Gustavo Coronel
Ver su artículo completo en:http://elestimulo.com/blog/hasta-cuando-pondremos-la-torta/
Carolina
Jaimes Branger, mi vecina de página en ND, excelente venezolana, ha
escrito un artículo llamado “Hasta cuando
pondremos la torta” en el cual fustiga duramente a quienes “critican” a
la MUD. Debemos comenzar por decir que disentir y criticar, en el
lenguaje de la democracia, no es atacar.
Carolina dice algo al inicio con lo cual estamos de acuerdo:la MUD lo ha hecho bastante bien. Y, de inmediato
agrega: pero, los ciudadanos de oposición parecen estar apoyando al chavismo al criticar a la MUD. Según
ella, “todas las críticas van a la MUD y no al régimen”. Decir esto no
es verdad. Carolina añade que ella ha identificado cuatro tipos de
críticos
de la MUD:
1. Los
exiliados.
Según Carolina “el síndrome del exilio es horrible”. Dice que como vivimos afuera
(tengo 12 años afuera) pero nuestra mente está allá “sufrimos muchísimo”.
No es realmente así, Carolina. Es cierto que estamos pendientes de
nuestro país pero el hecho de estar viviendo en libertad nos da gran
bienestar. No le tememos al hampa
tanto como allá, conseguimos comida, medicinas y podemos ver una
variada televisión y leer muchos diarios, no solamente VTV, Tele Sur o
el amordazado El Universal. No puedo creer eso que dices que quienes
permanecen “se acostumbran a todo”. Nosotros hablamos
con nuestros amigos y familiares allá y compartimos sus angustias y
sabemos que no se “han acostumbrado” a tanta humillación. Dices que los
exiliados son grandes transmisores de rumores y en eso tienes alguna
razón. Pero también transmitimos información valiosa
y leemos crónicas como las tuyas.
Nos
reprochas que aportemos ideas para salir del régimen y que tengan que
llevarlas a cabo ustedes, que
sean ustedes “quienes pongan los muertos”, porque nosotros nos
quedaríamos muy orondos en el exterior viendo como ustedes se sacrifican
por la patria. Exiliados estuvieron Betancourt, Andrés Eloy, Medina,
López Contreras, Miranda y Bolívar. ¿Que nosotros no
somos ellos? Es cierto, pero nos animan similares propósitos.
Eso
que dices sobre los exiliados es injusto. Estás haciendo una división
entre venezolanos que se quedan,
los buenos, y quienes se han ido, los malos. La verdad es que se han
ido venezolanos buenos y malos y se han quedado venezolanos buenos y
malos. Y quienes se han ido y todavía tienen ideas que aportar para
salir de nuestra tragedia no deberían ser descalificados.
Te pongo un ejemplo: A mis 83 años he vivido más en Venezuela que la
gran mayoría de quienes no se han ido. He pasado 65 años de mi vida en
Venezuela haciendo todo lo que hoy hacen quienes están allá: marchar,
protestar, opinar, aportar ideas, escribir en
contra del gobierno, todo ello antes de que todos ustedes, quienes
tienen menos de 65 años, hubieran nacido. Durante la dictadura de Pérez
Jiménez asalté una cárcel para liberar presos políticos y estuve preso
brevemente. Tengo derecho de opinar como ciudadano,
no importa adonde esté.
Por
cierto, Carolina, los exiliados/auto-exiliados no decimos, como grupo,
que la MUD está vendida. Muchos
la hemos apoyado en ocasiones y no en otras. Algunos hemos dicho que
hay miembros de la MUD que no merecen estar allí pero eso también lo
dice mucha gente en Venezuela. Y la prueba de que tenemos una cierta
razón es que los han ido sacando después de los
reclamos: Ramón José Medina y Timoteo Zambrano, por ejemplo.
Opinar sobre Venezuela es un derecho de todos los venezolanos, no importa donde se encuentren y tratar
de descalificar a quienes están afuera es desconsiderado.
2. Los
350-tistas.
