ANGEL OROPEZA| EL UNIVERSAL
miércoles 21 de agosto de 2013 12:00 AM
Para los voceros del gobierno, el país se encuentra en una situación de franco ascenso en lo económico, de envidiable eficiencia en lo social y de absoluta estabilidad política. Sin embargo, basta con apagar el televisor y salir a la calle para experimentar una realidad diametralmente distinta. Para dirimir quién tiene la razón, resulta más útil dirigir la atención hacia cómo está percibiendo la propia gente –esos que llaman los "venezolanos de a pie"– la marcha del país.
Un repaso a 4 de las principales encuestadoras del país, las cuales han publicado los resultados de sus mediciones durante las últimas semanas, ofrece un panorama preocupante –por decir lo menos– para el gobierno de Maduro-Cabello. Así, por ejemplo, IVAD (una de las encuestadoras preferidas y más frecuentemente citadas por el expresidente Chávez), encuentra que mientras sólo 11% de la población considera "buena" o "muy buena" la situación general del país, 51.5% la califica como "mala" o "muy mala". Algo parecido ocurre con la situación económica: frente a 9.8% que la percibe como "buena" o "muy buena", 49.6% considera como "mala" o "muy mala" la realidad económica del país. De hecho, 65.2% de los venezolanos siente que la situación económica está peor que el año pasado, frente a un escuálido 11.4% que la percibe mejor. Finalmente, preguntados sobre si las elecciones presidenciales fueran hoy por quién votarían, 45.1% de los encuestados lo haría por Henrique Capriles, mientras sólo 39.3% lo haría por Maduro.
Consultores 21 recoge la misma tendencia encontrada por IVAD. Algunos de sus hallazgos describen así el estado actual de la percepción popular : 61.3% considera mala la situación general de los venezolanos; 53% considera poco probable que con el actual gobierno ocurran los cambios que se quieren para Venezuela; 56% considera que Maduro es incapaz de resolver los problemas del país; 87.2% dice que no consigue con facilidad los productos cuando va al mercado; 53.1% piensa que la escasez es culpa de las malas políticas del gobierno, y 57.2% juzga a Maduro como culpable de los principales problemas que sufren hoy los venezolanos.
Una tercera encuestadora, Varianzas, hace una interesante comparación entre la evaluación percibida del Ejecutivo entre los meses de mayo y junio. En mayo, 42.4% de los encuestados consideraba "buena" la gestión del gobierno, y 47.4% la consideraba "mala". Un mes más tarde, el porcentaje de quienes evalúan positivamente la marcha del gobierno desciende a 40.6%, mientras que los que perciben como "malo" el desempeño oficial sube hasta un 49.3%. Preguntados también sobre por quién votarían si hubiera hoy elecciones presidenciales, 53% lo haría por Capriles y 47% se inclina por el actual ocupante de Miraflores. Finalmente Datanálisis, también sólo a manera de ejemplo, encuentra que 58% del país piensa que la situación económica es negativa.
En respuesta a esta percepción negativa generalizada, el gobierno ha lanzado una triple estrategia: reforzar el concepto de "gobierno de eficiencia en la calle", lanzar una fuerte campaña contra la corrupción e iniciar una feroz persecución contra los opositores. Sin embargo, la estrategia –de nuevo a juzgar por las encuestas– no está dando los frutos esperados.
Así, por ejemplo, IVAD encontró que 52.6% de sus encuestados no le ve nada positivo ni cree en eso que llaman "el gobierno de calle" de Maduro. Con respecto, por ejemplo, al plan "Patria Segura", 14.5% manifiesta tener mucha confianza, frente a un 36.2% que no siente ninguna confianza en dicho operativo.
La estrategia de combate contra la corrupción tampoco parece tener la aceptación que el Ejecutivo aspiraría. Según un estudio encargado por el propio gobierno a través del Sibci, 52,3% de la población considera que las acusaciones de corrupción corresponden a "una estrategia del Gobierno para aparentar que lucha contra la corrupción", y 55,7% considera que las acciones son poco o nada adecuadas.
Para colmo, el dictamen del TSJ emitido hace una semana, en la que consideraba "inadmisible" los recursos de impugnación de las elecciones presidenciales presentados por la oposición, tuvo un efecto distinto al calculado por el oficialismo, pues dejó intacta la duda en la población sobre los verdaderos resultados de la elección presidencial del 14 de abril.
Todo lo anterior parece indicar que no corren buenos tiempos para el madurodiosdadismo, al menos desde la perspectiva de la percepción popular. Las cosas no le están saliendo bien, y las estrategias que ha venido implementando para mejorarlas tampoco le están resultando. Ha centrado su esperanza en intentar neutralizar a la oposición, dada la represión que le infringe en lo mediático y en lo judicial. Pero el pueblo les está resultando más terco e inteligente de lo que pensaban. Y mientras la organización popular continúa aguas abajo, el reloj de la historia sigue su curso, para angustia de los poderosos.
