Eugenio Gómez-Chico
Escribo
hoy con preocupación al ver el sufrimiento de mis amigos venezolanos
ante los excesos del totalitarismo de Nicolás Maduro. El 12 de febrero
debía ser el Día de la Juventud en Venezuela, y se convirtió en un día
más de excesos del oficialismo, día en que dos estudiantes murieron en
manos de las Fuerzas Militares Bolivarianas.
El gobierno privó de la libertad a estudiantes que se manifestaban de forma pacífica ante la inseguridad, y empleó sus herramientas pseudo-democráticas para pasar sobre la libertad de expresión de estos ciudadanos. La respuesta de los jóvenes fue valiente y admirable, se organizaron para marchar exigiendo la liberación de estos estudiantes. ¿Cuál fe la respuesta del gobierno? Lanzar sus cuerpos militares a desarmar las manifestaciones que se llevaban a cabo de forma pacífica en varias ciudades de Venezuela. Fue así como perdieron la vida estos dos jóvenes, cuyo pecado fue defender su libertad.
A varios días de comenzada la lucha, la situación no parece mejorar. Las fuerzas políticas de la región apoyan al oficialismo con declaraciones sobre los “revoltosos estudiantes” y la “presencia del imperio detrás de las manifestaciones.” Otros tantos prefieren mantenerse callados, indiferentes ante los gritos de auxilio del pueblo venezolano.
Parece que a Venezuela le está llegando su momento, le está llegando su primavera, en que por fin la gente se unirá en contra de las arbitrariedades de un gobierno que, si bien supo llegar al poder por la vía democrática en 1999, deja muchas dudas en cuanto a sus ininterrumpidos “triunfos en beneficio del pueblo.”
El inmaduro heredero del régimen oficialista ha tenido problemas desde el inicio. La economía no va como quisiera, y las acciones tele-dirigidas desde Cuba parecen no ser suficientes para mantener la población a raya. La liga está llegando a su límite de tensión, y el pueblo está dispuesto a romperla. No me extraña que sean los jóvenes, la conciencia de toda sociedad, quienes se estén poniendo de pie ante un sistema injusto, sangriento y totalitario.
Pero los medios están tomados, censurados, compelidos a lanzar imágenes al país y al mundo de grandes desfiles del presidente Maduro celebrando lo primero que se le viene en gana, lanzando el mensaje de que las protestas lo tienen sin cuidado, a su vez que mantiene a la población sin posibilidad de comunicación e información vital para organizarse. Es ahí donde entramos nosotros, los activistas de la Libertad alrededor del mundo, para ayudar a difundir lo que en realidad sucede dentro de las fronteras de Venezuela. Está en nuestras manos presionar a la comunidad internacional para pronunciarse en contra de estas arbitrariedades y actos de represión.
Escribo esto no solo para mostrar nuestra solidaridad en Más Por Libertad con el pueblo venezolano, sino para pedirte a ti lector que desde tu trinchera hagas lo propio. Si la sociedad dejamos pasar desapercibidos este tipo de actos, el día de mañana que sean nuestras libertades las que estén en juego será demasiado tarde para levantar la voz. La defensa de la Libertad está en mis manos, ¿y en las tuyas?
*Eugenio Gómez-Chico es presidente de Más Por Libertad, A.C. Asociación dedicada a la promoción de las ideas de libertad en juventud mexicana.
Fuente: Mas Por Libertad (Mexico)
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