Las dictaduras militares y el caso de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa plantean una destrucción de la sociedad, al igual que algunas series de ficción. Más allá de zombis e infectados que son moda en la televisión, Rubén Blades piensa que esa que se considera como una “realidad ficcionada” ocurre a diario en países donde se desploman la ley, la religión y hasta la familia, como en Siria, Sudán o México.
“Ninguno de nosotros piensa en eso porque estamos ocupados en nuestra propia vida. ¿Ayotzinapa? Eso es Fear the Walking Dead, donde a 43 pelados se los llevan y después nadie sabe dónde están”, señala el músico, uno de los protagonistas del spin off de The Walking Dead, cuya segunda temporada se estrena el 10 de abril por AMC.
Blades es uno de los pocos latinoamericanos que se ha colocado en producciones de Hollywood, pero considera que deben abrirse más espacios. “No hay ninguna razón para que no existan. El problema con Hollywood y si Will Smith debió ser nominado es una discusión entre el gremio: norteamericanos blancos y norteamericanos negros. No nos incluyen, pero porque no existe la raza latina”.
El artista recuerda que su país fue uno de los que participó en un boicot organizado por el gobierno mexicano en la década de los años veinte, porque los filmes planteaban una figura llamada "The Greaser", que era un mexicano que se encargaba de secuestrar, matar o violar a mujeres o niños.
“La discriminacion es cultural, es una cuestión de miedo y de ignorancia. Es necesario enfrentarla hablando, pero también exigiendo. No somos una raza, somos más bien tribus: la puertorriqueña, la cubana, la mexicana, la dominicana. Por esa razón no hemos integrado una voz como ocurrió con la minoría negra, que se unió y peleó”.
El tema político siempre ha llamado su atención: piensa ser otra vez candidato presidencial en Panamá.
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