Gustavo Coronel
El ministro de Energía y Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela,
Eulogio Del Pino ha dicho que teme “una catástrofe” si los inventarios de
crudo siguen creciendo. Ya el precio del petróleo Venezolano ronda los $29
por barril y no se avizora cambio positivo alguno en el futuro a
corto plazo.
Del
Pino informa que los inventarios de petróleo crudo están muy altos y
que la capacidad de almacenamiento mundial está prácticamente copada, al
90%. Ello señala una posible catástrofe, advierte Del Pino.
Sin
embargo, en el mismo texto de sus declaraciones, anuncia que Venezuela
respalda el derecho de Irán al llevar al mercado mundial alrededor de un
millón de barriles diarios , lo cual presionará el precio del petróleo
hacia una baja aún más dramática. Esta profunda contradicción refleja el
conflicto entre el negocio petrolero y la rígida ideología política que
aflige al régimen venezolano. Irán es aliado político de Venezuela pero
se ha convertido en su mayor competidor, al poner en el mercado un
torrente de petróleo barato de buena calidad que le hará a Venezuela
perder una parte de los escasos mercados que le quedan.
Mientras
Del Pino es prisionero de estas contradicciones la situación de la
industria petrolera venezolana a corto y hasta largo plazo se torna
crítica, desesperada y requiere una modificación de sus políticas si no
quiere naufragar de manera ignominiosa. Un análisis de Barclay, la
institución financiera internacional, ver:http://www.elmundo.com.ve/noticias/petroleo/pdvsa/barclays--venezuela-requiere-un-precio-de-petroleo.aspx#ixzz3urPcYfmzsugiere
que Venezuela necesitaría un barril a un precio no menor de $50 para
2016, a fin de sobrevivir el año sin tener que ir a cesación de pagos.
Sin embargo, esta cifra no es probable de ser alcanzada en promedio,
dadas la condiciones del mercado internacional. Si se obtuvieran los $50
por barril, el déficit de Venezuela para el próximo año todavía seria
de $27000 millones, una suma aterradora.
Para
complicar más la situación creemos que las cifras de exportación
petrolera venezolana estimadas por Barclay son optimistas. Hablan de una
recaudación de $30.000 millones para el año, a $50 el barril. Ello
indica que Barclay piensa que Venezuela puede exportar 1,7 millones de
barriles diarios a un precio de $50 el barril. Pero lo que conocemos de
la situación petrolera nacional no permite esta premisa.
La
producción venezolana, según PDVSA, está en unos 2,5 millones de
barriles diarios, de los cuales unos 200.000 barriles van a PetroCaribe y
Cuba; unos 300-400.000 a China a pagar deuda y unos 600.ooo barriles
diarios al mercado doméstico. Ello dejaría, si creemos en la cifra
oficial de producción, unos 1,3 millones de barriles diarios para la
exportación a precios y términos comerciales. El ingreso bruto por
exportaciones petroleras para el año, por lo tanto, estaría en unos
$22.000 millones, lo cual resultaría en un déficit fiscal de casi
$40.000 millones para 2016.
Esta
sería una brecha insalvable. Ya es demasiado tarde para poder cerrarla,
aun cuando se hiciesen todas las rectificaciones requeridas de política
petrolera pero hacerlo tendría el mérito de reducir la brecha y de
sincerar la trágica situación de PDVSA, quebrada debido a la
prostitución e ineptitud de su tren gerencial.
Entre otras cosas:
· Debe
cesar el suministro de petróleo a Cuba, a Petrocaribe y a ALBA, cuyos
países miembros ya tienen una mejor situación económica que Venezuela.
· Debe cesar el regalo de gasolina en el mercado interno
· Debe renegociarse el pago a China, tratando de liberar más volumen para la venta en el mercado abierto
· PDVSA
debe cesar de inmediato de ser una empresa dedicada a lo social para
dedicarse única y exclusivamente a su negocio medular de producir,
refinar y vender petróleo y productos petroleros. El exceso de personal
involucrado en tareas no petroleras debe ser reubicado.
· Debemos
llamar a las empresas internacionales que realmente poseen tecnología y
capital a producir petróleo, ofreciéndoles condiciones ventajosas. Dudo
que vengan, porque la credibilidad de Venezuela está muy erosionada
pero hay que tratar
· La
Faja del Orinoco está a punto de quedarse con los crespos hechos, a
menos que no nos decidamos a trabajar con las grandes empresas
internacionales. Entre el régimen y sus “vivezas” y las empresas
mediocres de China y Rusia tienen estancada a la Faja.
Hugo Chávez y Nicolás Maduro, con el entusiasta concurso de Alí
Rodríguez, Rafael Ramírez, Gastón Parra, Héctor Ciavaldini y sus
respectivas pandillas, lograron lo que parecía imposible: arruinar a
PDVSA
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