VÍCTOR SALMERÓN| EL UNIVERSAL
lunes 30 de septiembre de 2013 12:00 AM
Entre el 23 de agosto y el 20 de septiembre el dólar aceleró su escalada en el mercado paralelo e impulsó el precio de una amplia gama de productos, porque empresas y comercios utilizan este indicador como guía al momento de calcular los costos de reposición.
El salto de 15% en el precio del billete verde en el mercado no oficial (una ley prohibe publicar su cotización) necesitó que hubiesen más bolívares capaces de adquirir las divisas a este precio y las cifras oficiales registran que la principal fuente de billetes provino del financiamiento que el Banco Central le hace a las empresas públicas, en especial a Pdvsa.
A fin de que la principal empresa del país supere problemas de caja el Banco Central imprime bolívares para comprarle bonos. Cuando Pdvsa tiene los recursos los utiliza para cubrir compromisos como construcción de viviendas y pago a proveedores.
Luego, cuando los bolívares ingresan a la economía, una porción se dirige a la compra de dólares en el mercado paralelo o aumenta la presión inflacionaria, porque se trata de más billetes detrás de la misma cantidad de productos.
¿De cuánto hablamos? Del 23 de agosto al 20 de septiembre el financiamiento del BCV a Pdvsa y a otras empresas públicas aumentó 15% al elevarse desde 246,2 millardos hasta 283,4 millardos de bolívares.
De cada diez bolívares que el BCV fabrica para financiar a empresas del Estado, nueve son para Pdvsa.
Una mirada más amplia desnuda que en los últimos doce meses el financiamiento del Banco Central a las empresas públicas registra un explosivo incremento de 136%, ya equivale a 45 mil millones de dólares y es una de las causas de la aceleración de la inflación que en lo que va de año acumula un alza de 32,9%.
Pdvsa necesita que el Banco Central la financie porque tiene que cambiar el grueso de sus dólares al tipo de cambio oficial de 6,30 bolívares, que es artificialmente bajo. Además, vende petróleo a descuento a países aliados, no ha podido incrementar la producción y el precio del barril dejó de crecer.
Todo el sector público, del que Pdvsa forma parte, tiene un desequilibrio donde los gastos superan en 15% del PIB a los ingresos, por lo tanto, la impresión de bolívares por parte del BCV y otras fórmulas como traspaso sin respaldo de reservas internacionales a fondos de gasto del Gobierno, se han convertido en prácticas constantes para no recortar el gasto y sincerar las finanzas del Estado.
Luis Zambrano Sequín, miembro de la Academia de Ciencias Económicas, elaboró una investigación donde precisa el peso que ha tenido el señoreaje, como técnicamente se conoce al ingreso que percibe el Gobierno, a través del Banco Central, al imprimir dinero.
Precisa en su trabajo que el señoreaje incluye al "impuesto inflacionario", es decir, el hecho de que estos bolívares que aumentan el ingreso del Gobierno cuando entran a la economía elevan los precios y merman la capacidad de compra del dinero que poseen las empresas y las personas.
La investigación precisa que en el período 2006-2012 "los ingresos por señoreaje equivalen a casi el doble de los ingresos tributarios petroleros, exceden en 40% los aportes del impuesto sobre la renta de personas naturales y jurídicas no petroleras, representan casi 75% de lo generado por el IVA y más que triplican lo recaudado por impuesto sobre las importaciones. Un 62% del señoreaje lo genera el impuesto inflacionario".
El salto de 15% en el precio del billete verde en el mercado no oficial (una ley prohibe publicar su cotización) necesitó que hubiesen más bolívares capaces de adquirir las divisas a este precio y las cifras oficiales registran que la principal fuente de billetes provino del financiamiento que el Banco Central le hace a las empresas públicas, en especial a Pdvsa.
A fin de que la principal empresa del país supere problemas de caja el Banco Central imprime bolívares para comprarle bonos. Cuando Pdvsa tiene los recursos los utiliza para cubrir compromisos como construcción de viviendas y pago a proveedores.
Luego, cuando los bolívares ingresan a la economía, una porción se dirige a la compra de dólares en el mercado paralelo o aumenta la presión inflacionaria, porque se trata de más billetes detrás de la misma cantidad de productos.
¿De cuánto hablamos? Del 23 de agosto al 20 de septiembre el financiamiento del BCV a Pdvsa y a otras empresas públicas aumentó 15% al elevarse desde 246,2 millardos hasta 283,4 millardos de bolívares.
De cada diez bolívares que el BCV fabrica para financiar a empresas del Estado, nueve son para Pdvsa.
Una mirada más amplia desnuda que en los últimos doce meses el financiamiento del Banco Central a las empresas públicas registra un explosivo incremento de 136%, ya equivale a 45 mil millones de dólares y es una de las causas de la aceleración de la inflación que en lo que va de año acumula un alza de 32,9%.
Pdvsa necesita que el Banco Central la financie porque tiene que cambiar el grueso de sus dólares al tipo de cambio oficial de 6,30 bolívares, que es artificialmente bajo. Además, vende petróleo a descuento a países aliados, no ha podido incrementar la producción y el precio del barril dejó de crecer.
Todo el sector público, del que Pdvsa forma parte, tiene un desequilibrio donde los gastos superan en 15% del PIB a los ingresos, por lo tanto, la impresión de bolívares por parte del BCV y otras fórmulas como traspaso sin respaldo de reservas internacionales a fondos de gasto del Gobierno, se han convertido en prácticas constantes para no recortar el gasto y sincerar las finanzas del Estado.
Luis Zambrano Sequín, miembro de la Academia de Ciencias Económicas, elaboró una investigación donde precisa el peso que ha tenido el señoreaje, como técnicamente se conoce al ingreso que percibe el Gobierno, a través del Banco Central, al imprimir dinero.
Precisa en su trabajo que el señoreaje incluye al "impuesto inflacionario", es decir, el hecho de que estos bolívares que aumentan el ingreso del Gobierno cuando entran a la economía elevan los precios y merman la capacidad de compra del dinero que poseen las empresas y las personas.
La investigación precisa que en el período 2006-2012 "los ingresos por señoreaje equivalen a casi el doble de los ingresos tributarios petroleros, exceden en 40% los aportes del impuesto sobre la renta de personas naturales y jurídicas no petroleras, representan casi 75% de lo generado por el IVA y más que triplican lo recaudado por impuesto sobre las importaciones. Un 62% del señoreaje lo genera el impuesto inflacionario".
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