EFE
26 DE NOVIEMBRE 2016 - 05:36 AM
Un centenar de personas continuaban bailando y cantando en la calle Ocho de Miami, varias horas después del anuncio de la muerte de Fidel Castro, el líder de la Revolución cubana, a los 90 años de edad.
"Libertad, libertad", "Olé, Olé, se fue, se fue" y "Tirano vete con tu hermano", dirigido al actual presidente de Cuba, Raúl Castro, fueron algunos de los eslóganes más coreados, mientras la multitud bailaba al ritmo del timbal en los alrededores del café Versailles.
A esta celebración espontánea en uno de los lugares preferidos de la numerosa comunidad cubana de Miami para reunirse fue sumándose gente a medida que se fueron despertando unos a otros para transmitir la noticia llegada desde La Habana.
A las 2:00 am había unas 300 personas en los alrededores del Versailles, incluido Tomás Regalado, alcalde de Miami, quien señaló que es lícito celebrar lo que hoy se celebra.
"No se celebra la muerte de un ser humano, se celebra la muerte de un dictador. Así como se celebró la muerte de un Hitler, estamos celebrando la de alguien que hizo mucho daño a cuatro generaciones de cubanos, hay personas ancianas, maduras, pero muchos jóvenes".
"Y esos jóvenes que nacieron en EE UU están reflejando el dolor que sufrieron sus padres y abuelos cuando fueron desarraigados, eliminados de su patria. Creo que es importante que el mundo vea eso. No como una falta de respeto sino al contrario, sino como una genuina celebración de libertad de un dictador", agregó.
El Versailles ha ido escenario de otras muchas celebraciones como ésta. Cada vez que los rumores sobre la muerte de Castro se intensificaban la gente salía a festejar, aunque después se demostraba que no eran ciertos.
Incluso cuando se conoció la enfermedad que apartó a Fidel Castro del poder, en 2006, hubo festejos a las puertas del Versailles.
En medio de la bulla de hoy, Rulis Valdés, llegado hace cinco años desde Cienfuegos, dijo a Efe: "esto es lo más grande que estábamos esperando desde hace mas de 40 años".
"El pueblo seguía a Fidel, a Raúl no lo van a seguir, ahora lo que falta es que la gente salga a las calles, ahora vienen los cambios", afirmó esperanzado.
Vanesa Villar, nacida en Estados Unidos de padres cubanos, nunca ha ido a Cuba en sus 36 años de vida. "Estoy emocionada de ver nuestra comunidad unida para celebrar la muerte de Fidel y un comienzo nuevo" para Cuba.
Cargada con una olla y cucharas de madera para hacer ruido, Villar hizo votos para que ahora pueda ir por primera vez al país de sus padres.
Katiana Fleites, también de 36 años, dijo que su contento es más por sus padres. "Es una ilusión para ellos".
Una discreta presencia policial rodea a los manifestantes que agitan banderas de EE UU y Cuba y se fotografían con sus teléfonos celulares para registrar el momento, mientras un numeroso grupo de periodistas se dedica a tomar declaraciones a los participantes en la fiesta, en su mayoría jóvenes.
Muchos sonreían a la cámara, otros lloraban de la emoción y otros bebían champán directamente de la botella sin importarles las cámaras ni los fotógrafos.
En unas declaraciones telefónicas Ramón Saúl Sánchez, líder de la organización del exilio cubano Movimiento Democracia, se lamentó hoy de que la muerte de un "tirano" como definió a Fidel Castro no vaya a significar "la libertad del pueblo de Cuba".
"Es la tristeza más grande que tengo en mi corazón", señaló el activista a quien la noticia de la muerte de Castro le sacó de la cama como a muchos otros.
Los tres congresistas cubano-estadounidenses de Florida celebraron la muerte del "tirano" Fidel Castro e hicieron votos para que ello conlleve a la libertad y la democracia en Cuba.
"Después de tantas décadas de opresión el tirano Castro está muerto y un nuevo comienzo puede finalmente amanecer en Cuba y su gente", expresó la congresista republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen.
"El fallecimiento del dictador pone punto y final a un largo y doloroso capítulo en la historia de Cuba. Seguimos solidarios con los cubanos", afirmó el congresista Carlos Curbelo.
Por su parte, Mario Díaz Balart hizo un llamado al presidente electo estadounidense, Donald Trump, quien está de descanso en su club Mar-a-Lago, en el sur de Florida, para que adopte los consejos de los legisladores cubano-estadounidenses sobre la política que debe seguirse en relación a Cuba.
Ros-Lehtinen, que se unió a esa petición, señaló que la muerte de Castro era algo que "tenía que pasar" algún día.
"El tirano Castro ha muerto y por fin puede comenzar un nuevo futuro de libertad y democracia en Cuba", expresó la congresista, aunque lamentó que Raúl Castro mantenga al pueblo de Cuba "oprimido".
