El título de esta crónica hubiera dejado de sorprender en años del pasado, cuando el cacao era el principal producto de exportación del país, especialmente desde el oriente venezolano, donde familias de origen corso mantenían grandes plantaciones y lo exportaban a Europa y otras ciudades. Nikita Harwich Valenilla, quien se ha especializado en el tema, escribió una interesante monografía sobre la historia del chocolate (Histoire du Chocolat, 1992) y un bien documentado artículo sobre la red comercial corsa y el desarrollo de la producción de cacao en el oriente venezolano, el cual aparece incluido en el libro que coordinamos sobre los primeros 25 años de la Cátedra Andrés Bello en el St. Antony's College de la Universidad de Oxford, publicado por el Banco Central de Venezuela en 1999.
Lamentablemente, con el advenimiento de la explotación petrolera, el cacao pasó a ser un cultivo menor de producción en Venezuela. Por ello, nos contentó ver que el supermercado Whole Foods de nuestro vecindario en el norte de Virginia está vendiendo chocolates El Rey de factura venezolana, en tres variantes: blanco, oscuro y con leche. Aunque ese hecho no dejó de ser reconfortante para la familia, dada la reconocida calidad del producto venezolano (en algún momento marcador del precio internacional....), todavía no he podido convencer a mi hijo menor para que se anime a comer el chocolate que vende Whole Foods, ya que invariablemente manifiesta preferencia por el cholate Savoy de leche, el cual no se consigue en Washington sino a altos precios en algunas partes de La Florida.
Así es que si usted como yo le gusta degustar un buen chocolate venezolano y reside en el área de Washington, no deje de aprovechar de adquirir su tableta y beneficiarse de las pregonadas ventajas sobre su consumo (ver crónica de ayer que recoge artículo de Sally Wadyka) mientras dura la existencia en la mentada cadena de supermercados. En cuanto a mi hijo menor, no hay que preocuparse, una amiga venezolana que llega en los próximos días le traerá de Caracas una remesa de cholate Savoy de leche que lo mantendrá deleitándose por varios días, para seguir atravesando con vigor el difícil período de la adolescencia....Saludos, jotabe.
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