echarle la culpa a los cubanos, creo que es más de la dirección política venezolana. Los cubanos consiguieron el maná en Venezuela una vez que perdieron la asistencia de la Unión Soviética y la ratificación de los rusos que no iban a seguir con el tutelaje. Consiguen en Venezuela lo que siempre habían querido, porque desde el año 59 el sueño de Fidel era apoderarse de Venezuela y lo hizo de la manera más increíble que fue por la vía electoral. Chávez y sus seguidores han tenido una posición sobre Cuba infantil y acrítica. Por su parte, los cubanos siempre han insistido que en Venezuela no hay condiciones para un radicalismo total, que hay demasiado dinero, porque en Venezuela no se fue la clase media como en el caso cubano, que en el contexto actual, que no es de guerra fría sino de globalización, hay que dejar una ventana a la oposición. Más bien los cubanos han frenado a la dirección político revolucionaria. Lo que pasa es que ha llegado un momento en el cual, producto de que el presidente Chávez ha pasado casi 200 días de los últimos 350 en Cuba, se está en una situación límite y los cubanos tienen que medir qué van a hacer y en vez de tener una posición más flexible, se han cerrado más, como o demuestra el discurso de Raúl Castro y eso le va a traer más problemas.
-¿Cuál es su opinión sobre el ataque de Raúl Castro a la oposición venezolana?
-Me extrañó mucho, primero porque hubiera sido más importante decir que era un triunfo de Cuba haber sido elegida en la Secretaría pro tempore de la Celac, pero la noticia no fue esa, sino que se metió en los asuntos internos de Venezuela. Yo estoy convencido que Fidel Castro no hubiera hecho eso y que en algunos sectores de la diplomacia cubana, así como en algunas cancillerías, no cayó bien.
-¿Por qué Raúl Castro hace ese comentario en este momento que los venezolanos están muy sensibles con el tema cubano?
-Creo que los cubanos tienen una posición de jugar cerrado en la política venezolana en el plano regional. Se sienten confiados porque la comunidad latinoamericana y caribeña ha tenido posiciones favorables al Gobierno (de Venezuela) y ha sido muy pro en cuanto a la decisión del TSJ (que dictaminó la continuidad administrativa del Gobierno de Chávez). Los cubanos por eso se sienten confiados en que pueden tener esa posición tan radical en contra de la oposición venezolana.
-¿No evidenciaría también cierto nerviosismo de Cuba ante la posibilidad de una transición en Venezuela y que se pierda el control?
-Creo que el nerviosismo no viene tanto por los escenarios futuros que se están planteando. Ellos siempre han sido muy prudentes porque tienen una experiencia histórica. Cuando se meten en los asuntos internos de los países salen mal. Cuando se metieron con Chile echaron a perder el proyecto socialista democrático chileno. Quienes escriben sobre ese tema han coincidido que ese mes en que estuvo que Fidel Castro en Chile en 1972, fue perjudicial para el Gobierno de Allende. Cuando se metieron en Grenada en 1983, jugaron al radicalismo en contra del primer ministro y llevó a la invasión norteamericana; en África, cuando se metieron en Guinea Ecuatorial, también salieron con las tablas en la cabeza. Con esa experiencia yo me imagino que están evaluando las consecuencias de la permanencia de Chávez en Cuba y el manejo que se ha hecho por parte de la dirección política de la Revolución Bolivariana, porque hay signos de que mucha gente en Venezuela piensa que Chávez ha ido demasiado lejos en su permanencia en Cuba, y porque la dirección política venezolana se ha ufanado de tomar decisiones en territorio cubano e incluso de decir que se han tomado con la presencia de los hermanos Castro y la oposición venezolana ha hecho de esto un issue político.
-¿Cuál es el rol verdadero de Cuba sobre Venezuela?
-En varias ocasiones durante estos 14 años, Chávez ha comentado cosas increíbles como la eventual fusión de Cuba y Venezuela en un estado federado. Más que echarle la culpa a los cubanos, creo que es más de la dirección política venezolana. Los cubanos consiguieron el maná en Venezuela una vez que perdieron la asistencia de la Unión Soviética y la ratificación de los rusos que no iban a seguir con el tutelaje. Consiguen en Venezuela lo que siempre habían querido, porque desde el año 59 el sueño de Fidel era apoderarse de Venezuela y lo hizo de la manera más increíble que fue por la vía electoral. Chávez y sus seguidores han tenido una posición sobre Cuba infantil y acrítica. Por su parte, los cubanos siempre han insistido que en Venezuela no hay condiciones para un radicalismo total, que hay demasiado dinero, porque en Venezuela no se fue la clase media como en el caso cubano, que en el contexto actual, que no es de guerra fría sino de globalización, hay que dejar una ventana a la oposición. Más bien los cubanos han frenado a la dirección político revolucionaria. Lo que pasa es que ha llegado un momento en el cual, producto de que el presidente Chávez ha pasado casi 200 días de los últimos 350 en Cuba, se está en una situación límite y los cubanos tienen que medir qué van a hacer y en vez de tener una posición más flexible, se han cerrado más, como o demuestra el discurso de Raúl Castro y eso le va a traer más problemas.
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