ENRIQUE
SERBETO / CORRESPONSAL EN
BRUSELAS
Tsipras promete hoy una nueva propuesta que los
ministros de Economía estudiarán por teleconferencia
EFE
La suerte está echada. Grecia amanece hoy en terreno completamente
desconocido, con el rescate europeo vencido y en situación de impago respecto al Fondo Monetario
Internacional (FMI) al que le debe 1.500 millones. Una reunión del Eurogrupo por teleconferencia para intentar
un acuerdo basado en la propuesta enviada a última hora por el Gobierno
populista de Alexis Tsipras se dio por terminada sin acuerdo al
considerar que las reclamaciones del primer ministro griego,
reestructuración de la deuda y una extensión del programa sin condiciones
definidas, eran «imposibles». Sin embargo, los ministros de
Economía se han vuelto a citar para hoy, en parte como si a las
doce de la noche de ayer no se hubiera atravesado esta barrera temporal que
cambia completamente las cosas. El presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker, añadió una dosis de misterio en su intervención en la
recepción anual de los corresponsales europeos: «En Atenas –dijo– van a pasar
cosas tan importantes que ni siquiera están ustedes preparados. No querría
perder la ocasión de influir en esos acontecimientos que tienen lugar ahora
mismo en Atenas y que probablemente producirán resultados que no se
corresponden con los artículos que han publicado».
No aclaró si se refería a las primeras manifestaciones que se
han convocado en Atenas a favor del «sí» en el referéndum, es decir, en
palabras del propio Juncker, a favor de Europa y en contra del gobierno de
Syriza. La plaza Syntagma de Atenas se llenó ayer con un número de
manifestantes similar a los que la víspera habían llegado para defender a
Syriza y pedir un «no» en el referéndum del domingo. A la quiebra de una
economía que estaba empezando a recuperarse hay que añadir la división
del país a la cuenta de resultados del gobierno de Syriza.
En realidad y a pesar de las invectivas lanzadas en público, en
Bruselas no se han cerrado nunca las puertas. Después de que ambos
compareciesen públicamente en un tono de confrontación absoluta, Tsipras había
llamado el lunes por la noche a Juncker para pedirle que hiciera un intento de
llegar in extremis a un acuerdo. El presidente de la Comisión le remitió la
última propuesta que estuvo sobre la mesa antes de la convocatoria del
referéndum y le añadió un tratamiento ventajoso para el uso de los 35.000
millones de inversiones europeas que han de ir a Grecia (disminuyendo
o anulando el porcentaje de financiación propia) a cambio de que
pidiese el «sí» en la consulta que ha convocado para el domingo.
Tsipras tenía de plazo hasta las 12 de la noche pero lo dejó pasar en silencio.
Siempre
al filo
Después de una mañana plagada de rumores de todo tipo, el primer
ministro populista envió ayer una carta a los miembros del Eurogrupo y a los
responsables del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE, el que financia el
rescate), en la que proponía negociar un tercer rescate de dos años para
hacer frente «exclusivamente» a los vencimientos de deuda externa e interna,
sin mencionar los requisitos que estaría dispuesto a cumplir a cambio, y
una «breve prórroga» del actual rescate para evitar un «impago
técnico» con el FMI.
En resumen, lo que pedía Tsipras es lo mismo que reclama desde hace
tiempo: que el MEDE acepte que Grecia le traspase su deuda externa,
para que pase a ser de todos los países, y Atenas se libere del coste de
sostenerla y eventualmente pagarla. Los ministros del Eurogrupo dijeron que no
podían aceptar esta propuesta, pero comoTsipras les prometió enviar otra más
detallada hoy, se han comprometido a reunirse otra vez para analizarla.
Como se podía esperar, el polémico ministro de Economía griego, Yanis Varufakis, contestó a través de su
portavoz con otra de sus provocaciones diciendo que «el Eurogrupo rechaza la
solicitud de Grecia probablemente porque tienen miedo de que podría aceptar el
trato sin objeciones». El ministro de Finanzas finlandés, Alexander Stubb, uno
de los más locuaces en el campo de los países «virtuosos» ha explicado que, de
las tres peticiones incluidas en la carta remitida por el Gobierno griego, «la
prórroga del rescate o la quita no son posibles».
En cuanto
a la solicitud de un tercer rescate, el finlandés explicó en su cuenta
de Twitter que «se abordará a través de los
procedimientos normales», es decir, con una solicitud ordinaria que incluye
otra vez el análisis de si Grecia tiene derecho a pedirla y cuales son los
requisitos que tiene que cumplir. El presidente del Eurogrupo, el holandés
Jeroen Dijsselbloem, lo explicó incluso con más dureza al decir que la petición
de Grecia para una extensión del programa de rescate llegaba «demasiado tarde»
y que en cualquier caso «la actitud política del Gobierno griego no ha
cambiado» por lo que ya no hay más remedio que emprender el camino de pedir
un tercer rescate después del referéndum del día 5. El holandés
recordó que las condiciones que le exigirán serán «mucho más duras» que
las que ha dejado expirar en el segundo.
Vía ABC. España
Que pasa Margarita
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