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Tras la declaración del estado de excepción en Venezuela, el Consejo de Ministros acaba de conceder la nacionalidad española a distintos ciudadanos del país latinoamericano como medida de protección y voluntad de apoyo
Mariano Rajoy El País Mayo 21, 2016 http://elpais.com/elpais/2016/05/20/opinion/1463769371_265902.html
Un 21 de mayo como hoy, Bolívar contestaba una carta de despedida que le dejó Sucre: “Dice Vd. bien, las palabras explican mal los sentimientos del corazón en circunstancias como estas”. Seguramente diría lo mismo si le llegaran las imágenes actuales de Venezuela. Y es lo que sentimos los españoles. Queremos a los venezolanos. No podemos ser indiferentes al drama humanitario, político y económico que están sufriendo todos los días en un país tan hermano. Tras la declaración del estado de excepción en Venezuela, el Consejo de Ministros, atendiendo criterios de urgencia e interés general, acaba de conceder como medida de protección la nacionalidad española por carta de naturaleza a la hermana y al cuñado del preso político Leopoldo López, uno de los 85 presos políticos que hay en Venezuela. Como recordarán, López fue injustamente condenado a casi 14 años de prisión por asistir a una manifestación de estudiantes, lo que ha sido rechazado por la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Diana López se encuentra en una situación familiar y personal especial como consecuencia del encarcelamiento de su hermano. El 15 de octubre de 2015 sufrió un intento de secuestro. Sus padres ya recibieron la nacionalidad española el 11 de diciembre de 2015.
Pero ahora, su padre es objeto del hostigamiento chavista incluso en España.
El pasado jueves 12 de mayo, Leopoldo López Gil fue invitado por el Ayuntamiento de Pola de Siero, en Asturias, a presenciar la declaración institucional a favor de los presos políticos venezolanos, que fue apoyada por todos los grupos menos por Izquierda Unida y Somos (Podemos). Al salir al balcón del Ayuntamiento, López Gil fue abucheado, insultado y tratado de “asesino” por concejales, militantes y simpatizantes de la izquierda radical española. Algunos llegaron a
gritarle “ojalá su hijo se muera”. Se trata de los mismos partidos que el 18 de
diciembre de 2014 se opusieron a la resolución del Parlamento Europeo que
condenaba “la persecución política y la represión de la oposición democrática,
las violaciones de las libertades de expresión y de manifestación, y la
existencia de censura en los medios de comunicación y páginas web”. No es
casual esta oposición. Porque ha sido en Venezuela, como asesores del
Gobierno chavista, donde han ensayado su programa para España.
En cuanto al mecenas Herman Sifontes, marido de Diana López, fundador y
presidente de la Fundación para la Cultura Urbana, cabe decir que estuvo en
prisión preventiva dos años y siete meses por un supuesto delito cambiario,
sin ningún tipo de condena. El caso fue denunciado por Naciones Unidas.
Entre otros intelectuales, Fernando Savater denunció públicamente su
encarcelamiento, afirmando que la Fundación para la Cultura Urbana es “un
proyecto cultural y democrático de primer orden en la maltrecha Venezuela
actual”. El escritor colombiano Héctor Abad Faciolince añadió: “Este banquero
excepcional ha sido un gran impulsor de la música popular venezolana, de la
fotografía histórica, del urbanismo, del periodismo y de la literatura”. Este
hombre “excepcional” es víctima del acoso de las autoridades de su país.
El Gobierno también ha concedido la nacionalidad española a Luis Carlos Serra
Carmona, miembro de la Junta Directiva de El Nacional. Hablamos del gran
periódico venezolano, cuyo cofundador fue el catalán José Moradell, y en
cuyas páginas escribieron María Zambrano, María Teresa León y Antonio
Aparicio, el periodista republicano español protegido por Neruda. Luis Carlos
Serra Carmona, como el padre de Leopoldo López, ha sido objeto de la
acusación de “difamación agravada” por el anterior presidente de la Asamblea
Nacional, Diosdado Cabello. ¿La razón? Que El Nacional reprodujo
informaciones de periódicos extranjeros, uno de ellos español. Por esa
demanda pesa en su contra la prohibición de salida de su país y una obligación
de comparecencia judicial cada semana.
Tenemos que apoyar expresamente a la prensa venezolana, como lo viene
haciendo mi Gobierno, que además ha otorgado el permiso de residencia por
circunstancias excepcionales a periodistas, directivos y dueños de medios de
comunicación que lo solicitaron tras ser despojados de su pasaporte y acosados por un poder judicial sometido: Miguel Henrique Otero, presidente-editor de El Nacional; Nelson Rivera, director de su Papel Literario; Mariana Otero y Beatriz de Majo, accionista y columnista, respectivamente, del mismo periódico. Y a Guillermo Zuloaga, ex presidente de Globovisión, objeto de dos órdenes de arresto y con pasaporte revocado. El Relator Especial de Naciones Unidas sobre la Libertad de Opinión y Expresión y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han denunciado su situación.
