Cinco expresidentes de Costa Rica enviaron una carta al primer mandatario de esa Nación para que actúe en la defensa de la democracia en el Hemisferio, y plantee la necesidad de que en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Venezuela, participen observadores internacionales creíbles como lo hacen en ese país.
Laura Chinchilla, Óscar Arias, Miguel Ángel Rodríguez, Rafael Ángel Calderón y Luis Alberto Monge explican con preocupación que el gobierno venezolano ha negado a la OEA su participación como observadores en esos comicios y ha solicitado el acompañamiento de UNASUR. Pero el Tribunal Superior Electoral de Brasil se ha negado a participar en ese “acompañamiento” en virtud del veto venezolano contra el expresidente de ese Tribunal don Nelson Jobim como cabeza de la misión, así como por la demora del Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela en convenir los términos del “acompañamiento”..
Los expresidentes consideran que las condiciones actuales no pueden ser más peligrosas para la vigencia de la democracia venezolana y la solución de los problemas que afectan a sus residentes. “Un proceso electoral no observado y no creíble sería –en vez de una vía de solución- más bien una causa de deterioro adicional a la democracia”.
26 de octubre de 2015
Señor Presidente de la República
Don Luis Guillermo Solís Rivera
Casa Presidencial
Don Luis Guillermo Solís Rivera
Casa Presidencial
Estimado señor Presidente:
Lo saludamos con nuestros mejores deseos para el desempeño de su cargo y con respeto le solicitamos la acción de su gobierno en la defensa de la democracia en el hemisferio.
Usted, señor Presidente, por su experiencia y convicciones, conoce bien el compromiso de Costa Rica con la democracia y el respeto internacional a los derechos humanos.
Esa ha sido una tradición desde los albores de la república, que nuestros gobiernos con empeño propulsaron.
En América la protección internacional de los derechos humanos dio nacimiento al sistema interamericano de derechos humanos y la Carta Democrática Interamericana reafirma la intención de los Estados Miembros de la OEA de “fortalecer el sistema interamericano de protección de los derechos humanos para la consolidación democrática del Hemisferio.” Así se consolidó en el derecho interamericano la democracia como un derecho del ciudadano ante su Estado, y ese derecho merece ser protegido colectivamente.
El proceso de elecciones parlamentarias en Venezuela convocado para el ya muy próximo 6 de diciembre, si se efectúa con garantías de equidad, podría ser -cualquiera que fuese su resultado- el paso inicial para que los diversos sectores puedan resolver los diversos problemas políticos, económicos y sociales que hoy aquejan a ese querido país.
Resulta palmaria, en ese contexto, la necesidad de que en dicho proceso puedan participar misiones de observación internacional creíbles, como lo hacen en nuestro país. No obstante, el gobierno venezolano ha negado a la OEA su participación como observadores en esos comicios y ha solicitado el “acompañamiento” de UNASUR. Pero el Tribunal Superior Electoral de Brasil se ha negado a participar en ese “acompañamiento” en virtud del veto venezolano contra el expresidente de ese Tribunal don Nelson Jobim como cabeza de la misión, así como por la demora del Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela en convenir los términos del “acompañamiento” con UNASUR.
Las condiciones actuales no pueden ser más peligrosas para la vigencia de la democracia venezolana y la solución de los problemas que afectan a sus residentes. Un proceso electoral no observado y no creíble sería –en vez de una vía de solución- más bien una causa de deterioro adicional a la democracia. Una apropiada observación requiere al menos constatar la legitimidad del padrón, la conformación y funcionamiento de las mesas electorales, las actuaciones de los organismos públicos involucrados en las elecciones, la operación del sistema de votación electrónico, y la verificación de los resultados.
Estas tareas demandan una misión de observación con las competencias, recursos y tiempo necesarios para poderlas llevar a cabo.
Por estas razones, Señor Presidente, respetuosamente solicitamos a su gobierno una acción intensa con los otros gobiernos de América Latina para idear una solución institucional con NN.UU., OEA, UNASUR y UE que permitan evitar un deterioro aún mayor en las condiciones de la democracia venezolana.
No dudamos de que su esfuerzo personal en este campo, junto con las acciones del Señor Ministro de Relaciones Exteriores, don Manuel González, podrían deparar resultados muy saludables para la vigencia de la democracia en América Latina y el bienestar y tranquilidad del hermano pueblo venezolano.
Atentamente,
Luis Alberto Monge A. Oscar Arias S
Miguel Angel Rodríguez E. Laura Chinchilla M.
Doy fe de la firma de la Señora Expresidenta Laura Chinchilla y de los Señores Expresidentes Luis Alberto Monge y Oscar Arias a esta carta.
Miguel Angel Rodríguez E
CC Don Manuel González S.
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto
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