El presidente
editor envió un mensaje de agradecimiento y aliento al recurso humano que
produce el periódico. Destacó el apoyo internacional y prometió celebrar otro
cumpleaños en 2016
MARU
MORALES P.
En un discurso grabado y que fue transmitido durante la tradicional
entrega anual de reconocimientos internos a los trabajadores de El
Nacional, con motivo de su 72° aniversario, el presidente editor del
diario, Miguel Henrique Otero, dirigió unas sentidas palabras de gratitud,
aliento y compromiso al equipo humano que lo acompaña en la conducción,
dirección y producción del periódico.
“En este momento, una vez más signado por la lucha a favor de las
libertades, ninguna palabra es más preciosa que la palabra gracias. Gracias a
todos por el esfuerzo que hacen día a día para mantener las operaciones y
nuestro liderazgo en la sociedad venezolana”.
Así inició Otero su mensaje, dirigido “a todos los que de una u otra
forma contribuyen a informar y denunciar con la verdad y con coraje lo que
sucede en el país”.
Destacó que frente a los intentos de aniquilamiento de El
Nacional las armas del diario siempre han sido la pluma, la tinta, los
conocimientos y los valores democráticos. Y más recientemente la solidaridad
internacional.
“Gracias a los países democráticos que saben que sin prensa libre no hay
democracia, hemos podido imprimir el periódico. Han sido muchos los
obstáculos; con orgullo decimos que hemos ido venciendo todas las trabas y hoy
expresamos con emoción que celebramos nuestro 72° aniversario y los que faltan
por venir”, afirmó.
La destrucción. Otero hizo un recuento del legado
de destrucción económica, moral y social que el modelo implementado desde 1999
ha dejado al país.
“Lamentamos inmensamente los atropellos del gobierno a esa maravillosa
empresa venezolana que es Polar. Su marca está grabada en el corazón de los
venezolanos. Nuestra solidaridad a la señora Leonor Giménez de Mendoza, a
Lorenzo, a Leonor Mendoza de Gómez, a toda la familia Mendoza, como a
todos sus trabajadores. Pese a las adversidades, ¡sí se puede! Cuenten con
nosotros”, expresó.
Enumeró lo que considera las “características de una dictadura férrea
que utiliza el miedo y el terror como instrumento de control político”: la
corrupción del sistema de justicia, la persecución de la oposición, la
convocatoria de elecciones “bajo presión y sin condiciones justas” y las
inhabilitaciones políticas selectivas.
“Hay más de 70 presos políticos, más de 2.000 personas en régimen de
presentación y decenas de episodios de tortura. El caso de Antonio Ledezma es
terrible, detenido por la fuerza sin que mediara un papel legal ni una
acusación. A Leopoldo López lo mantienen encarcelado, sin respetarle sus
derechos humanos, por pensar diferente. A 5 representantes de oposición los
inhabilitan: a la valiente María Corina Machado, al ex candidato presidencial
Manuel Rosales, al ex gobernador del Zulia Pablo Pérez, al ex alcalde de
Táchira Daniel Ceballos, a Enzo Scarano, ex alcalde de San Diego. Estas
inhabilitaciones no se detendrán porque este gobierno tiene miedo”, dijo.
Condenó a quienes desde el gobierno dicen venerar la patria pero que con
sus acciones y omisiones socavan sus bases: “Venezuela mi país, donde nací,
donde nacieron mis admirados padres Miguel Otero Silva y María Teresa Castillo,
mujer ejemplar, donde nacieron mis abuelos, lo han convertido en un país
destruido, sin Estado de Derecho, agobiado por problemas de toda índole”.
Describió las vicisitudes de los ciudadanos que pierden horas de su vida
familiar y laboral haciendo colas para tratar de conseguir algunos alimentos y
medicinas, lo que considera una traición de los gobernantes al país y su gente.
“Mientras Venezuela se derrumba, castigada por el fracaso de un modelo
económico y social; mientras las familias venezolanas llevan una vida cada día
más precaria, la pretensión de que El Nacional no hable de
esas realidades es simplemente inaceptable”, manifestó.
La herencia. Otero recordó que El
Nacional de hoy hereda una tradición de luchas en defensa de la
democracia que lo llevó a enfrentarse con gobiernos de todo signo: “Siempre nos
hemos mantenido; los gobiernos pasan, los medios quedan”.
Sostuvo que meses atrás, cuando recibió ofertas de compra, esa herencia
moral lo llevó a rechazarlas: “Con mi negativa a la venta lo que hice fue
ratificar la posición y la responsabilidad que varias generaciones de
trabajadores, desde los fundadores a esta fecha, han suscrito a favor de la
libertad de expresión y el progreso de nuestro país. Creo firmemente que se
pueden derrocar las dictaduras”.
Defendió a los miembros de la junta directiva y el comité editorial: “Ya
no les basta meterse conmigo, sino también con otras personas vinculadas
a El Nacional, personas dignas y de respetada reputación”.
Recordó que durante
las semanas fuera de Venezuela ha denunciado las campañas de persecución,
amedrentamiento, acoso económico y judicial, “no solo a periodistas y editores,
sino también a simples ciudadanos, dirigentes sociales, sindicales,
empresariales y miembros de los partidos políticos, a estudiantes”.
Vía
El Nacional
Que pasa Margarita
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