JUAN MARTIN ECHEVERRÍA| EL UNIVERSAL
domingo 4 de agosto de 2013 12:00 AM
En el país se dan un conjunto de factores que potencian la improvisación, el despilfarro y los disparates políticos, consecuencia de la contaminación ideológica del régimen: ello explica la existencia de prioridades que no se pueden resolver, como la inseguridad, como la persecución implacable contra la oposición, el crecimiento de la violencia privada y su consolidación en el sicariato, la dislocación del proceso de industrialización y la atmósfera belicista, que impregna cada acción de las autoridades. Los indicadores de la ingobernabilidad están a la vista en la ilegalidad, inestabilidad, ineficacia, crecimiento de la burocracia y el rechazo a la institucionalidad.
El oficialismo ha acordado una misión aniquilamiento contra los diputados de la oposición, que comienza con Richard Mardo y no sabemos hasta dónde pueda llegar. Por ello se le ha negado el derecho a la defensa, tanto en el TSJ como en la AN, se ha desconocido la presunción de inocencia y se han forjado pruebas; en paralelo la oposición se ha cohesionado, mostrando una solidaridad y vigor que son fundamentales en este repunte totalitario que busca callar la voz de la disidencia, olvidando que ésta desempeña un rol de enorme significación en la gobernabilidad con su crítica, denuncia y exigencia de rendición de cuentas, por lo que en definitiva, la oposición está consustanciada con la gobernabilidad, y pretender aniquilarla es dañar en sus raíces el rendimiento del sistema político, su operatividad y la participación de todos los ciudadanos.
Atacar la descentralización y las dimensiones de la participación política, negándole a la representación parlamentaria de la oposición el rol que debe desempeñar como contracara, practicando la auditoría de los actos de gobierno, analizando su productividad y el destino que se le da a los inmensos recursos del Estado, es atentar contra la democracia misma y provocar una crisis institucional de consecuencias impredecibles.
Nadie puede desconocer la corrupción de los funcionarios a todo nivel, que provocaron la destrucción y colapso de la industria pesada de Guayana, la importación de alimentos que se deterioraron y la apropiación de los dineros del Estado en Bandes y en el Fondo Chino, en hechos que fueron descubiertos en el exterior. El panorama es de una Caja Negra descomunal, ya que mientras más recursos se administran hay mayor riesgo y la práctica del ocultamiento y la impunidad ratifican la estrategia oficial de "la revolución" aplastando la Constitución.
La realidad es que a las autoridades se les cayó el edificio encima, la herencia de estos 14 años ha culminado con un balance en negativo, donde se ha optado como táctica perseguir la corrupción oficial y micro sin atender a dónde fueron a parar sumas que representan muchas veces, la ayuda que se le prestó a Europa, después de la tragedia de la II Guerra Mundial. La MUD tiene el compromiso de defender la Constitución, de garantizarle solidaridad a quien la merece y de proteger más de 6 millones de votos, que crecen día a día por la corrupción y la ingobernabilidad.
El oficialismo ha acordado una misión aniquilamiento contra los diputados de la oposición, que comienza con Richard Mardo y no sabemos hasta dónde pueda llegar. Por ello se le ha negado el derecho a la defensa, tanto en el TSJ como en la AN, se ha desconocido la presunción de inocencia y se han forjado pruebas; en paralelo la oposición se ha cohesionado, mostrando una solidaridad y vigor que son fundamentales en este repunte totalitario que busca callar la voz de la disidencia, olvidando que ésta desempeña un rol de enorme significación en la gobernabilidad con su crítica, denuncia y exigencia de rendición de cuentas, por lo que en definitiva, la oposición está consustanciada con la gobernabilidad, y pretender aniquilarla es dañar en sus raíces el rendimiento del sistema político, su operatividad y la participación de todos los ciudadanos.
Atacar la descentralización y las dimensiones de la participación política, negándole a la representación parlamentaria de la oposición el rol que debe desempeñar como contracara, practicando la auditoría de los actos de gobierno, analizando su productividad y el destino que se le da a los inmensos recursos del Estado, es atentar contra la democracia misma y provocar una crisis institucional de consecuencias impredecibles.
Nadie puede desconocer la corrupción de los funcionarios a todo nivel, que provocaron la destrucción y colapso de la industria pesada de Guayana, la importación de alimentos que se deterioraron y la apropiación de los dineros del Estado en Bandes y en el Fondo Chino, en hechos que fueron descubiertos en el exterior. El panorama es de una Caja Negra descomunal, ya que mientras más recursos se administran hay mayor riesgo y la práctica del ocultamiento y la impunidad ratifican la estrategia oficial de "la revolución" aplastando la Constitución.
La realidad es que a las autoridades se les cayó el edificio encima, la herencia de estos 14 años ha culminado con un balance en negativo, donde se ha optado como táctica perseguir la corrupción oficial y micro sin atender a dónde fueron a parar sumas que representan muchas veces, la ayuda que se le prestó a Europa, después de la tragedia de la II Guerra Mundial. La MUD tiene el compromiso de defender la Constitución, de garantizarle solidaridad a quien la merece y de proteger más de 6 millones de votos, que crecen día a día por la corrupción y la ingobernabilidad.
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