Los aquí citados son ejemplos de los padecimientos de los 28 millones de venezolanos, entre los que no podemos dejar de mencionar los linchamientos por la inseguridad generalizada, los saqueos por la escasez crónica de medicinas y alimentos, la hiperinflación de más del 700% y el consiguiente desplome del poder adquisitivo y sufrimiento de los más pobres. El populismo no ha generado más que desabastecimiento de todo, represión y violencia. Todo lo que no queremos para Venezuela ni —hay que decirlo— para España. Por mi parte, seguiré siempre apoyando a los venezolanos, a su prensa libre y a sus demócratas, en particular a la nueva Asamblea Nacional, amenazada pero valiente, cuyas competencias vienen siendo usurpadas por un Tribunal Supremo controlado por el Gobierno.
Apoyar a los venezolanos es mi obligación como presidente del Gobierno y como español. Ellos recibieron con generosidad a los “españoles del éxodo y del llanto” que describió Leon Felipe. Por eso están registrados en Venezuela casi 200.000 españoles, a los que envío mi cariño y recuerdo permanente. La Hermandad Gallega de Caracas tiene unos 40.000 socios, tantos como españoles en Canadá. El Hogar Canario y el Centro Catalán se distinguen también por su dinamismo e integración ejemplar, al igual que los demás centros españoles en Venezuela. Ni España ni Europa podemos olvidar a los venezolanos. Porque queremos para ellos lo mismo que los españoles disfrutamos cada día: libertad y democracia. Los venezolanos merecen un futuro mejor. Y los españoles y europeos tenemos que ayudar al pueblo hermano de Venezuela. Mariano Rajoy Brey (Santiago de Compostela, 1955) Político español, líder del Partido Popular y presidente del gobierno de España desde diciembre de 2011.
Mariano Rajoy pasó su infancia y adolescencia en tierras gallegas y leonesas. Recibió su primera enseñanza en el Colegio Discípulas de Jesús de León; pasó luego al Colegio Sagrado Corazón de los Jesuitas de la capital leonesa, donde empezó a cursar el bachillerato, que terminó en un instituto público de Pontevedra. Buen estudiante, meticuloso y con buen humor, no tuvo ningún problema para superar todos los cursos hasta que decidió estudiar derecho en la universidad de su ciudad natal. Se licenció en 1977, y al año siguiente aprobó con el número diez de su promoción las oposiciones de registrador de la propiedad, puesto que ejerció en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo los dos años siguientes. Inició su carrera política en 1981, año en el que fue elegido diputado por Alianza Popular (AP) en las primeras elecciones autonómicas, celebradas el 20 de octubre. En 1983 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Pontevedra, y el 11 de junio de 1986 fue designado presidente de la Diputación de Pontevedra. En las elecciones generales de 1986 resultó elegido diputado nacional por la lista de Pontevedra, aunque renunció a su escaño en las Cortes Generales para ocupar la vicepresidencia de la Xunta de Galicia, puesto en el que se mantuvo hasta septiembre de 1987. Aunque procedía de la antigua Alianza Popular (AP), su talante pragmático y abierto le permitió evolucionar sin ninguna dificultad cuando el Partido Popular (PP) decidió iniciar el largo «viaje hacia el centro» del espectro político español, que él mismo contribuyó a diseñar. En el IX Congreso del Partido Popular (PP), celebrado en enero de 1989, fue elegido vocal dentro de la Ejecutiva Nacional del partido, y en el congreso siguiente (junio de 1990), fue designado vicesecretario general de organización, a instancias del líder del partido, José María Aznar, lo que supuso toda una sorpresa para los dirigentes considerados como «pesos pesados» dentro de la organización. Rajoy sustituyó a Arturo Moreno, que causó baja en el partido por su presunta implicación en el «caso Naseiro», relacionado con la financiación irregular del PP.
En 1992 fue una pieza fundamental en el engranaje del PP al convertirse en el dirigente popular que llevó el peso del diálogo que dio como resultado la firma de los pactos autonómicos entre el gobierno de Felipe González y el entonces líder de la oposición, José María Aznar. Fue el único documento que firmaron ambos dirigentes, lo que supuso para el en aquel momento «número tres» del PP granjearse el respeto del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como hábil y astuto negociador político. En marzo de 1996, el PP alcanzó el poder después de trece años de gobierno socialista. El recién investido presidente del gobierno, José María Aznar, llamó a Rajoy para hacerse cargo de uno de los ministerios más complicados, el de Administraciones Públicas. Al frente del mismo, Rajoy tuvo que gestionar los pactos con los nacionalistas del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y de Convergència i Unió (CiU) y negociar todos los traspasos de competencias que Aznar se comprometió a ceder al País Vasco y a Cataluña a cambio del apoyo parlamentario de estas formaciones al recién estrenado gobierno.
Tras las elecciones generales de 2000, en las que el PP obtuvo la mayoría absoluta, Rajoy dio un importante paso en su carrera política. Nombrado vicepresidente primero y ministro de la Presidencia, se erigió en uno de los políticos más cercanos al presidente del gobierno. La recesión económica global iniciada en 2008 situó bajo mínimos la aceptación pública del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, que se mostró incapaz de contener el incremento desenfrenado del desempleo. Convocadas elecciones generales anticipadas para el 20 de noviembre de 2011, Rajoy basó su mensaje electoral en los buenos dígitos económicos obtenidos por los gobiernos de la era Aznar. El resultado de las urnas fue claro: el PP se impuso con el mejor resultado de su historia, una mayoría absoluta de 186 escaños en el Congreso y 136 en el Senado, frente a los 110 diputados y 48 senadores obtenidos por su más directo rival, el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.
Es presidente en funciones del Gobierno de España.
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