Sunday, December 27, 2015

Capriles, el miserable

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Luis José Semprum

Hace dos años escribí un artículo titulado Capriles, el nuevo Hamlet, en el que criticaba su indecisión y su falta de coraje para defender el triunfo en las elecciones presidenciales de 2013. Pero me quedé corto.
A Capriles ahora le dio por criticar La Salida y a sus promotores, Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado. Julio César Rivas hizo bien en responderle “Que no tengas coraje no te da derecho a banalizar La Salida”; pero hay que decir más.
De no haber sido por La Salida, el gran triunfo del 6-D habría sido imposible. Las protestas masivas de 2014, la represión gubernamental, el sacrificio de los presos políticos, y la labor incansable de Lilian, Mitzy y María Corina, abrieron los ojos de la comunidad internacional y de los propios venezolanos. Los efectos de La Salida, en conjunto con el descontento por el descalabro económico, impulsaron a los electores a votar masivamente contra el gobierno.
Otro aspecto que Henrique Capriles se niega a reconocer es el rol de las Fuerzas Armadas en el triunfo del 6-D. Ese día se produjo una rebelión militar contra el fraude que tenia preparado el trío Maduro-Cabello-Rodríguez.
En otras palabras: el éxito de las parlamentarias no fue, como dice Capriles, solamente un triunfo electoral; sino el resultado de las protestas estudiantiles, La Salida, la crisis humanitaria, el pronunciamiento militar, la presión internacional, y, por supuesto, la labor de la MUD. Querer apropiarse del 6-D y negar la contribución de los demás factores es una actitud miserable.
Es extraño que Capriles no esté celebrando la victoria, ni luchando por la liberación de los presos políticos, sino destilando bilis contra La Salida. Uno no puede dejar de sospechar que se trata de pura envidia. Envidia porque quienes promovieron La Salida gozan de fama de valientes, mientras que a él se le critica públicamente por su falta de coraje. Envidia porque Leopoldo se ha convertido en uno de los personajes más reconocidos del mundo. Envidia porque Capriles jamás será presidente (lo fue, pero no quiso defender su triunfo), mientras que Leopoldo se acerca cada vez más a Miraflores.
Felicito a Primero Justicia porque fue el partido más votado en las parlamentarias. Tiene un gran futuro y una gran responsabilidad. Debe concentrarse en proporcionar liderazgo y en resolver los graves problemas del país. No hay tiempo para pequeñeces ni para mezquindades. Capriles, deja el guayabo y ponte a trabajar. Y si quieres ganarte un puesto en la historia, comienza por liberar a los presos políticos.

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