JOSÉ LEÓN D’ALESSANDRO| EL UNIVERSAL
sábado 29 de marzo de 2014 12:00 AM
Desde el 12F a Venezuela se la identifica mundialmente como el país de las barricadas y las guarimbas. Significantes que connotan entre si la situación social producto de la protesta de los estudiantes ante la inocultable situación de escasez de productos para el bienestar de los ciudadanos, abuso de autoridad, inseguridad y desconocimiento de los más elementales principios en los que se sustenta el Estado de derecho en una sociedad genuinamente democrática.
Frente a protestas pacíficas de los ciudadanos –derecho contemplado en la Constitución de la República- hemos visto con estupor las más cruentas acciones represivas por parte de instituciones garantes de la seguridad y el orden público, aunado a grupos de motorizados armados y entrenados en acciones vandálicas. A pesar de no existir Estado de excepción ni la suspensión de las garantías constitucionales, la acción represiva arremete contra los manifestantes, jóvenes estudiantes en gran mayoría; afirmación incuestionable dado el número de muertos, heridos y detenidos durante mes y medio. Sumado a allanamientos a domicilios sin la correspondiente orden judicial.
Ahora la situación se agrava cuando el gobierno decide interpretar las leyes a su antojo y a continuación incrimina a los alcaldes de la oposición como los responsables de admitir la presencia de barricadas y guarimbas en sus correspondientes municipios. Por el momento Enzo Scarano y Daniel Ceballos, alcaldes elegidos por votación popular, detenidos y juzgados Manu militari sin derecho a la defensa.
Cada día Venezuela ha sido aventada a un profundo y oscuro abismo, separada ya de las naciones de este continente, cuyos rumbos siguen enfilando hacia el desarrollo con la mira puesta en lograr igualdad social mediante la formación académica y la creación de fuentes de riqueza y empleos de calidad.
Lo insólito acaba de ocurrir en el seno de la OEA en momentos en que la representación de Panamá, abrió espacio a la diputada María Corina Machado, con el objetivo de exponer de viva voz todo lo que acontece en Venezuela. Se hizo acompañar de la madre de Geraldine Moreno, quien perdió la vida por la saña del sujeto que le descerrajó en el rostro una carga de perdigones, a fin de que los miembros de ese foro interamericano, pudiesen internalizar en "vivo y en directo" el valiente relato de la crueldad como le cercenaron los sueños a su hija.
No fue posible la intervención de la diputada. Tal vez la risa y el cinismo de la delegación venezolana fue la contraseña para impedir este propósito.
Once votos se pronunciaron a favor de la petición del Embajador Vallarino. No dudo que por un instante la bandera desgarrada de su país, cuando los sucesos del 9 de enero de 1964, flameó en su corazón al evocar a aquellos 22 jóvenes mártires caídos en la acción reivindicadora del Canal de Panamá.
Curiosamente, el destino quiso que 22 naciones votaran en contra. Entre ellas las 15 integrantes del Caricom, cuya sede está ubicada en Guyana, de la cual una porción –esa que aparece ¿O aparecía? como una cebra en nuestros mapas, nos pertenece. Y por ese corredor Guyana y también ¿Brasil? tendrían una salida expedita al Atlántico a través del Delta del Orinoco.
Frente al "triunfo" de la diplomacia venezolana, la acción de las barricadas y guarimbas, mutaron en 22 mullidos asientos en forma de barriles de petróleo, para que los votantes, cómodamente instalados, atentos al guiño de nuestra delegación y sin vacilación ninguna, dijeran no pasarán.
Para no perder la capacidad de asombro, la noticia de hoy refiere que el flamante Presidente de la Asamblea Nacional, cabalgando sobre la Constitución, ha "decidido" desconocer la voluntad del soberano, al afirmar la destitución de la diputada María Corina Machado. Además de erigirse en barricada al prohibirle ingresar al hemiciclo, ella, que ha sido la parlamentaria más votada, genuina representante del binomio mujer convertida en madre y padre, percibe a la distancia que el edificio sede del Poder Legislativo, donde se debaten las leyes para la convivencia ciudadana y el fortalecimiento del sistema democrático, mediante la pluralidad de las ideas, se ha erigido definitivamente en guarimba para cocinar en la penumbra abyectas y aberrantes medidas en desmedro del derecho a disentir.