Un repaso a 4 de las principales encuestadoras del país, las cuales han publicado los resultados de sus mediciones durante las últimas semanas, ofrece un panorama preocupante –por decir lo menos– para el gobierno de Maduro-Cabello. Así, por ejemplo, IVAD (una de las encuestadoras preferidas y más frecuentemente citadas por el expresidente Chávez), encuentra que mientras sólo 11% de la población considera "buena" o "muy buena" la situación general del país, 51.5% la califica como "mala" o "muy mala". Algo parecido ocurre con la situación económica: frente a 9.8% que la percibe como "buena" o "muy buena", 49.6% considera como "mala" o "muy mala" la realidad económica del país. De hecho, 65.2% de los venezolanos siente que la situación económica está peor que el año pasado, frente a un escuálido 11.4% que la percibe mejor. Finalmente, preguntados sobre si las elecciones presidenciales fueran hoy por quién votarían, 45.1% de los encuestados lo haría por Henrique Capriles, mientras sólo 39.3% lo haría por Maduro.
Consultores 21 recoge la misma tendencia encontrada por IVAD. Algunos de sus hallazgos describen así el estado actual de la percepción popular : 61.3% considera mala la situación general de los venezolanos; 53% considera poco probable que con el actual gobierno ocurran los cambios que se quieren para Venezuela; 56% considera que Maduro es incapaz de resolver los problemas del país; 87.2% dice que no consigue con facilidad los productos cuando va al mercado; 53.1% piensa que la escasez es culpa de las malas políticas del gobierno, y 57.2% juzga a Maduro como culpable de los principales problemas que sufren hoy los venezolanos.
Una tercera encuestadora, Varianzas, hace una interesante comparación entre la evaluación percibida del Ejecutivo entre los meses de mayo y junio. En mayo, 42.4% de los encuestados consideraba "buena" la gestión del gobierno, y 47.4% la consideraba "mala". Un mes más tarde, el porcentaje de quienes evalúan positivamente la marcha del gobierno desciende a 40.6%, mientras que los que perciben como "malo" el desempeño oficial sube hasta un 49.3%. Preguntados también sobre por quién votarían si hubiera hoy elecciones presidenciales, 53% lo haría por Capriles y 47% se inclina por el actual ocupante de Miraflores. Finalmente Datanálisis, también sólo a manera de ejemplo, encuentra que 58% del país piensa que la situación económica es negativa.
En respuesta a esta percepción negativa generalizada, el gobierno ha lanzado una triple estrategia: reforzar el concepto de "gobierno de eficiencia en la calle", lanzar una fuerte campaña contra la corrupción e iniciar una feroz persecución contra los opositores. Sin embargo, la estrategia –de nuevo a juzgar por las encuestas– no está dando los frutos esperados.
Así, por ejemplo, IVAD encontró que 52.6% de sus encuestados no le ve nada positivo ni cree en eso que llaman "el gobierno de calle" de Maduro. Con respecto, por ejemplo, al plan "Patria Segura", 14.5% manifiesta tener mucha confianza, frente a un 36.2% que no siente ninguna confianza en dicho operativo.
La estrategia de combate contra la corrupción tampoco parece tener la aceptación que el Ejecutivo aspiraría. Según un estudio encargado por el propio gobierno a través del Sibci, 52,3% de la población considera que las acusaciones de corrupción corresponden a "una estrategia del Gobierno para aparentar que lucha contra la corrupción", y 55,7% considera que las acciones son poco o nada adecuadas.
Para colmo, el dictamen del TSJ emitido hace una semana, en la que consideraba "inadmisible" los recursos de impugnación de las elecciones presidenciales presentados por la oposición, tuvo un efecto distinto al calculado por el oficialismo, pues dejó intacta la duda en la población sobre los verdaderos resultados de la elección presidencial del 14 de abril.
Todo lo anterior parece indicar que no corren buenos tiempos para el madurodiosdadismo, al menos desde la perspectiva de la percepción popular. Las cosas no le están saliendo bien, y las estrategias que ha venido implementando para mejorarlas tampoco le están resultando. Ha centrado su esperanza en intentar neutralizar a la oposición, dada la represión que le infringe en lo mediático y en lo judicial. Pero el pueblo les está resultando más terco e inteligente de lo que pensaban. Y mientras la organización popular continúa aguas abajo, el reloj de la historia sigue su curso, para angustia de los poderosos.
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