Gustavo Coronel
El mejor documento que conocemos sobre el balance económico y social de la revolución cubana, es el elaborado por el profesor de la Universidad de Pittsburgh, Carmelo Mesa Lago, ver: http://www.mesa-lago.com/uploads/2/7/3/1/27312653/economic_and_social_balance_of_50_years.pdf. Cubre los años de 1958 a 2008, 50 años de dictadura de Fidel Castro en Cuba. Es un documento serio, muy bien documentado y logra, con mucha paciencia, resolver muchos de los problemas metodológicos inherentes a la comparación de indicadores en épocas diferentes y bajo regímenes políticos diferentes. Las conclusiones a las cuales llegó este estudio fueron: (a), la mayoría de los indicadores económicos de Cuba se deterioraron; (b), la mayoría de los indicadores sociales mejoraron, y (3), tanto los indicadores sociales como los económicos se deterioraron claramente en los últimos 20 años de dictadura, entre 1989 y 2008.
El desastre económico generado por Castro
En
los años inmediatamente anteriores de la revolución , en la década de
1950, Cuba se encontraba a la cabeza
de América Latina en indicadores económicos y sociales importantes
tales como el PIB per cápita. Baja inflación, estabilidad fiscal,
alfabetización, mortalidad infantil y otros. En PIB per cápita Cuba era
el tercer país de la región solamente superado por
Uruguay y Venezuela. Sin embargo su industria azucarera daba señales de
estancamiento y existían significativas diferencias en calidad de vida
entre las zonas urbanas y rurales. Durante la revolución Castro se vio
beneficiado por la ayuda esencialmente gratis
de la Unión Soviética pero el colapso del mundo socialista llevó el
Producto Interno Bruto cubano a bajar en un 35% entre 1989 y 1993, lo
que se llamó el “Período Especial”. Algunos intentos de liberalización
económica entre 1993 y 1996 fueron revertidos por
Castro, en el período conocido como la “batalla de ideas”. La inmensa
ayuda dada a Castro por Hugo Chávez en el período posterior a 2003
permitió la recuperación de la economía cubana. Sin embargo, permanecen
vigentes absurdas limitaciones incluyendo racionamiento,
prohibición de cubanos de vender propiedades, de tener internet en sus
hogares, de viajar libremente dentro de Cuba y muchas otras que aún
restringen derechos humanos fundamentales, ver: http://yusnaby.com/las-25-prohibiciones-mas-absurdas-en-cuba/ .
El
informe de Mesa Lago advierte que los mecanismo de medición para el PIB
y niveles de empleo utilizados por
el gobierno cubano no siguen las normas internacionales, por lo cual
algunas estadísticas económicas suministradas por el gobierno no
pueden ser considerados confiables.
El
colapso económico de Cuba durante la revolución se ha llevado a cabo
esencialmente en el sector agrícola
y en el sector industrial. La minería ha sufrido menos, aunque tanto la
producción de níquel como la petrolera han declinado desde 2003. El
sector industrial no azucarero ha declinado en un 85% entre 1989 y 2006.
Textiles, zapatos, fertilizantes y jabones
declinaron entre un 80% y un 97%. La producción de azúcar bajó de 8
millones de toneladas en 1958 a I millón de toneladas en 2008. La
producción de Tabaco, café, carne, leche, las cabezas de ganado en pie,
todo bajó durante estos 50 años.
Como
se explica que los indicadores sociales cubanos se hayan mantenido
positivamente a pesar de que la economía
haya colapsado. Parece claro que ello fue debido a la ayuda soviética
primero y luego, a la ayuda venezolana. Solamente en 2008 Cuba recibió
más de $9000 millones en ayuda de Hugo Chávez, desglosados así: $5700
millones por servicios varios (médicos, entrenadores,
asesorías) , $2500 millones en subsidios petroleros e inversiones en
diversos proyectos por $1400 millones.
Mis estimaciones apuntan a un subsidio petrolero venezolano hacia Cuba
en el orden de los $40.000 millones
entre 2006 y 2012, cuando murió Chávez. Durante todo el siglo XXI la
dependencia económica en Venezuela por parte de Cuba solo puede
compararse con la dependencia política en Cuba por parte de Venezuela.
