Monday, July 6, 2015

Pollos que vuelan

EN: Recibido por email


EDITORIAL EL NACIONAL

 “Hasta los pollos están pasando hambre”, rezaba la mancheta sabatina de este diario, a propósito de la peliaguda situación que enfrenta la industria avícola en razón de la escasez de “vitaminas, minerales, fármacos, vacunas y productos para la higiene de los animales y la sanidad y desinfección de techos, paredes, pisos y mallas de los galpones destinados a la cría”. Una infausta noticia en un país cuya dieta proteínica es cada vez más reducida y tenía en esa carne blanca  una solución hasta hace poco al alcance del bolsillo.  Amenaza con convertirse en una rareza gastronómica, al igual que su desabrido pariente, el pavo, o el volátil y nadador pato de sancochos imposibles, porque ya ni el güiri-güiri se avizora en los cielos patrios, pues los arrozales han desparecido, en virtud de las nocivas políticas agrícolas de unos gobiernos, el anterior y el actual, que han creído que confiscar y producir son sinónimos.

La precariedad de los inventarios de materias primas y las dificultades para mantenerlos en niveles aceptables impiden que los pollos crezcan en condiciones óptimas. En un reportaje aparecido en Tal Cual – y tomando como fuente el portal rojillo Aporrea­– que hace de la pechuga de esa ave del corral ítem referencial para el cálculo de los índices de precios al consumidor,  se afirma que el salario mínimo en Venezuela alcanza para adquirir unos  12 kilos de pechuga o 25 kilos del animal entero, de modo que, si ya ha devenido en alimento de consumo restringido, no sorprendería que pase a engrosar la lista de especies en vías de extinción.

El déficit de insumos (en su gran mayoría importados, lo que afecta al sector) se ha reflejado primeramente en el insólito precio alcanzado por los huevos (20 bolívares la unidad…  y en ascenso), un comestible cotidiano e ingrediente fundamental en centenares de preparaciones culinarias, a consecuencia del decrecimiento de la productividad: “En promedio se están produciendo 70.000 toneladas mensuales, mientras que el año pasado se generaban, para  esta época, 95.000 toneladas, lo que representa una caída de 35%”, aseguró la fuente que informó a la reportera de El Nacional Dulce María Rodríguez. Esta circunstancia explica la razón por la que el pollo cuando llega a los mercados vuela, lo que no suele ser usual en un ave que pareciera tener las alas de adorno.

Aparte del impacto causado en la población por su carestía, hay que destacar  no solo que, como titula la noticia firmada por la citada colega, “están en riesgo 15 años de desarrollo avícola”, sino que muchos trabajadores han tenido que ser despedidos a consecuencia de una crisis analizada en detalle en su portal web por la  Asociación Venezolanade la Industria de Salud Animal, en un trabajo según el cual “las 513 granjas avícolas de la zona norte de Táchira no están  produciendo ni 30% de lo que acostumbraban”; al parecer, los pollitos –cuya crianza  propuso verticalizar el perpetuo– dijeron solamente pío, pío, pío.

Vía El Nacional
Que pasa Margarita

No comments:

Post a Comment