Sobre la verdad revelada anoche

En: http://www.lapatilla.com/site/2011/07/01/alonso-moleiro-sobre-la-verdad-revelada-anoche/

Alonso Moleiro

Finalmente, Hugo Chávez ofreció un discurso diáfano y honesto sobre sus dolencias. Con la alocución de ayer, el presidente salda un pasivo informativo que sus compatriotas no se merecían. Su actitud coloca a la nación ante una circunstancia que tenía que conocer y le hizo calzar las botas de un Jefe de Estado. La conducta de Chávez contrasta con a la de sus colaboradores, que en general han evidenciado una actitud cobardona y encubridora que, junto a sus desmentidos, los dejan muy mal parados ante el país.
Todas informaciones de la prensa independiente que deslizaron insumos sobre lo que estaba sucediendo resultaron ser ciertas. El “blackout” informativo que quedó derrotado es el de los medios oficiales: la opacidad, la obediencia y el engaño. Queda demostrado de nuevo que ser periodista y funcionario público al mismo tiempo es imposible. El deber de un periodista es informarle a la audiencia lo que sucede y no hay cláusula burocrática que pueda con ese mandato. Es necesario dar crédito en esta circunstancia a los datos aportados por Nelson Bocaranda, todos las cuales resultaron ser totalmente acertados.
El país debe aguardar con serenidad la recuperación del presidente Hugo Chávez. Venezuela es un nación institucionalmente muy descompuesta, pero dispone de una Constitución que tiene ya previstos todos los mecanismos que los venezolanos deben seguir en casos como éste. Es muy importante que todas las fuerzas vivas del país contribuyan en hacer manejables los márgenes de gobernabilidad para hacer transitable lo que queda durante 2011 y el año que entra. En las narices de todos, hay uno que nos baila ante las narices, por obvio: que quede declarada la ausencia temporal y el Vicepresidente Jaua asuma las funciones de la Jefatura de estado.
La MUD debe desempeñar una actitud institucional y orientadora, que debe incluir a los poderes establecidos de este momento. Comienza a extenderse a enorme velocidad el imperativo de adelantar las elecciones primarias pautadas para febrero 2012: que sus fuerzas puedan generar un liderazgo visible que termine de convertirse en una alternativa del poder que fomente la tranquilidad frente al vacío que comienza a insinuarse. Ojalá el liderazgo opositor sepa interpretar correctamente la situación planteada y esté a la altura de las circunstancias.
Un Chávez enfermo no es un Chávez inexistente. El presidente puede bajar sensiblemente su marcha de trabajo y el ritmo de sus apariciones públicas, pero, con seguridad, seguirá trabajando y tomando decisiones. Si su ausencia se prolonga, su partido, el Psuv, y las fuerzas que lo acompañan, entrarán en un peligroso vacío y en un severo entredicho ante los retos del año que entran. Este riesgo, aunque menor, está presente en el bloque de la MUD si se impone la insensatez y el exceso de ambición. Todos los habitantes de este país deben conducirse con extrema prudencia y muchísimo criterio ante una situación imprevista y completamente inédita en la historia contemporánea de Venezuela.