Indicadores Sociales positivos
El
desempleo en Cuba es el menor de la región pero, advierte Mesa lago, es
medido diferente a las normas internacionales,
ya que incluye trabajadores parados en entrenamiento, estudiantes que
trabajan parte de tiempo y trabajadores involucrados en siembras para su
propio consumo. Es decir, el desempleo real está escondido. El nivel de
alfabetización es muy alto. Todas las estadísticas
de salud y educación son positivas. Sin embargo, después del retiro de
la ayuda soviética, Mesa Lago apunta : “La crisis afectó los niveles
sanitarios… el gasto total de sanidad por habitante era 333 dólares
internacionales (PPA) colocándose en el 12o lugar
de la región y la mitad del promedio regional (basado en WHO 2008).
Sólo la mortalidad infantil continuó su descenso durante la crisis y la
relación de médicos siguió creciendo. Respecto a la última, entre 35% y
48% de los galenos (según estimados diversos)
trabaja en el exterior, principalmente en Venezuela, lo que ha
provocado un déficit de atención médica en la Isla. Las farmacias
estatales carecen de la mayoría de las medicinas básicas que los
enfermos deben comprar en las TRD. El deterioro considerable de
la infraestructura de agua potable y saneamiento (en la primera, la
posición cubana en la región disminuyó), explica en parte el crecimiento
de la hepatitis en 33% entre 1989 y 2007 y la diarrea aguda hasta 1997;
la mayor libertad sexual, el incremento de
la prostitución durante la crisis y la escasez de profilácticos expone
el aumento de las enfermedades venéreas (sífilis 22 veces y blenorragia
372%), y el consumo de alimentos en mal estado el ascenso de la
intoxicación de alimentos en 59%. Por otra parte
el SIDA creció 150% en 1989-2007 pero Cuba tiene la segunda menor
incidencia de dicha enfermedad; y habido graves epidemias de dengue que
no aparecen en las estadísticas oficiales. El incremento de la
escarlatina en 33% y la tuberculosis en 27% son difíciles
de explicar; la primera no es prevenible por vacuna pero la segunda sí y
la inmunización de la población disminuyó en 65% entre 1989 y 2007.
Mesa Lago resume de la siguiente manera la situación de los indicadores sociales bajo la revolución: “La distribución
final de los indicadores sociales es así: el 46% ha mejorado, el 27% se ha mantenido igual y el 27% se ha desmejorado”.
El precio pagado por los Cubanos y la inmoral idolatría de la izquierda
Lo
que el Informe Mesa Lago no incluye es el precio que en términos de
sufrimiento han pagado los Cubanos por
este balance de la revolución Castrista. Durante estos 60 años más de
dos millones de habitantes han escapado de la isla, casi un 20% de la
población, un volumen de emigración verdaderamente asombrosa si se
considera que el gobierno ha restringido por años
el libre movimiento de los ciudadanos. Quienes han permanecido en la
isla han visto sus derechos humanos restringidos o violados. Miles de
cubanos han sido asesinados por el gobierno o llevados a prisión. Miles
de familias se han tenido que separar. Tres generaciones
de cubanos han vivido en una isla-prisión, sin acceso a la libre
información y a sus libertades más esenciales. Han sido 60 años de
opresión, de dictadura. Ha valido la pena la revolución de Fidel
Castro?
Las
izquierdas latinoamericanas y estadounidenses parecen pensar que sí ha
valido la pena. Cartas de melosa
adulación a Fidel Castro han sido firmadas por nuestros intelectuales
de izquierda, el régimen “socialista” venezolano es un satélite político
de la Cuba Castrista, líderes de países de la región han visto a la
Habana de Fidel Castro como sitio de obligatoria
visita, una especie de Meca del izquierdismo. Chávez y Maduro han
entregado el dinero y la soberanía venezolana en manos de los hermanos
Castro. En los Estados Unidos, decenas de profesores universitarios,
desde Pomona College en California hasta American
University en Maryland, alaban al régimen cubano, aunque ninguno haya
mostrado intención alguna de irse a vivir allá. Lo que es difícil de
explicar es que ha podido ver la izquierda de la región en Fidel Castro
para justificar esa idolatría. Y la única respuesta
que he podido encontrar es que ella es un resultado del resentimiento
de esta izquierda en contra de los Estados Unidos. Es una idolatría
producto de la envidia y el despecho. “Amamos a Fidel porque se opuso a
los Estados Unidos” parece ser el lema de la izquierda
regional. Líder que deseaba hacer un gesto de independencia frente a
los Estados Unidos se acercaba a Fidel Castro, olvidando la macabra
naturaleza de su dictadura. Hasta demócratas como Carlos Andrés Pérez lo
hicieron así. Fue la “moda” en América Latina
por décadas.
El amor por Castro y su revolución pertenece al grupo de sentimientos inferiores y acomplejados que mantienen
atrasada a América Latina.
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