Domingo 21 de febrero de 2016
El Nuevo País
¿Por Henry Ramos Allup
Aceptando lo constitucionalmente inaceptable, que la Fuerza Armada Nacional sea deliberante, hay que preguntar por qué su escandaloso silencio cuando han sido vulnerados el interés y la soberanía nacionales, así como la memoria del Libertador y la moral de la propia institución armada.
No cabe duda que tanto el auténtico nombre de la Fuerza Armada Nacional (FAN y punto) como sus funciones específicas, están clara y literalmente determinados en los artículos 328, 329, 330 y 331 de la Constitución.
Tratándose de normas constitucionales, son normas de derecho estricto y su interpretación es necesariamente restrictiva, es decir, no pueden estirarse más allá de su texto taxativo ni pueden desvirtuarse ni establecerse principios en normas de rango inferior que lo contraríen, dado el principio de supremacía constitucional.
Hago estas precisiones a propósito de una respuesta vía tuiter del Ministro de Defensa, en clara alusión a lo que sobre el carácter no deliberante de la FAN dije in facie el Alto Mando Militar en el acto de presentación de la memoria y cuenta del presidente Nicolás Maduro ante la AN el pasado 15 de enero.
Para fundamentar su respuesta, el ministro Padrino echó mano del zoon politikón de Aristóteles, aduciendo que los militares, como seres humanos, son también animales políticos o cívicos como cualquier persona civil, y por consiguiente tienen el derecho de deliberar, participar en política y demás.
Muy lejos se fue el Ministro cuando buscó a Aristóteles para fundamentar su respuesta, puesto que él, profeso bolivariano, ha debido recordar el pensamiento del Libertador, mucho más reciente, cuando expresó el 24 de junio de 1828 en Bogotá, en respuesta al comandante militar, al ser recibido apoteósicamente por pueblo y autoridades:
"Como diputado de los militares de la capital del Departamento de Cundinamarca; me parece que sois el tribuno de los ciudadanos armados, que no son más que los hijos de la patria autorizados para defender sus derechos.
El ejército de Colombia ha sido el modelo de las virtudes cívicas y militares.
Nuestras leyes lo habían pervertido en alguna parte pequeña, pero vil; este ejército quería tomar sobre si sus primitivos derechos, y deliberar como los demás ciudadanos; pero el soldado no debe deliberar ¡y desgraciado del pueblo cuando el hombre armado delibera!
Dejemos esto de lado y admitamos lo inadmisible, es decir, que el hombre armado puede y debe deliberar.
Que se sepa, en la FAN hay deliberación sólo para defenderse a sí misma y al Gobierno.
Sobre un montón de temas de altísimo interés nacional la fuerza armada como totalidad ha guardado escandaloso silencio sin deliberar nada.
Comienzo por esa vagabundería inaudita que fue el Plan Bolívar 2000 con el que se enriquecieron groseramente militares al mando de guarniciones.
Nada sobre las fundadas acusaciones nacionales e internacionales contra altos ofíciales empantanados en hechos de narcotráfico y corrupción y sobre la impunidad rampante de la que disfrutan gracias a organismos contralores y de justicia alcahuetes.
Callaron ante la profanación de los restos del Libertador, para someterlos a unos tales informes científicos y fundamentar con ellos una falsificación de su rostro que se pareciera al de Chávez.
Nada han dicho sobre la disminución sistemática del Libertador y al mismo ritmo la elevación de Chávez para colocarlos a ambos en un mismo rango historiográfico e idolátrico.
Han permanecido callados sobre el pobre rostro de Bolívar humillado en una moneda envilecida al nivel de la basura y ante la prostitución de su nombre usado como tapadera para bautizar cualquier disparate que se le ocurra al gobierno.
Han ignorado la hipoteca nacional a intereses económicos extranjeros, y callado ante la conversión de la fuerza armada en hueste chavista, revolucionaria y socialista, como apéndice del partido de gobierno y la sumisión de ciertos militares con mucho rango y pocos méritos arrastrando a la ignominia a la totalidad de universo militar.
Nada dijeron cuando el irresponsable de Chávez, en suprema traición a la Patria, renunció a nuestra histórica reivindicación del Esequibo, el 8 de marzo de 2008, en la reunión del Grupo de Rio, argumentando que se trataba de una vieja reclamación adeca instigada por Washington para derribar el gobierno socialista de Guyana.
También callaron ante la entrega de nuestra frontera occidental a la guerrilla narcoterrorista colombiana.
¿Protestaron la presencia de cubanos controlando áreas estratégicas en nuestro país o sobre la bandera cubana izada en cuarteles venezolanos?
¿Alzaron su voz contra los regalos de Petrocaribe mientras nuestro pueblo se muere de hambre y carece de medicinas? Sobre más de 300 mil millones de dólares de endeudamiento y que seamos el país con la mayor inflación mundial?
Ante los incontables millones de dólares que se esfumaron en empresas de maletín auspiciadas por capos civiles y militares;
O ante la vergüenza de la administración de justicia en manos de jueces que deberían estar presos?
O sobre el hampa impune y el hecho de que seamos el país más violento del mundo?
¿Algo sobre el Irrespeto a la voluntad popular expresada abrumadoramente el 6D contra un Gobierno que se derrite?
¿Deliberan de verdad los militares?
@hramosallup
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