Pablo Aure
Raya en la humillación a un pueblo el solo hecho de que existan dudas sobre la nacionalidad de su jefe de Estado. Nicolás Maduro, ha desempeñado innumerables cargos, desde chofer del metro de Caracas hasta Presidente de la nación. Ha sido diputado a la Asamblea Nacional, ocupando su presidencia por un tiempo. También canciller, es decir nuestro conductor de la política internacional. Pero hasta el día de hoy nadie sabe del paradero de su partida de nacimiento. Cosa rara ¿Cuál será el misterio? Esperemos que pronto se esclarezca la verdad. La semana pasada un grupo de reconocidas personalidades solicitó a la Asamblea Nacional investigar sobre el tema de la nacionalidad de Maduro. Quizá este poder por fin despejará el enigma que nos atormenta a muchos venezolanos, y sobre todo, al componente castrense. Lo primero que debe hacer la AN es revisar en sus propios archivos, imaginándonos allí reposan los documentos de quienes han sido diputados y presidentes del Poder Legislativo. Si no existe tal archivo, pues tendrán que solicitarlo al ente comicial y será doña Tibisay Lucena, rectora presidenta del CNE, a quien le competen las funciones de Registro Civil, quien deberá informar inmediatamente.
Es necesario recordar que hace algún tiempo circuló en las redes una supuesta acta de nacimiento colombiana, según la cual Nicolás Maduro habría nacido en Cúcuta. Pero inmediatamente la Procuraduría de Colombia informó que el número de identificación del referido documento correspondía a otro ciudadano. Pero no dijo nada sobre el hecho de que Maduro sea o no colombiano.
¿Renuncia o qué?
El fin de semana fue tendencia en Twitter #MaduroRenunciaYa. Que se sepa eso lo hicimos con Chávez, y también antes, con otros métodos, con Caldera; pero no se lograron buenos resultados. El finado lo hizo cuando el pueblo salió y los militares se lo exigieron. Olvídense de la renuncia “motus proprio”, o sin presión. Maduro saldrá antes de tiempo si se negocia su salida. De lo contrario, ni lo piensen.
Tarek William Saab, defensor del Pueblo declaró: “Decir que se saldrá de Maduro en cinco meses no ayuda a la democracia”. Tiene toda la razón. Cinco meses es mucho tiempo para definir la salida de quien ha enterrado la economía nacional. Voy más allá, no ayuda tampoco a la democracia salir de Nicolás Maduro y dejar el mismo modelo de gobierno. O sea, antes de cinco meses deberíamos encontrar una vía constitucional para salir del Presidente y de todo lo que él representa.
Miraflores cree jugar al gato y al ratón con la AN
Miraflores cree que la carambola con el TSJ para neutralizar las acciones de la AN le va a funcionar todo el tiempo. A cada rato oímos al Presidente decir que va a impugnar por inconstitucionalidad todo proyecto de Ley que redacten las comisiones del Parlamento: la Ley de Amnistía y Reconciliación, la que otorga la titularidad de las casas de la Gran Misión Vivienda, también la amenaza de la rebeldía ante le negativa al decreto de emergencia económica.
Lucen muy confiados en la lealtad de su subordinado Tribunal Supremo de Justicia. Pero mucho cuidado, que tampoco de este lado están jugando carritos: ¿qué pasará, por ejemplo, cuando la comisión que estudia las inconstitucionales designaciones de magistrados “express” hechas por la anterior AN produzca su informe y recomiende -como es de justicia- declarar la nulidad absoluta de las mismas? Rodarán cabezas en el TSJ; y las cosas pudieran emparejarse cuando esta nueva AN reponga, por los procedimientos legales, a dichos magistrados. La pelea es peleando. Que nadie se achicopale ni tampoco piense que la cosa iba a ser facilita.
@pabloaure
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