Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 28 dic 2015.- El economista Ángel García Banchs considera que hay signos muy evidentes de que estamos llegando al colapso del control de cambio, habiéndose producido en mayo de 2015 el colapso de los controles de precios, como etapa previa, y que uno de los signos lo constituye el hecho de que comienza a contraerse la liquidez monetaria.
La afirmación la hizo en el informe de fin de año que Econométrica, del cual es director, envió a sus clientes y medios de comunicación.
“En los controles de cambio anteriores, Recadi (1989) y la Otac (1996) hubo una contracción real importante de la liquidez previo a su desmontaje”.
Recuerda García Banchs que a partir de noviembre de 2011 la liquidez monetaria nominalcrece a tasas superiores a 50% interanual; que el aumento promedio durante 2012 fue 56%, en 2013 alcanzó 64,3%, en 2014 fue 69,8% y que en lo que va de 2015 la tasa promedio interanual es 81,4%.
“Durante septiembre, octubre y noviembre el crecimiento fue de alrededor de 100%. Así que no queda duda alguna sobre la aceleración del crecimiento nominal de la liquidez monetaria, pero el comportamiento real es muy distinto. Al ajustar por inflación, la liquidez cae interanualmente desde diciembre 2014. La aún más acelerada inflación hizo que cada bolívar de la economía tuviese menos poder de compra, así la cantidad de estos subiese de manera importante”.
Indicó que para noviembre de 2015 la contracción real de la liquidez estaba cercana al 37%, es decir, la masa monetaria tiene un tercio del poder de compra que hace un año.
“Como hemos señalado en otros informes el colapso de los controles de cambio viene acompañado de un colapso previo de los controles de precios. En los controles de cambio anteriores, Recadi y la Otac, hubo una contracción real importante de la liquidez previa a su desmontaje. En el caso de Recadi la liquidez real se contraería alrededor de 16% justo antes del desmontaje, y posteriormente a raíz de la aceleración de la inflación por la corrección de precios relativos, se observaron contracciones interanuales de la liquidez que llegaron a 43,5%”.
Según García Banchs, cuando se desmontó la Otac la contracción llegó a 29,5% antes del momento de su desmontaje, y el descenso llegó a 37,5% tres meses después de su eliminación. El descenso de la liquidez real que hoy vivimos sólo podría compararse con el alcanzado en 1989 y 1996, en ambos años se desmontaron los controles de cambio del momento. Pero que nunca habíamos presenciado una contracción como la actual dentro de un control, y muy probablemente el crecimiento post desmontaje sea un máximo histórico que podría alcanzar 50% interanual.
“En otras palabras, después de la eliminación de este control de cambio los bolívares del momento comprarán la mitad de lo que compraban el año anterior. Más efectivo pero igual escasea. Como señalamos anteriormente, el componente monedas y billetes crece a una tasa de 145,2%, pero al ajustar esa cifra por inflación se observa un decrecimiento real interanual de 21,7%”
Explicó que a pesar de ser el componente de mayor crecimiento, la masa de bolívares físicos compran hoy 21,7% menos de lo que compraban en noviembre 2014; que por ello no extraña la sensación de escasez de billetes que se ha observado en los últimos meses, y que por no haberse emitido billetes de mayor denominación, el ciudadano tiene más número de billetes pero con menor poder de compra.
“El comportamiento real de depósitos a la vista es muy similar a la liquidez, ya que es su principal componente al representar 72,3% de ésta. Su contracción real para noviembre 2015 es 36,7%, tasa que no dista mucho de la registrada por la liquidez, 36,8%. Uno de los escenarios que estábamos esperando ya se está dando. Los bolívares empiezan a escasear, y con ello los créditos. Es probable que muchos de nuestros clientes estén encontrando dificultades en mantener el ritmo del endeudamiento con el de la inflación. Esto puede obligar a muchos empresarios a cambiar su estructura de capital y elevar la porción de financiamiento realizado vía patrimonio. Nuestra recomendación de cara a 2016 es a tratar de cerrar el año con los mejores números posibles en sus estados financieros. Esperamos que la banca sea aún más cautelosa en 2016 por la inminencia de ajustes económicos en el corto plazo. El crédito no será tan abundante y por ello las empresas deben generar confianza en los bancos para mantener el ritmo de endeuamiento del pasado. Finalmente, debemos recalcar de nuevo que el poder de compra de los hogares comenzará 2016 muy disminuido.
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