"Esta es la hora de cerrar los gulags, tener elecciones libres, liberar a presos políticos y restituir la democracia en Cuba", finalizó Ros-Lehtinen.
A esta celebración espontánea en uno de los lugares preferidos de la numerosa comunidad cubana de Miami para reunirse fue sumándose gente a medida que se fueron despertando unos a otros para transmitir la noticia llegada desde La Habana.
A las 2:00 am había unas 300 personas en los alrededores del Versailles, incluido Tomás Regalado, alcalde de Miami, quien señaló que es lícito celebrar lo que hoy se celebra.
"No se celebra la muerte de un ser humano, se celebra la muerte de un dictador. Así como se celebró la muerte de un Hitler, estamos celebrando la de alguien que hizo mucho daño a cuatro generaciones de cubanos, hay personas ancianas, maduras, pero muchos jóvenes".
"Y esos jóvenes que nacieron en EE UU están reflejando el dolor que sufrieron sus padres y abuelos cuando fueron desarraigados, eliminados de su patria. Creo que es importante que el mundo vea eso. No como una falta de respeto sino al contrario, sino como una genuina celebración de libertad de un dictador", agregó.
El Versailles ha ido escenario de otras muchas celebraciones como ésta. Cada vez que los rumores sobre la muerte de Castro se intensificaban la gente salía a festejar, aunque después se demostraba que no eran ciertos.
Incluso cuando se conoció la enfermedad que apartó a Fidel Castro del poder, en 2006, hubo festejos a las puertas del Versailles.
En medio de la bulla de hoy, Rulis Valdés, llegado hace cinco años desde Cienfuegos, dijo a Efe: "esto es lo más grande que estábamos esperando desde hace mas de 40 años".
"El pueblo seguía a Fidel, a Raúl no lo van a seguir, ahora lo que falta es que la gente salga a las calles, ahora vienen los cambios", afirmó esperanzado.
Vanesa Villar, nacida en Estados Unidos de padres cubanos, nunca ha ido a Cuba en sus 36 años de vida. "Estoy emocionada de ver nuestra comunidad unida para celebrar la muerte de Fidel y un comienzo nuevo" para Cuba.
Cargada con una olla y cucharas de madera para hacer ruido, Villar hizo votos para que ahora pueda ir por primera vez al país de sus padres.
Katiana Fleites, también de 36 años, dijo que su contento es más por sus padres. "Es una ilusión para ellos".
Una discreta presencia policial rodea a los manifestantes que agitan banderas de EE UU y Cuba y se fotografían con sus teléfonos celulares para registrar el momento, mientras un numeroso grupo de periodistas se dedica a tomar declaraciones a los participantes en la fiesta, en su mayoría jóvenes.
Muchos sonreían a la cámara, otros lloraban de la emoción y otros bebían champán directamente de la botella sin importarles las cámaras ni los fotógrafos.
En unas declaraciones telefónicas Ramón Saúl Sánchez, líder de la organización del exilio cubano Movimiento Democracia, se lamentó hoy de que la muerte de un "tirano" como definió a Fidel Castro no vaya a significar "la libertad del pueblo de Cuba".
"Es la tristeza más grande que tengo en mi corazón", señaló el activista a quien la noticia de la muerte de Castro le sacó de la cama como a muchos otros.
Los tres congresistas cubano-estadounidenses de Florida celebraron la muerte del "tirano" Fidel Castro e hicieron votos para que ello conlleve a la libertad y la democracia en Cuba.
"Después de tantas décadas de opresión el tirano Castro está muerto y un nuevo comienzo puede finalmente amanecer en Cuba y su gente", expresó la congresista republicana por Florida Ileana Ros-Lehtinen.
"El fallecimiento del dictador pone punto y final a un largo y doloroso capítulo en la historia de Cuba. Seguimos solidarios con los cubanos", afirmó el congresista Carlos Curbelo.
Por su parte, Mario Díaz Balart hizo un llamado al presidente electo estadounidense, Donald Trump, quien está de descanso en su club Mar-a-Lago, en el sur de Florida, para que adopte los consejos de los legisladores cubano-estadounidenses sobre la política que debe seguirse en relación a Cuba.
Ros-Lehtinen, que se unió a esa petición, señaló que la muerte de Castro era algo que "tenía que pasar" algún día.
"El tirano Castro ha muerto y por fin puede comenzar un nuevo futuro de libertad y democracia en Cuba", expresó la congresista, aunque lamentó que Raúl Castro mantenga al pueblo de Cuba "oprimido".
"Esta es la hora de cerrar los gulags, tener elecciones libres, liberar a presos políticos y restituir la democracia en Cuba", finalizó Ros-Lehtinen.
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