Gustavo Coronel
Maduro:
Te fuiste a Quito a la reunión de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en momentos en los cuales el país está en una profunda y angustiosa crisis, una crisis que se intensifica a cada hora.
Al llegar allá metiste la pata – y de qué manera – , al decir: “Venezuela está en una situación difícil, he declarado una emergencia económica, vengo a sostener un conjunto de reuniones con países hermanos, vengo a plantear un conjunto de posibilidades para atender la emergencia económica de Venezuela”.
Fuiste a pedir ayuda a los demás países de la región para atender una gravísima crisis que es el producto de tu misma ineptitud y estupidez y de la ineptitud y estupidez de quien te precedió, el difunto sátrapa. Al decir esto terminaste de una vez por todas con los locos sueños de liderazgo del socialismo del siglo XXI en la región. Lo que dijiste allá fue, más o menos: Ayúdenme ustedes. No puedo resolver esta situación solo y no quiero pedirle ayuda a mis compatriotas de la oposición. Admitiste la derrota de la “revolución”, después de 17 años cacareando liderazgo en la región, a punta de billetes. Con esta declaración confesaste el más rotundo fracaso de lo que fue un loco intento de convertir al régimen chavista en líder mundial anti-estadounidense desafiar el poder estadounidense. En ese intento insensato, de irresponsables, ustedes arruinaron a Venezuela.
En Quito te escucharon, asombrados de tu mediocridad, quienes habían recibido las limosnas del régimen: Morales, Correa, Ortega y el representante de Castro, así como los demás presidentes de la región. Se dieron cuenta de que el régimen benefactor se había convertido – abruptamente – en pedigüeño, pidiendo limosna a países menos ricos que el país que ustedes destruyeron.
Luego dijiste: “Vengo a enfrentarme a Macri con todo”, ver aquí. Que soberana estupidez. Macri es el presidente de una nación de la región, miembro del CELAC, de Mercosur, de UNASUR, de la OEA. ¿Ir a Quito a pelear con él es tu idea de la integración latinoamericana? ¿Es esta la mejor estrategia para unir países a favor de Venezuela? Si vas a pedir limosnas, ¿es sensato llegar peleando? Cabeza de chorlito.
Por último, cuando alguien te hizo saber que estabas haciendo el ridículo te lanzaste a dar un discurso insaboro e inodoro. Dijiste: “Propongo poner en marcha un plan táctico anticrisis” mencionando que Venezuela habría perdido el 70% de sus ingresos en divisas, ante la “situación que atraviesa la región”. Quienes te oyeron se preguntarían ¿cuál es la crisis de la región? ¿No será, más bien, tu crisis, generada por tu ineptitud y corrupción?
Algunos pensarían que ni siquiera sabes lo que es un plan, porque un plan comienza por objetivos, luego diseña lo estratégico y, al final, establece lo táctico. No comienza por ser táctico. Lo táctico es lo que viene después del QUÉ y del COMO, es el cuándo y el cuánto. ¿Es que nadie te ha dicho esto?
Y, al regresar a Venezuela, has dicho, acariciándote el diente roto: “Es necesario que regresemos al concepto del conuco y llevarlo a todas las escalas”. Pena ajena.
Mira, Maduro: Eres un necio y nos avergüenzas cada vez que abres la boca. Eres un tapón que obstruye a la Venezuela que trata de salir adelante.
Renuncia, por el bien de Venezuela. Mejor renunciar que ser renunciado. La renuncia es la mejor salida para todos, para el país y para ti. La menos costosa en términos de sufrimiento para el pueblo y para la propia seguridad de todos los venezolanos. Mussolini, Noriega, Ceausescu, no quisieron irse a tiempo.
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