Tuesday, February 2, 2016

Ministerio de la ganadería urbana

EN: Recibido por email


                                                                                           Enrique Viloria Vera



O inventamos o erramos.

Simón Rodríguez



Esta Revolución Bolivariana hablachenta e ineficiente, utiliza a su conveniencia el pensamiento de nuestros héroes auténticos para luego malinterpretarlo: inventa y yerra. 17 años de invenciones fallidas, de despilfarro a granel, de corrupción generalizada, de utópica exportación de una revolución de carnaval y pacotilla, de ataques mediáticos a enemigos rotatorios, de subsidios a los chulos aliados, de apoyo a la Isla de la Felicidad que luego le dio la espalda a sus acólitos bolivarianos, porque descubrió que la felicidad verdadera es capitalista.  En fin, esa malhadada revolución  que dilapidó y malgastó la inmensa fortuna – financiera y humana – de la Patria de Bolívar, ya no sabe qué hacer, qué inventar, para que la gente coma al menos una vez al día y la desnutrición no cunda entre una población que -  al decir de nuestros dirigentes socialistas – no conoce la pobreza: esa rémora del pasado puntofijista.



El inepto Designado ya no sabe qué nueva y descabellada medida anunciar cada vez que se encadena para pena propia y ajena, imitando a su mentor despepita sin más  lo que -  en su escasa visión de estadista del siglo XXI -  se le ocurra para que el pueblo tenga circo, pero no pan. Ya no se trata de los gallineros verticales, de la ruta de la empanada, de los pañales bolivarianos, de las arepas socialistas, en fin, de las autopistas fluviales o del túnel para comunicar una costa con la otra del Lago de Maracaibo, ni mucho menos de un río Guaire limpio y cristalino para bañarnos en traje de baño rojo y rojito con las ya envejecidas ministras ambientales y las arrugadas jefas de la arruinada Caracas. No, queridos y sufridos súbditos bolivarianos, ahora que somos potencia temida por el Imperio, vamos a trastocar, a enterrar, a pulverizar, todas las formas de producción capitalista, empezando por la agricultura tan cara a nuestro agrarista Comandante Supremo, precursor de la ausente seguridad alimentaria tan apoyada en la Economía de puerto que luego se transformó, por acto de la magia socialista del siglo XXI, en Guerra económica.



Ya está en la Gaceta Oficial la decisión del ejecutivo mayor de la Patria, no impresa todavía porque no hay tinta ni papel, los insumos que había se utilizaron en los afiches de los dos libertadores, el de verdad y el de mentirita. Mejor así esperemos que la OPEP  se reúna de urgencia y como solicitado, para aumentar el precio del petróleo y poder contar  - POR AHORA - con unos churupos de más  a fin honorar los convenios firmados por nuestra carismática y elegante canciller en sus visitas a China y Corea del Norte, con el fin de que el nuevo ministerio del disparate bolivariano proceda a importar los perros coreanos y las ratas chinas para su inmediato consumo por nuestros muertos de hambre y proceder a su pronta reproducción en una Venezuela socialista y revolucionaria donde Chávez Vive y nosotros morimos un poco cada día, anhelando un buen bistec encebollado, una lengua en salsa, un mondongo, un hervido cruzado, una paella o un pasticho dominguero.



¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS: LOS DE LA VENEZUELA NO BOLIVARIANA!    

 



  

     

 

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