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JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL
lunes 9 de noviembre de 2015 12:00 AM
La crisis económica y social, los resultados electorales y las características del oficialismo y la oposición nos plantean cambios, unos aparentes y otro, el verdadero. Los cambios aparentes son comenzar a desplazar al chavismo del poder y cambiar sus políticas: más un "quítate tú pa' poneme yo" que un cambio de políticas y resultados. Esto es lo que hemos hecho durante 500 años de historia y mire Ud. el resultado. El verdadero cambio es contra intuitivo: entendernos entre partes diferentes para efectuar un cambio que nos incluya a todos. Esta oportunidad está planteada porque el diálogo y la negociación surgen cuando ninguna de las partes tiene el poder para imponerse y se necesitan mutuamente para su propia sobrevivencia.
En cuanto a los resultados electorales, lo más probable es que la oposición logre una mayoría simple en la Asamblea. Esto le permitiría, entre otras cosas, nombrar al presidente de la Asamblea y negociar las presidencias de varias comisiones legislativas. Al no ganar la mayoría calificada, la oposición se evita manejar las presiones internas para remover a representantes de todos los poderes. El caso es que la oposición, ni con la mayor de las votaciones, tiene la cohesión ni fuerza para intentar remover a nadie sin que el oficialismo le infrinja severos costos. Por su parte, el oficialismo no puede continuar las políticas con las cuales nos está arruinando económica, social, política y moralmente sin seguir autodesestabilizándose.
Después de la elección, el oficialismo necesita efectuar cambios significativos, algunos dolorosos, como la devaluación y la flexibilización de los precios, con impactos inflacionarios adicionales. En estos cambios el gobierno necesita convocar a la oposición para compartir responsabilidades y agilizar decisiones. Otros cambios son, más bien, atractivos. Por ejemplo, aumentar la producción petrolera, desarrollar las exportaciones no petroleras y desarrollar el turismo. En la implementación de todos estos cambios atractivos el gobierno necesita de aliados a empresarios, sindicalistas y educadores. (El problema no es el conflicto, sino cómo enfoquemos su solución).
@jagilyepes
En cuanto a los resultados electorales, lo más probable es que la oposición logre una mayoría simple en la Asamblea. Esto le permitiría, entre otras cosas, nombrar al presidente de la Asamblea y negociar las presidencias de varias comisiones legislativas. Al no ganar la mayoría calificada, la oposición se evita manejar las presiones internas para remover a representantes de todos los poderes. El caso es que la oposición, ni con la mayor de las votaciones, tiene la cohesión ni fuerza para intentar remover a nadie sin que el oficialismo le infrinja severos costos. Por su parte, el oficialismo no puede continuar las políticas con las cuales nos está arruinando económica, social, política y moralmente sin seguir autodesestabilizándose.
Después de la elección, el oficialismo necesita efectuar cambios significativos, algunos dolorosos, como la devaluación y la flexibilización de los precios, con impactos inflacionarios adicionales. En estos cambios el gobierno necesita convocar a la oposición para compartir responsabilidades y agilizar decisiones. Otros cambios son, más bien, atractivos. Por ejemplo, aumentar la producción petrolera, desarrollar las exportaciones no petroleras y desarrollar el turismo. En la implementación de todos estos cambios atractivos el gobierno necesita de aliados a empresarios, sindicalistas y educadores. (El problema no es el conflicto, sino cómo enfoquemos su solución).
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