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Jorge G. Castañeda
Milenio Diciembre 14, 2015
http://jorgecastaneda.org/notas/2015/12/14/dos-crisis-venezolanas-humanitaria-y-cubana
Solo la izquierda trasnochada puede sentirse decepcionada por la derrota del chavismo en Venezuela. Nadie puede destruir una economía o permitir niveles de violencia, como el régimen de Maduro, sin pagar un precio en las urnas, si hay urnas. Para los venezolanos, para la comunidad latinoamericana, se trata de un paso adelante frente a uno de los gobiernos más aberrantes en una región donde suelen abundar.
Pero esto no significa que los problemas creados por la demencia chavista hayan terminado. Al contrario: para Venezuela, para su vecinos y para todo el hemisferio (incluyendo a EU), los dilemas apenas arrancan. Nos podemos hallar ante una de las crisis potenciales más agudas en América Latina. Los escenarios son escalofriantes. Me referiré solo a dos.
La primera es la que varios observadores pronostican y temen: una crisis humanitaria de grandes dimensiones. Con una economía ya hundida en el abismo, dos elementos adicionales han venido a agravar una situación de por si catastrófica. La primera es el persistente derrumbe del precio del petróleo, del cual depende Venezuela para la casi totalidad de su presupuesto y de sus importaciones. Mientras la OPEP siga produciendo, los precios seguirán cayendo. Para Caracas es una pesadilla agudizada desde hace una semana por un gobierno dividido, pasmado, incapaz de tomar decisiones inevitables e impostergables, y enfrentado a más de medio país que lo aborrece. De allí la crisis humanitaria: escasez permanente de todo, hiperinflación, una población armada (los niños piden pistolas para Navidad), dos fronteras terrestres porosas y atractivas (Brasil y Colombia) y otra
marítima, a una hora de vuelo (Miami). Hay cálculos de hasta 2
millones de desplazados en dirección de esas fronteras.
Segundo escenario: la prensa internacional informa de una quincena o
más de buques petroleros cargados de productos refinados
estacionados frente a puertos venezolanos, sin descargar, por
incapacidad de pago de PDVS, que no puede exportar. Sin reservas
monetarias —se dice que el oro ha sido pignorado dos veces ya—
Venezuela no puede seguir subsidiando a Cuba, al son, según El País,
de 5 mil mdd al año.
El número de emigrantes cubanos a EU se ha duplicado de 2014 a
2015. La oposición victoriosa procura, con razón, suprimir un subsidio
que le cuesta al pueblo venezolano por triple partida: petróleo vendido
debajo de precios de mercado, pago exorbitante a médicos cubanos y
presencia desorbitada de seguridad cubana. Si todo eso se acaba, ¿qué
será de Cuba?
O quizás Barack Obama ya esté negociando con Henrique Capriles y la
MUD que no recorten el salvamento cubano para evitarle un nuevo
Mariel (1980) o crisis balsera (1994). Esa es la magnitud de la crisis
venezolana.
Jorge Castañeda (Ciudad de México, 1953). Economista
(Universidad de Princenton), Doctor en Historia Económica
(Universidad de París). Profesor de la Universidad de Nueva York y
de la Universidad Nacional Autónoma de México. Secretario de
Relaciones Exteriores desde 2000 a 2003. Miembro de la Academia
de las Ciencias y las Artes de Estados Unidos. Polémico escritor,
autor, entre otros, de: La utopía desarmada; La vida en rojo: Una
biografía del Che Guevara; La Herencia: arqueología de la
sucesión presidencial en México. Recientemente ha publicado
Somos Muchos: Ideas para el Mañana. En 1994 fue asesor del
candidato presidencial de Izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas. Para
1999, Castañeda ya era uno de los principales estrategas
electorales de la campaña presidencial del derechista Vicente Fox
Quesada, quien sí llegó a la Presidencia y lo puso a la cabeza de la
Cancillería mexicana (2003 – 2006).
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