Sunday, July 24, 2016

Carta pública a Nicolás Maduro (II)

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Señor presidente:
Me dirijo a usted, en esta segunda oportunidad, para exponerle aspectos de la actual crisis nacional que afronta Venezuela, que no pude señalar en mi anterior carta por falta de espacio en mi columna de El Nacional. Terminé mi misiva planteándole que “convocar el referéndum revocatorio este año es lo más conveniente para nuestro país y para usted”… Además, le hacía ver que “en política siempre hay tiempo para recuperarse” y le recomendaba “que no se dejara engañar por Raúl Castro, cuyo único interés es continuar recibiendo nuestro petróleo”. Los jefes de Estado siempre enfrentan el riesgo de la traición. Estoy convencido de que muchos de sus asesores y compañeros de partido piensan que lo que más le conviene al PSUV es que usted salga de la Presidencia de la República el año próximo, sin que les importe su destino político y personal porque así toda la responsabilidad histórica de este gran fracaso sólo le correspondería a usted y les permitiría preservar el poder a  numerosas figuras del chavismo que están vinculadas al inmenso saqueo nacional. Su situación es de tal gravedad que no veo cómo va usted a enfrentarla. Esta realidad me conduce a recomendarle que renuncie lo antes posible…
Es la única solución que le permitiría evitar una severa derrota y continuar su carrera política en las filas del PSUV. No tendría que contarse. Recuerde que el rechazo nacional a su figura alcanza más de 80%. En democracia es igualmente importante ser gobierno u oposición. El PSUV es un partido con suficiente capacidad para recuperar su fortaleza. Su renuncia le permitiría mantener vigencia en el ejercicio de la política. Aproveche esa oportunidad. No conduzca a los venezolanos a un trágico enfrentamiento entre hermanos. Las acciones de su gobierno son anárquicas y muy mal orientadas. Es inexplicable que en una situación económica  tan compleja, Aristóbulo Istúriz se atreva a utilizar su nombre para amenazar a los empresarios privados con la toma por los obreros de las empresas que cierren, sin considerar que esas medidas irrumpen contra la necesaria confianza que requiere inspirar cualquier gobierno para afrontar una crisis tan grave como la venezolana. Su nuevo decreto que amplía por sesenta días más el Estado de Excepción y Emergencia Económica es un inexcusable error que lo único que logra es incrementar la gravedad de la crisis. Reflexione presidente, usted está equivocado. Ese no es el camino. Renuncie…
La ceguera ideológica de Hugo Chávez y la suya nos han conducido a la situación de caos generalizado que vive Venezuela. Sus gobiernos han sido responsables del despilfarro de más de 1.3 billones de dólares ($ 1.3 x 1012) en medio del mayor grado de corrupción de nuestra historia que, según los cálculos de varios ex ministros de Hugo Chávez que ahora se han alejado de usted, puede alcanzar más de 200.000 millones de dólares. Además, se ha endeudado irresponsablemente a Venezuela, comprometiendo su soberanía, en más de 300.000 millones de dólares. La pésima conducción de la Pdvsa chavista ha llevado a una drástica caída de la producción de cientos de miles de barriles diarios. En estos trágicos años de imposición de ese modelo que el régimen chavista llamó “socialismo del siglo XXI”, lo único que ustedes han logrado es dividir a los venezolanos entre sus partidarios, que han podido disfrutar sin ningún tipo de limitación de las mieles del poder, y la mayoría de nuestro pueblo, que ha tenido que acostumbrarse a un inaceptable deterioro en su calidad de vida y al permanente atropello de los funcionarios de su gobierno y de los colectivos armados.
Su gran error histórico fue no haber tenido el carácter, el liderazgo y la voluntad necesarios para rectificar la absurda orientación política, económica y social impuesta por Hugo Chávez apenas asumió el gobierno nacional. Era imposible que en medio de la grave y previsible caída de los precios petroleros usted pudiera seguir con la caótica administración y absurdo populismo del gobierno anterior. Esa perniciosa debilidad condujo a la actual tragedia nacional y a un inmenso rechazo a su persona. Quiera usted o no, su tiempo terminó. Es momento de entregar el poder. Hágalo con dignidad. No someta a nuestro pueblo a mayores sacrificios y tampoco intente provocar una crisis institucional. Piense en la Historia. Es lo único que le queda…
Una de mis preocupaciones es el destino de la Fuerza Armada Nacional, pues los gobiernos chavistas han logrado ampliamente destruir el prestigio y credibilidad de la institución, al involucrarla en funciones administrativas para hacerla corresponsable de todos sus errores. Además, esa injustificada decisión ha causado un sorprendente crecimiento en los niveles de corrupción de la FAN... Reflexione, presidente Maduro, piense en Venezuela y no en sus intereses políticos.
Fochoaantich@gmail.com

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