JUAN MARCOS COLMENARES| EL UNIVERSAL
sábado 28 de septiembre de 2013 12:00 AM
Este artículo no trata sobre el excelente documental "Tiempos de Dictadura" de Carlos Oteyza, donde se narran históricos sucesos del gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Una época polémica, funesta y dramática de nuestro pasado reciente. Tiempos de persecución, de amenazas, de militarismo, de autocracia, de intimidación y miedo.
Aquí queremos señalar lo que muchos venezolanos aún no quieren entender, ni aceptar: Que actualmente vivimos en dictadura, que nos encontramos controlados por un régimen totalitario y regido por una neodictadura con fachada democrática, mucho más difícil de combatir que las dictaduras convencionales.
Chávez alcanzó el poder en unas elecciones democráticas (igual que Adolfo Hitler en la Alemania nazi); pero trascurrido un corto período tiempo, se fabricó una Constitución a su gusto y necesidades, como un traje hecho a la medida. Aunque periódicamente durante su mandato hubo elecciones, estás no fueron ni libres, ni limpias, ni democráticas porque el Consejo Nacional Electoral cumplía sus órdenes, para darle un disfraz de democracia al régimen. Él se consiguió a un pueblo insatisfecho, con falta de credibilidad en sus gobernantes, con pobreza, corrupción y desesperación; y aprovechó esa situación para manipular a esas masas crédulas, mal educadas y analfabetas, hacia un régimen totalitario, no democrático, controlador, autocrático y militarista. Concentró un poder absoluto en sus manos y en su movimiento político, agrupando para sí los tres poderes del estado: Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Fue un individuo con poder de convencimiento que manipuló a los venezolanos para lograr su único propósito de llegar al poder y permanecer en él a cualquier costo. Pero afortunadamente, el destino no se lo permitió.
Ahora el poschavismo, para tratar de consolidarse y reforzarse en la polarización, como una forma de aglutinar fuerzas entre los propios y evitar el avance de la oposición; pasará a ser un régimen abiertamente autoritario y más represivo, excluyente, agresivo e intolerante.
Su próximo paso es tratar de inhabilitar y silenciar a como dé lugar a María Corina Machado, a quien no le perdonan haber enfrentado a Chávez y por lo de "Expropiar es robar". Ese perverso plan comenzó con la golpiza en el bochornoso espectáculo ocurrido en la Asamblea Nacional y ahora pretenden continuarlo con un proceso judicial y el levantamiento de su inmunidad parlamentaria. Privilegios estos consagrados en la Constitución Nacional (Artículos 199 y 200) que determinan la irresponsabilidad de los diputados por votos y opiniones emitidos en el ejercicio de sus funciones y su inmunidad procesal por esas actividades. El objetivo de esas dos figuras, irresponsabilidad e inmunidad, es el de garantizar la libertad de los diputados en el ejercicio de sus actividades y de evitar en su contra actuaciones judiciales y penales, escondidas detrás de siniestros móviles políticos o partidistas.
Pero este régimen ilegítimo que utiliza el sistema judicial como herramienta de persecución política; que recurre a la represión de periodistas, al control de la libertad de expresión y al acoso a los medios de comunicación; tendrá que evaluar muy bien el costo político de esas actuaciones en contra de la diputada María Corina Machado; porque las fuerzas democráticas y Venezuela entera no se quedarán cruzadas de brazos. Eso podría costarle su estabilidad política y sería su actuación póstuma.
Abogado. Miembro de Vente Venezuela
Aquí queremos señalar lo que muchos venezolanos aún no quieren entender, ni aceptar: Que actualmente vivimos en dictadura, que nos encontramos controlados por un régimen totalitario y regido por una neodictadura con fachada democrática, mucho más difícil de combatir que las dictaduras convencionales.
Chávez alcanzó el poder en unas elecciones democráticas (igual que Adolfo Hitler en la Alemania nazi); pero trascurrido un corto período tiempo, se fabricó una Constitución a su gusto y necesidades, como un traje hecho a la medida. Aunque periódicamente durante su mandato hubo elecciones, estás no fueron ni libres, ni limpias, ni democráticas porque el Consejo Nacional Electoral cumplía sus órdenes, para darle un disfraz de democracia al régimen. Él se consiguió a un pueblo insatisfecho, con falta de credibilidad en sus gobernantes, con pobreza, corrupción y desesperación; y aprovechó esa situación para manipular a esas masas crédulas, mal educadas y analfabetas, hacia un régimen totalitario, no democrático, controlador, autocrático y militarista. Concentró un poder absoluto en sus manos y en su movimiento político, agrupando para sí los tres poderes del estado: Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Fue un individuo con poder de convencimiento que manipuló a los venezolanos para lograr su único propósito de llegar al poder y permanecer en él a cualquier costo. Pero afortunadamente, el destino no se lo permitió.
Ahora el poschavismo, para tratar de consolidarse y reforzarse en la polarización, como una forma de aglutinar fuerzas entre los propios y evitar el avance de la oposición; pasará a ser un régimen abiertamente autoritario y más represivo, excluyente, agresivo e intolerante.
Su próximo paso es tratar de inhabilitar y silenciar a como dé lugar a María Corina Machado, a quien no le perdonan haber enfrentado a Chávez y por lo de "Expropiar es robar". Ese perverso plan comenzó con la golpiza en el bochornoso espectáculo ocurrido en la Asamblea Nacional y ahora pretenden continuarlo con un proceso judicial y el levantamiento de su inmunidad parlamentaria. Privilegios estos consagrados en la Constitución Nacional (Artículos 199 y 200) que determinan la irresponsabilidad de los diputados por votos y opiniones emitidos en el ejercicio de sus funciones y su inmunidad procesal por esas actividades. El objetivo de esas dos figuras, irresponsabilidad e inmunidad, es el de garantizar la libertad de los diputados en el ejercicio de sus actividades y de evitar en su contra actuaciones judiciales y penales, escondidas detrás de siniestros móviles políticos o partidistas.
Pero este régimen ilegítimo que utiliza el sistema judicial como herramienta de persecución política; que recurre a la represión de periodistas, al control de la libertad de expresión y al acoso a los medios de comunicación; tendrá que evaluar muy bien el costo político de esas actuaciones en contra de la diputada María Corina Machado; porque las fuerzas democráticas y Venezuela entera no se quedarán cruzadas de brazos. Eso podría costarle su estabilidad política y sería su actuación póstuma.
Abogado. Miembro de Vente Venezuela
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