Venezuela, nodriza de la libertad americana. Hoy tu piel exhibe múltiples heridas y quemaduras que empañan tu rostro. Desde lejos la voz adolescente de Malala Yousafzai, víctima del talibán se sobrepuso a graves daños físicos y ha grabado para los pueblos que luchan por la dignidad sin ataduras ideológicas ni religiosas, este mensaje pleno de inspiración y valor para los que empeñan lo mejor de sus esfuerzos en ser libres: "Pueden dispararle a mi cuerpo, pero no pueden matar mis sueños".
Frente a protestas pacíficas de los ciudadanos –derecho contemplado en la Constitución de la República- hemos visto con estupor las más cruentas acciones represivas por parte de instituciones garantes de la seguridad y el orden público, aunado a grupos de motorizados armados y entrenados en acciones vandálicas. A pesar de no existir Estado de excepción ni la suspensión de las garantías constitucionales, la acción represiva arremete contra los manifestantes, jóvenes estudiantes en gran mayoría; afirmación incuestionable dado el número de muertos, heridos y detenidos durante mes y medio. Sumado a allanamientos a domicilios sin la correspondiente orden judicial.
Ahora la situación se agrava cuando el gobierno decide interpretar las leyes a su antojo y a continuación incrimina a los alcaldes de la oposición como los responsables de admitir la presencia de barricadas y guarimbas en sus correspondientes municipios. Por el momento Enzo Scarano y Daniel Ceballos, alcaldes elegidos por votación popular, detenidos y juzgados Manu militari sin derecho a la defensa.
Cada día Venezuela ha sido aventada a un profundo y oscuro abismo, separada ya de las naciones de este continente, cuyos rumbos siguen enfilando hacia el desarrollo con la mira puesta en lograr igualdad social mediante la formación académica y la creación de fuentes de riqueza y empleos de calidad.
Lo insólito acaba de ocurrir en el seno de la OEA en momentos en que la representación de Panamá, abrió espacio a la diputada María Corina Machado, con el objetivo de exponer de viva voz todo lo que acontece en Venezuela. Se hizo acompañar de la madre de Geraldine Moreno, quien perdió la vida por la saña del sujeto que le descerrajó en el rostro una carga de perdigones, a fin de que los miembros de ese foro interamericano, pudiesen internalizar en "vivo y en directo" el valiente relato de la crueldad como le cercenaron los sueños a su hija.
No fue posible la intervención de la diputada. Tal vez la risa y el cinismo de la delegación venezolana fue la contraseña para impedir este propósito.
Once votos se pronunciaron a favor de la petición del Embajador Vallarino. No dudo que por un instante la bandera desgarrada de su país, cuando los sucesos del 9 de enero de 1964, flameó en su corazón al evocar a aquellos 22 jóvenes mártires caídos en la acción reivindicadora del Canal de Panamá.
Curiosamente, el destino quiso que 22 naciones votaran en contra. Entre ellas las 15 integrantes del Caricom, cuya sede está ubicada en Guyana, de la cual una porción –esa que aparece ¿O aparecía? como una cebra en nuestros mapas, nos pertenece. Y por ese corredor Guyana y también ¿Brasil? tendrían una salida expedita al Atlántico a través del Delta del Orinoco.
Frente al "triunfo" de la diplomacia venezolana, la acción de las barricadas y guarimbas, mutaron en 22 mullidos asientos en forma de barriles de petróleo, para que los votantes, cómodamente instalados, atentos al guiño de nuestra delegación y sin vacilación ninguna, dijeran no pasarán.
Para no perder la capacidad de asombro, la noticia de hoy refiere que el flamante Presidente de la Asamblea Nacional, cabalgando sobre la Constitución, ha "decidido" desconocer la voluntad del soberano, al afirmar la destitución de la diputada María Corina Machado. Además de erigirse en barricada al prohibirle ingresar al hemiciclo, ella, que ha sido la parlamentaria más votada, genuina representante del binomio mujer convertida en madre y padre, percibe a la distancia que el edificio sede del Poder Legislativo, donde se debaten las leyes para la convivencia ciudadana y el fortalecimiento del sistema democrático, mediante la pluralidad de las ideas, se ha erigido definitivamente en guarimba para cocinar en la penumbra abyectas y aberrantes medidas en desmedro del derecho a disentir.
Venezuela, nodriza de la libertad americana. Hoy tu piel exhibe múltiples heridas y quemaduras que empañan tu rostro. Desde lejos la voz adolescente de Malala Yousafzai, víctima del talibán se sobrepuso a graves daños físicos y ha grabado para los pueblos que luchan por la dignidad sin ataduras ideológicas ni religiosas, este mensaje pleno de inspiración y valor para los que empeñan lo mejor de sus esfuerzos en ser libres: "Pueden dispararle a mi cuerpo, pero no pueden matar mis sueños".
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