MIGUEL SANMARTÍN| EL UNIVERSAL
sábado 14 de septiembre de 2013 12:00 AM
Entre el pajarito murmurador, la iguana mascacables, el satélite escudriñador (el bueno; malo es el que utiliza el Imperio para espiar gobiernos extranjeros, incluyendo éste), entre las comadrejas de la corte comunera-socialista y, eventualmente, mediante el aporte destilado de réplicas lírico-mentalistas que hayan desarrollado dones para charlar con los muertos (específicamente con aquellos que jamás mueren) y que en otras vidas pudieron ser adivinadores que leían nombres, vislumbraban lugares y escuchaban conversaciones hasta en recónditos parajes selváticos, incluso saber con precisión de reloj suizo cuando, con solo escrutarle la pepa de los ojos, le confesaban la verdad sus interlocutores -exconvictos farsantes y rufianes-, entre otros voceros calificados, se mantiene informadísimo y superpilas el heredero circunstancial. El hijo del dedo Supremo, el mismo que echó sobre su conciencia revolucionaria la pesada carga de defender tiranías dinosáuricas y dictaduras gasificadoras de infantes que aún quedan desparramadas por ahí.
En efecto, "fidelignamente" puesto en autos, es como este neoliberador de pueblos oprideprimidos -por los autócratas que los regentan, mejorando lo presente-, antiimperialista, anticapitalista y procastrocomunista se anticipa a todas las conspiraciones, complots, componendas y traiciones planificadas "en su contra de él".
Así es: el prócerdescendiente ha recibido -por distintas fuentes y grifos- mensajes, fábulas, murmuraciones y testimonios de todo calibre, tenor y barítono. Asegura que tiene informaciones ¡precisas! de reuniones en la Casa Blanca... y en la amarilla también. Está "informateado" de "otros más" saboteos en las refinerías. De nuevos atentados contra el sistema eléctrico con sus "correspondidos apagonazos". De complots para escabullir medicamentos, insumos, instrumental y repuestos para equipos médicos con el "apósito" de enfermar la salud del soberano. Igualmente está al tanto de la confabulación de empresarios, tratantes, acaparadores, mercaderes y cambalacheros con la intención de producir (en octubre) el "calipso" total de esta robusta y creciente economía socioproductiva. También está fehacientemente instruido sobre los planes de guerra asimétrica, sucia, silenciosa, temática, de tercera generación, de taquitos y de la guerra de los sexos que viene. Y, por supuesto, está al tanto de los planes Tic Tac, Colapso Total, Espérame que voy, Achántate ahí, etc.
Pero -tal vez por el susto que le pega- desconoce las verdaderas batallas que cotidianamente libran los ciudadanos por un pollo, una harina de maíz precocida, una lata de leche en polvo o un rollo de papel higiénico y contra los malandros socios de este régimen fracasado y deshilachándose.
En efecto, "fidelignamente" puesto en autos, es como este neoliberador de pueblos oprideprimidos -por los autócratas que los regentan, mejorando lo presente-, antiimperialista, anticapitalista y procastrocomunista se anticipa a todas las conspiraciones, complots, componendas y traiciones planificadas "en su contra de él".
Así es: el prócerdescendiente ha recibido -por distintas fuentes y grifos- mensajes, fábulas, murmuraciones y testimonios de todo calibre, tenor y barítono. Asegura que tiene informaciones ¡precisas! de reuniones en la Casa Blanca... y en la amarilla también. Está "informateado" de "otros más" saboteos en las refinerías. De nuevos atentados contra el sistema eléctrico con sus "correspondidos apagonazos". De complots para escabullir medicamentos, insumos, instrumental y repuestos para equipos médicos con el "apósito" de enfermar la salud del soberano. Igualmente está al tanto de la confabulación de empresarios, tratantes, acaparadores, mercaderes y cambalacheros con la intención de producir (en octubre) el "calipso" total de esta robusta y creciente economía socioproductiva. También está fehacientemente instruido sobre los planes de guerra asimétrica, sucia, silenciosa, temática, de tercera generación, de taquitos y de la guerra de los sexos que viene. Y, por supuesto, está al tanto de los planes Tic Tac, Colapso Total, Espérame que voy, Achántate ahí, etc.
Pero -tal vez por el susto que le pega- desconoce las verdaderas batallas que cotidianamente libran los ciudadanos por un pollo, una harina de maíz precocida, una lata de leche en polvo o un rollo de papel higiénico y contra los malandros socios de este régimen fracasado y deshilachándose.
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