El presidente Barack Obama dijo que su visita a Cuba en marzo abre un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales y es la mejor manera de promover los intereses y valores estadounidenses y ayudar al pueblo de la isla.
“Buenos Días, a todo el mundo. Esta semana, lo hemos anunciado oficialmente, voy a Cuba”, declaró el presidente estadounidense en su alocución radial semanal.
La visita prevista para el 21 y el 22 de febrero reviste carácter histórico, pues el último presidente de Estados Unidos en visitar Cuba durante su mandato fue Calvin Coolidge, en 1928.
“El viaje apunta a comenzar un nuevo capítulo en nuestro acercamiento y relaciones con el pueblo de Cuba”, dijo Obama. “Creo que la mejor manera de promover los intereses y valores estadounidenses, y la mejor manera de ayudar al pueblo cubano a mejorar su vida, es a través del compromiso, mediante la normalización de las relaciones entre nuestros gobiernos y el aumento de los contactos entre nuestros pueblos”, consideró el mandatario.
De todas formas, Obama destacó que el cambio no vendrá a Cuba del día a la noche, ya que si la isla se abre más, significarán más oportunidades y recursos para los cubanos de a pie.
Desde que llegó a la presidencia, Obama ha argumentado que el compromiso haría más por cambiar a Cuba que medio siglo de embargos y aislamiento impuesto por anteriores gobiernos.
En diciembre de 2014 Obama anunció que había participado con el presidente Raúl Castro en conversaciones secretas para un acercamiento. Las relaciones diplomáticas se restablecieron formalmente en julio de 2015.
El viaje de Obama a Cuba le da mayor influencia para lograr avances en asuntos como un mayor acceso a Internet en la isla y abrir oportunidades de negocios para cubanos y estadounidenses.
Obama suele reunirse con grupos de la sociedad civil cuando viaja al extranjero y en este caso no sería diferente. “Se va a reunir con disidentes, miembros de la sociedad civil, incluyendo aquellos que se oponen a las políticas del gobierno cubano”, dijo el asesor de Seguridad Nacional Ben Rhodes.
Agregó que espera que funcionarios cubanos planteen durante la visita el tema de la situación de la base militar de Estados Unidos en bahía de Guantánamo, pero insistió en la oposición de su gobierno a devolverla a la isla, algo a lo que aspira La Habana.
“Buenos Días, a todo el mundo. Esta semana, lo hemos anunciado oficialmente, voy a Cuba”, declaró el presidente estadounidense en su alocución radial semanal.
La visita prevista para el 21 y el 22 de febrero reviste carácter histórico, pues el último presidente de Estados Unidos en visitar Cuba durante su mandato fue Calvin Coolidge, en 1928.
“El viaje apunta a comenzar un nuevo capítulo en nuestro acercamiento y relaciones con el pueblo de Cuba”, dijo Obama. “Creo que la mejor manera de promover los intereses y valores estadounidenses, y la mejor manera de ayudar al pueblo cubano a mejorar su vida, es a través del compromiso, mediante la normalización de las relaciones entre nuestros gobiernos y el aumento de los contactos entre nuestros pueblos”, consideró el mandatario.
De todas formas, Obama destacó que el cambio no vendrá a Cuba del día a la noche, ya que si la isla se abre más, significarán más oportunidades y recursos para los cubanos de a pie.
Desde que llegó a la presidencia, Obama ha argumentado que el compromiso haría más por cambiar a Cuba que medio siglo de embargos y aislamiento impuesto por anteriores gobiernos.
En diciembre de 2014 Obama anunció que había participado con el presidente Raúl Castro en conversaciones secretas para un acercamiento. Las relaciones diplomáticas se restablecieron formalmente en julio de 2015.
El viaje de Obama a Cuba le da mayor influencia para lograr avances en asuntos como un mayor acceso a Internet en la isla y abrir oportunidades de negocios para cubanos y estadounidenses.
Obama suele reunirse con grupos de la sociedad civil cuando viaja al extranjero y en este caso no sería diferente. “Se va a reunir con disidentes, miembros de la sociedad civil, incluyendo aquellos que se oponen a las políticas del gobierno cubano”, dijo el asesor de Seguridad Nacional Ben Rhodes.
Agregó que espera que funcionarios cubanos planteen durante la visita el tema de la situación de la base militar de Estados Unidos en bahía de Guantánamo, pero insistió en la oposición de su gobierno a devolverla a la isla, algo a lo que aspira La Habana.
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