La Unión Europea afronta varios retos después de que el Reino Unido decidió separarse en el referéndum del 23 de junio. Entre las posibles consecuencias para el viejo continente están la desintegración del bloque y eventuales crisis políticas.
“En Austria, Dinamarca, Hungría, Holanda y Polonia los populistas euroescépticos y partidos antiinmigración están en aumento. El resultado británico los anima a solicitar referendos sobre permanencia en la UE; eso podría profundizar las divisiones entre los 27”, afirmó la investigadora Judy Dempsey en un artículo para el Carnegie Europe.
El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores afirma que hay 32 solicitudes de convocatoria de referendos en 18 países del bloque. “Algunos, como el Partido Popular Danés, quieren seguir el ejemplo del Reino Unido y realizar una votación sobre la pertenencia a la UE. Otros quieren escapar de la eurozona, o bloquear la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión con Estados Unidos o restringir la movilidad laboral”, declaró el director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Mark Leonard, a El País de España.
En Dinamarca y Holanda se bloqueó, por lo menos a corto plazo, la posibilidad de que se convoque a un referéndum sobre la permanencia en la Unión. El primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, descartó una consulta a pesar de la presión de los euroescépticos, y el Parlamento holandés rechazó una propuesta para votar sobre la membresía nacional. Esta situación podría cambiar en marzo de 2017 si el partido nacionalista holandés gana las elecciones generales y domina el Congreso.
Matteo Garavoglia, experto en la Unión Europea del Instituto Brookings, considera que la posibilidad de un efecto contagio de consultas en otros países de Europa no es posible en un futuro inmediato: “Va a depender de cómo el resto de Europa maneje el brexit. Tendremos respuesta en unos meses, ahora no”.
Riesgo británico. El riesgo de desintegración no es solo para la UE, sino también para los británicos. Dempsy considera que Escocia buscará realizar otro plebiscito para buscar su independencia con posibles resultado favorable.
Riesgo británico. El riesgo de desintegración no es solo para la UE, sino también para los británicos. Dempsy considera que Escocia buscará realizar otro plebiscito para buscar su independencia con posibles resultado favorable.
El internacionalista Kenneth Ramírez, presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, cree que si la finalidad de Escocia es independizarse para pertenecer a la UE, será difícil su permanencia en el bloque porque países como España se opondrán a su entrada por temor a un efecto dominó. Las decisiones en la UE son unánimes y con un solo país que se oponga se evitaría el ingreso de un nuevo miembro al bloque.
Dempsy destacó que Irlanda sufrirá un golpe en su seguridad, estabilidad y economía con la salida del Reino Unido, sin mencionar que se desconoce qué sucederá con el libre tránsito de personas, bienes y capitales entre la República de Irlanda, Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido.
Ramírez señala que el caso de Irlanda del Norte puede que sea más sencillo porque se estaría hablando de reunificación con Irlanda, que es un país del bloque comunitario.
Garavoglia difiere de Ramírez y argumentó que el voto independentista y pro UE es más fuerte en Escocia que en Irlanda del Norte.
Crisis y miedo. Ramírez afirma que el ascenso y fortalecimiento de los partidos nacionalistas, populistas y xenófobos se debe a la crisis económica y la de refugiados que genera inquietud por los ataques terroristas.
Garavoglia explicó: “El mayor problema es que hay un vacío entre la vida política y las políticas públicas. El ciudadano medio vive la política en el ámbito nacional, pero las decisiones sobre las medidas públicas hay que tomarlas en el ámbito europeo. Este problema no es de hace cuatro años, sino que es histórico”. No duda de que la UE sobrevivirá la ausencia del Reino Unido y a la crisis. “Lo interesante será si esto empuja a los demás miembros de la Unión a integrarse más”.
¿Detener la salida?
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, expresó dudas sobre si realmente el Reino Unido lleve a cabo su salida de la UE. Además, el secretario de Estado dijo que hay varios mecanismos que podrían implementarse para darle marcha atrás al brexit.
¿Detener la salida?
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, expresó dudas sobre si realmente el Reino Unido lleve a cabo su salida de la UE. Además, el secretario de Estado dijo que hay varios mecanismos que podrían implementarse para darle marcha atrás al brexit.
El referéndum fue consultivo no vinculante y especialistas creen que se puede ignorar la consulta y no seguir adelante con la salida. El internacionalista Kenneth Ramírez expresó: “Yo veo muy difícil que reviertan ese mandato popular porque quedaría en entredicho la democracia. La decisión de haber sometido algo tan importante a referéndum sin contar con los votos, como hizo el primer ministro David Cameron, fue una gran irresponsabilidad”.
El experto Matteo Garavoglia, explicó que el Parlamento inglés puede votar contra el brexit y nada va a pasar en lo legal. “El problema es político, no legal”.
Garavoglia dijo que la mayoría de los políticos del Parlamento inglés quiere quedarse en la UE; pero como 52% de la población contra 48% voto por la salida, hay una brecha entre políticos y ciudadanos. “Todo va a depender de cómo Inglaterra y Europa van a jugar la situación en las próximas semanas”, indicó.
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