Según su análisis el
segundo tipo de críticos de la MUD son los que llama 350-tistas. El 350
es un artículo de la Constitución vigente y, como todos los artículos
constitucionales, debería ser de obligatorio cumplimiento, a menos que
no tomemos en serio la Constitución. No solo
es un derecho sino un deber que muchos venezolanos toman a chanza
porque “no saben cómo se aplica”. Se aplica, Carolina, de la misma
manera que lo aplicó Bolívar cuando ni siquiera existía, rebelándose
contra la corona española. Como lo aplicaron los estudiantes
del 28, entre quienes tuve dos tíos que pagaron con cárcel su desafío,
y como lo aplicaron Enrique Aristeguieta Gramcko y sus amigos de la
Junta Patriótica el 23 de Enero de 1958, todos luchando en contra de un
régimen despótico. Cuando dices que el artículo
350 es inaplicable, lo que realmente quieres decir es que todavía nadie
lo ha aplicado. Lo mismo que le decían a los hermanos Wright: “volar es
imposible”.
Al
mencionar la desobediencia civil dices que “te mueres de la risa”. No
has oído hablar de Rosa Parks?
El gran gesto de Leopoldo López fue de desobediencia civil y por ese
gesto de dignidad está en la cárcel, antagonizado por algunos de sus
compañeros de la MUD lo trataban de descalificar.
3. El
sabelotodo.
El
tercer tipo de críticos de la MUD es, según Carolina, el sabelotodo,
expresión nada elogiosa. Hace
absurdas generalizaciones: “todo lo critican, dicen que la MUD no ha
hecho nada, son como Dios”. Llamar, de manera indiscriminada, a quienes
critican a la MUD sabelotodo es intolerante de quienes piensan que la
MUD lo puede hacer mejor. Niega que la
MUD haya conversado en secreto con el régimen. ¡Ya todo el mundo lo sabe, Carolina!
La
verdad es que Henry Ramos, líder de la MUD, ha dicho desde hace varios
años: “nosotros no representamos
a nadie sino al grupo de partidos políticos miembros”. Y así es. De lo
que se trata ahora es de convertir a la MUD en un gran frente nacional,
que incluya a todo el país. ¿Le ves algo malo a ello? Yo he venido
promoviendo este concepto de un Frente Único
desde hace más de cinco años, sin que nadie escuche. Ver: http://cronicadesdewashington.blogspot.com/2010/12/carta-abierta-de-gustavo-coronel-los.html .
Eso no es atacar a la MUD sino tratar de transformarla en una organización que nos represente a todos.
4. Los
apocalípticos.
Su
cuarto tipo de críticos de la MUD son, dice, los peores. Son los que
dicen que “el RR no va”. Bueno,
en este momento hay un 85% de probabilidades de que no vaya. ¿No
deberíamos tener un Plan B, sobre todo si no es un plan excluyente del
RR?
Admito que entre los exiliados habrá algunos apocalípticos, también los hay por montones en Venezuela.
Al negar el valor de la desobediencia civil como sistema de lucha, ¿no suena Carolina como una de ellos?
Hay que utilizar todos los recursos que existen en el país para salir de un régimen que nos asfixia.
.
Termina Carolina diciendo: el país no se va acabar porque no haya revocatorio. Estoy
en rotundo desacuerdo
con el sentido de esta aseveración. No se va a acabar el país físico,
es cierto, pero si aceptamos este nuevo insulto, estaremos enterrando
el país moral que queremos, el país digno, el país decente, el país
democrático, el país libre.
El país de rodillas, el país bajo Maduro, el país negociado con los bandidos, el país pasivo pidiendo comida en una cola,
ese no es mi país. De ese país fue que me fui, Carolina. Y a ese país no regreso.
Leamos lo que dice Manuel Malaver, quien está allá en Venezuela:
“De
ahí que, los cortafuegos instrumentados por Maduro y las señoras del
CNE contra el Revocatorio, no solo deben enfrentarse como obstáculos a
superar, sino como oportunidades para arreciar las protestas, movilizar
la mayor cantidad de ciudadanos posible, transformando
su lucha, de un simple evento electoral, en gigantescas manifestaciones
que patenticen que los venezolanos emprendieron la ruta de su
liberación y no van a parar. Río en el cual, las protestas contra los
que quieren impedir el Revocatorio se mantienen, la
lucha por su celebración sigue vigente, pero sus alcances deben ir
mucho más allá y revelarle al mundo que Venezuela no se rinde, está en
la calle y no la abandonará hasta que Maduro sea desalojado de
Miraflores y la libertad y la democracia rescatada”.
¿ Es también un sabelotodo?
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